Texto Martín Rodríguez Foto Jan Touzeau
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Texto Martín Rodríguez Foto Jan Touzeau
Hace más de una década nacía Andes, una aerolínea que no solo logró consolidarse en el mercado sino que lo hizo con precios competitivos frente a dos monstruos como son Aerolíneas Argentinas y Latam. A casi 11 años de su vuelo inaugural como línea regular, realizado el 20 de junio del año 2006, Andes plantea una nueva etapa en la cual planea competir con las “low cost” que empezarán a operar el semestre que viene en el país.
En diálogo con El Tribuno, Rafael Cornejo Solá, gerente general de la empresa, reveló uno de los grandes secretos que tiene esta compañía nacida en tierras salteñas: sus talleres. Todos sus aviones reciben mantenimiento dentro del hangar que posee la compañía en la zona industrial del Aeropuerto Martín Miguel de Güemes. Cornejo Solá, un militar retirado, formó parte del la Marina por 40 años. Se alejó de las fuerzas con el grado de almirante, es el excombatiente de Malvinas más antiguo de Salta y el que más rango tiene.
Impresiona ingresar a este hangar...
En Argentina no hay un hangar privado de las características que tiene este. Este hangar no duerme. Acá hay una emergencia a las 2 de la mañana y se convoca a la gente y viene a trabajar para sacar el avión adelante. No hay un horario de puesto de trabajo normal. Ese es un poco el orgullo que tenemos en la provincia.
¿Qué tareas realizan?
El avión entra para las recorridas mayores, eso significa que se desarma completo. Toda esa tarea se hace con gente especializada de Salta, no viene gente de Buenos Aires. Son nuestros mecánicos que, poco a poco, los fuimos formando, se fueron tecnificando y logrando un nivel de excelencia. Hoy trabajan 22 en el hangar.
Y después, ¿qué pasa?
Una vez que el avión quedó desarmado, se le sacaron todas las fallas, se comienza a armar. Cuando se completó toda la tarea, el avión hace un vuelo de prueba de verificación y sale a línea. Ese proceso dura 40 días.
Con las características de este hangar pueden trabajar las 24 horas...
A este hangar, ocupándolo las 24 horas del día, vos podés tener un team de 50 o 60 personas trabajando para la región.
¿Cómo sería eso?
El sur de Brasil, todo Bolivia, norte de Chile y Perú llevan sus aviones a los talleres de Copa, en Centroamérica. Lo fantástico es que nosotros tenemos la estructura, está el conocimiento y está el know-how.
Eso serviría para logar una inyección para la economía local...
Todo el insumo básico es industria salteña. Lo que yo pretendo es que Salta crezca. Si vos sabes que Andes va a consumir tantos filtros durante un año por ahí te convine fabricarlos. Eso es lo que tenemos que lograr. Derramar la actividad aeronáutica que es específica, de alta calidad, de alta especificidad, en una región de Salta que está virgen para eso y tiene todo el potencial. Sobre todo por la ubicación geográfica. Estamos en un lugar estratégico con tres fronteras internacionales con conexiones a toda la región y todo el cono sur.
¿Qué falta?
Yo creo que lo que faltaría es tener una sinergia entre el Gobierno y las empresas civiles. Los desafíos los plantea la actividad privada pero siempre tiene que ir acompañado con una acción de gobierno. Acá nadie pide que haya tutela ni que haya subsidios. Nosotros no queremos eso, queremos que trabajemos juntos en un proyecto que para Salta es elemental.
¿Por qué es tan complicado este negocio?
Porque en este negocio un tropezón significa desaparecer, le pasó a LAPA, le pasó a Sol. Este negocio es de mucha responsabilidad. Por supuesto, hay eventualidades que no podes manejar pero es un negocio muy serio. El 96% de los accidentes están producidos por el hombre. El avión es más seguro que cualquier otro transporte, pero sí es más sensible. Una catástrofe aérea es sensible en la opinión pública. Impacta más en la gente.
¿Qué opinión tiene sobre la nueva política aerocomercial del gobierno?
Ahora, con las autoridades de este gobierno se está haciendo una apertura muy importante para nosotros, porque de alguna manera nos está poniendo en el mercado al igual que todos. Nos están dando la posibilidad de comenzar a crecer. Por eso abrimos las rutas de Córdoba, Mendoza y Mar del Plata.
Con la audiencia pública lograron las rutas internacionales de Lima y San Pablo...
La audiencia pública para Andes fue un apoyo de los gremios sobre cómo estamos trabajando y cómo estamos consolidándonos. Fue también un apoyo del Gobierno. Nos dicen, pueden crecer que va a haber apoyo para que puedan trabajar. Tuvo sus vaivenes pero creo que estamos presentándonos para el futuro con una muy buena proyección.
¿Van a incorporar aviones?
La idea es incorporar dos Boeing 737-800 a través de un leasing que entraría a partir del 15 de marzo. Esos aviones, como tienen una autonomía de ocho horas, serían los que dejaríamos un poco para la parte regional y los MD para los vuelos domésticos de los cuales vamos a incorporar dos más.
¿Cuál fue el secreto de Andes?
Fuimos dando pasos cortos pero muy seguros, no hicimos aventuras de inversiones. Hay una efectivización de la empresa importante, buscando el mínimo costo. Nosotros somos low cost porque tenemos un bajo costo en todo. Tenemos aviones propios, mantenimiento propio, gerencia con gastos mínimos, toma de decisiones inmediatas, eso es una low cost.
¿Qué opinión tiene sobre el ingreso de las low cost?
Nuestro país es extenso con 45 millones de habitantes de los cuales vuelan 9 millones. En Chile, que son 27 millones, vuelan 19. Acá hay un porcentaje mínimo de personas que vuelan y el otro porcentaje se traslada en micros. Lo que se está buscando es transformar esa masa de personas que se mueven por micros a que se muevan en avión, que es lo lógico. Más seguro, menos riesgo, más control. No nos olvidemos que el aeropuerto es una zona de control de lo que se mueve en el país. Lo que hace el Gobierno es abrir un poco el juego para que las empresas que quieran competir vengan.
Entones, ¿qué opina?
Yo creo que mientras más oferta haya mejor para el que quiera viajar. Nos obliga a nosotros a competir para ser más eficientes, más exactos con los horarios, a tener el mejor servicio y a tener una mejor tarifa. Y si vos tenés la mejor tarifa, sos puntual y tenés un buen servicio te elijen.
Además, es una industria que tiene proyección...
No es una industria que ha alcanzado su techo, sino todo lo contrario. Nosotros tenemos que lograr que vuelen 20 millones de argentinos y lo están haciendo nueve. Hay todavía una capacidad de crecimiento que es muy importante. Por eso todos esos inversores que vienen ven que hay un mercado que es un poco virgen todavía en Argentina.