Carina Di Marco dio a luz a su cuarto hijo apenas unas horas antes de que la tragedia y un manto de sospechas cayera sobre su familia. Su hija Florencia, de 12 años, había sido brutalmente violada y asesinada y el principal sospechoso es su padrastro, que sigue detenido. Aunque estaba internada cuando todo ocurrió, la mujer también quedó en la mira de la Justicia después de que se conocieran los resultados de la autopsia que revelaban que la nena había sido abusada varias veces antes del crimen.
“Tenía una bestia entre mis hijos”, manifestó la mujer después de la detención de su pareja, Lucas Gómez, al sitio puntano El Chorrillero. “Ahora estoy segura que fue él. No me importa que mis hijos se queden sin padre, quiero que se hunda, que siga preso y que nunca más salga de la cárcel”.
Sobre los abusos anteriores dijo que la “dejaron helada” y que si Florencia “hubiera dado alguna señal la hubiera salvado”. Dijo que “era calladita” y que la notaba celosa en el último tiempo: “Estaba enojada y yo creía que era por celos de la bebé. No pensé que le estaba pasando algo”.
En la misma entrevista aseguró que cuando lo detuvieron, Gómez “estaba drogado”, algo que era habitual en él al igual que los episodios de violencia en su relación. “Me golpeaba y una vez me quiso ahorcar”, afirmó la mujer que hoy “está destrozada” pero que, según su relato, “nunca lo denunció por miedo”.
Los investigadores, sin embargo, siguen muy de cerca la relación de la pareja para intentar determinar cuál fue el rol de la mujer en la tragedia y uno de los elementos sobre los que tienen puesta la mira son las redes sociales. En una de sus publicaciones en Facebook Carina había escrito: “Cuida a tu pareja, los hijos se van, los amigos cambian, el cuerpo envejece, el dinero se acaba y a tu lado sólo estará tu esposa (o)”.
Mientras tanto, se esperan los resultados de las pruebas con luminol realizadas en la casa y en el auto de Gómez, donde se sospecha que la nena fue ahorcada cuando estaba sentada. “En la nuca de la nena no hay marca de cuerdas; la ahorcaron sentada”, aseguran los forenses.
Los abusos eran un tormento reiterado en la vida de Florencia Abril Di Marco, según reveló la autopsia. Lucas Matías Gómez, padrastro de la nena de 12 años y sospechoso de violarla, tuvo seguramente una razón para decidir, en la madrugada del miércoles, ante el último ataque, acabar con la vida de ella. Los investigadores del caso creen que fue tal la brutalidad de la última violación, tal la gravedad de las lesiones que le causó, que inevitablemente la chiquita iba a necesitar atención médica, para que frenaran los sangrados. Así, él quedaba enteramente expuesto a ser descubierto. Por ello, presumen que la asesinó para ocultar los ultrajes. El crimen del que acusan a Gómez se paga con prisión perpetua.
La pequeña conocía al agresor y tenía contacto con él desde hace por lo menos unos diez años. Después, su mamá, Carina Di Marco, tuvo otros tres hijos con Gómez: Lucas, Aníbal y Trinidad. El mayor de los varones tiene 9 años; el otro, 3. La pequeña nació el pasado martes en la Maternidad Provincial “Doctora Teresita Baigorria”, apenas horas antes del asesinato de Florencia.
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Carina Di Marco dio a luz a su cuarto hijo apenas unas horas antes de que la tragedia y un manto de sospechas cayera sobre su familia. Su hija Florencia, de 12 años, había sido brutalmente violada y asesinada y el principal sospechoso es su padrastro, que sigue detenido. Aunque estaba internada cuando todo ocurrió, la mujer también quedó en la mira de la Justicia después de que se conocieran los resultados de la autopsia que revelaban que la nena había sido abusada varias veces antes del crimen.
“Tenía una bestia entre mis hijos”, manifestó la mujer después de la detención de su pareja, Lucas Gómez, al sitio puntano El Chorrillero. “Ahora estoy segura que fue él. No me importa que mis hijos se queden sin padre, quiero que se hunda, que siga preso y que nunca más salga de la cárcel”.
Sobre los abusos anteriores dijo que la “dejaron helada” y que si Florencia “hubiera dado alguna señal la hubiera salvado”. Dijo que “era calladita” y que la notaba celosa en el último tiempo: “Estaba enojada y yo creía que era por celos de la bebé. No pensé que le estaba pasando algo”.
En la misma entrevista aseguró que cuando lo detuvieron, Gómez “estaba drogado”, algo que era habitual en él al igual que los episodios de violencia en su relación. “Me golpeaba y una vez me quiso ahorcar”, afirmó la mujer que hoy “está destrozada” pero que, según su relato, “nunca lo denunció por miedo”.
Los investigadores, sin embargo, siguen muy de cerca la relación de la pareja para intentar determinar cuál fue el rol de la mujer en la tragedia y uno de los elementos sobre los que tienen puesta la mira son las redes sociales. En una de sus publicaciones en Facebook Carina había escrito: “Cuida a tu pareja, los hijos se van, los amigos cambian, el cuerpo envejece, el dinero se acaba y a tu lado sólo estará tu esposa (o)”.
Mientras tanto, se esperan los resultados de las pruebas con luminol realizadas en la casa y en el auto de Gómez, donde se sospecha que la nena fue ahorcada cuando estaba sentada. “En la nuca de la nena no hay marca de cuerdas; la ahorcaron sentada”, aseguran los forenses.
Los abusos eran un tormento reiterado en la vida de Florencia Abril Di Marco, según reveló la autopsia. Lucas Matías Gómez, padrastro de la nena de 12 años y sospechoso de violarla, tuvo seguramente una razón para decidir, en la madrugada del miércoles, ante el último ataque, acabar con la vida de ella. Los investigadores del caso creen que fue tal la brutalidad de la última violación, tal la gravedad de las lesiones que le causó, que inevitablemente la chiquita iba a necesitar atención médica, para que frenaran los sangrados. Así, él quedaba enteramente expuesto a ser descubierto. Por ello, presumen que la asesinó para ocultar los ultrajes. El crimen del que acusan a Gómez se paga con prisión perpetua.
La pequeña conocía al agresor y tenía contacto con él desde hace por lo menos unos diez años. Después, su mamá, Carina Di Marco, tuvo otros tres hijos con Gómez: Lucas, Aníbal y Trinidad. El mayor de los varones tiene 9 años; el otro, 3. La pequeña nació el pasado martes en la Maternidad Provincial “Doctora Teresita Baigorria”, apenas horas antes del asesinato de Florencia.
Peritaron el celular y vía páginas pornografía gay
Respecto al homicidio, Palacios consideró que fue criminis causa esto es, que la mató para velar los abusos, que el victimario actuó con alevosía y que medió violencia de género, es decir, que la agresión se fundamenta en la condición de mujer de la víctima.
“Se tomó en cuenta el testimonio de cuatro personas que lo sitúan a Gómez el 22 de marzo entre las 3 y las 6, en el lugar de hallazgo del cuerpo. El rodado (de Gómez) fue reconocido por dichas personas. Obran en la causa los registros fílmicos de un peaje cercano a la capital (que tomó el paso del Renault Megane negro del imputado). También constan las declaraciones de docentes de la escuela Rosario Simón, que indican que la menor no fue el 22 de marzo al establecimiento”, enumeró.
También refirió que el flamante Departamento Delitos Complejos, que depende de la Procuración General y del Poder Judicial, peritó teléfonos celulares del sospechoso. Establecieron, dijo, que desde el 19 al 22 de marzo hubo, según los registros en el historial de navegación en internet, 415 visitas a páginas de pornografía gay. “Ese informe también nos evacúa la línea del tiempo en cuanto a las comunicaciones hechas en lo que establecemos como franja horaria de comisión del delito, esto es, entre las 3 y las 6”, consignó.