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Centro de prevención brinda contención a jóvenes adictos

Comenzó a funcionar en 2014 gracias a un proyecto elaborado por un adicto recuperado, Fernando Capetta quien usó toda su experiencia para ayudar a personas con problemas similares.
Martes, 28 de marzo de 2017 00:00

Sergio Tapia [email protected]

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Sumaq Kawsay -Buen Vivir-, es el Centro Preventivo y Asistencial del hospital “Dr. Joaquín Castellanos” de General Güemes, que está trabajando para brindar contención y busca la recuperación de personas afectadas por el consumo de estupefacientes. 
El espacio, que comenzó a trabajar en 2014, fue un proyecto elaborado por un adicto recuperado, Fernando Capetta, quién luego de superar con mucho esfuerzo y muy poca ayuda su adicción a las drogas, decidió usar toda su experiencia para ayudar a personas con problemas similares.
Actualmente el Centro Preventivo y Asistencial atiende a 12 personas que están iniciando el tratamiento y 6 que están en la fase de terapia, cantidades que van mutando permanentemente. La mayoría son jóvenes entre los 14 y 26 años.

El inicio

Ya en 2013 logró que se abriera un Centro de Orientación y Escucha, que funcionaba en las instalaciones de Acción Social del municipio, pero gracias a la permanente capacitación del equipo con el que trabaja, pudo dar un paso más y crear el centro preventivo. El servicio cuenta actualmente con psicólogos, licenciados en teatro, abogados y operadores socio-terapeutas. Son 12 profesionales que trabajan, de lunes a viernes, de 8 a 13. 
“Estamos viviendo momentos donde la inseguridad se ha instalado producto de los delitos que, muchas veces, son cometidos por jóvenes que roban o agreden para consumir drogas. El último caso resonante fue la agresión a un empleado municipal en El Bordo, que publicó El Tribuno, pero estos delitos son a diario. Nosotros podemos brindar ayuda a la personas enfermas, pero necesitamos de la colaboración de toda la familia”, comentó Capetta. “Pueden tener turno con un psicólogo o con un terapeuta y luego regresan a casa. Los ingresantes tienen un período de adaptación que dura 6 semanas y si en ese período se adaptan, aceptan las normas y pautas, son admitidos y se elabora un diagnóstico para comenzar el tratamiento”, explicó. Capetta aclaró que no es un centro de día, como hay en la capital: “Todavía no podemos alcanzar esa categoría, solo tenemos pacientes ambulatorios. Si pudiéramos ser un centro de día, la contención sería más prolongada”. 

Familias ausentes

Para lograr la recuperación de un adicto, es necesario que la familia se involucre por completo. Sin embargo, una vez que logran acercar al joven al centro, padres, hermanos, tíos y otros familiares no regresan más, lo que eleva el porcentaje de posibilidades de una deserción por parte del paciente. “La familia debe entender que las razones por las que una persona fue afectada por el consumo de drogas son varias. Ellos están incluidos en esas razones. Una familia mal constituida, problemas de trabajo o agresión familiar, son algunos de los factores de riesgo, por eso todos deben ayudar de alguna manera. Sin contención familiar ningún tratamiento es posible”, explicó Capetta.

 

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