Por Pablo Juárez
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Por Pablo Juárez
Pese a que sigue el conflicto en el edificio de la ex-Palúdica, encabezado por empleados de Salud Pública, desde el Gobierno nacional ya muestran interés en avanzar en el proyecto que convertirá a ese sitio en el Museo del Folclore. Días atrás estuvo en Salta el arquitecto Nicolás Bares junto al secretario de Provincias de la Nación, Alejandro Caldarelli. Bares representa a un estudio de arquitectura que erigió proyectos como el Centro Cultural Kirchner (CCK), en Buenos Aires. El profesional quiere que esa manzana que pasó de Nación al Municipio se convierte en una ciudad cultural activa y que la identidad surja del consenso de todos los actores sociales. La semana pasada, por cierto, se conformó una comisión interdisciplinaria para el museo. No obstante, en abril habrá una audiencia conciliatoria convocada por la Justicia federal luego de que se hiciera lugar a un amparo presentado por trabajadores de la ex-Palúdica que se oponen al traspaso.
¿Cómo van avanzar con el proyecto para convertir la ex-Palúdica en el Museo del Folclore?
Primero, es un gran logro municipal haber obtenido el traspaso del predio, desde Nación al Municipio: se trata de un gran activo. Tiene un valor físico importante esa manzana localizada estratégicamente en el plan maestro. Se está tratando de conformar circuitos culturales. El edificio de la ex-Palúdica, que es de gran impacto en la memoria del salteño, hoy está en condiciones de deterioro alarmante. Hay que entender cuáles son los peligros de estar habitando un edificio que tiene riesgo de demolición, de derrumbe.
¿Qué harán al respecto?
Creo que vamos a solicitar un informe técnico para ver el estado edilicio de la Palúdica y las piezas que componen la manzana. Por otro lado, vamos a pedir a la Comisión de Monumentos Históricos de la Nación que expida un informe técnico del valor patrimonial de cada una de los edificios. Estamos pensando hacer una convocatoria, una especie de jornada de taller y debate, respecto de cuál es la identidad que deba tener ese lugar. Más allá que se le ha puesto ya un nombre a partir de la definición, que es Museo del Folclore, nosotros entendemos que ese lugar es potencialmente mucho más que un museo: será un centro de las artes. La idea es construir una ciudad en donde se exhiba el producto artístico de los jóvenes talentos locales o de los consagrados. Que sea un sitio de producción, una usina de la cultura, del arte. Esto generará un derrame increíble en la microeconomía de la ciudad.
¿Cómo será el plan cultural y arquitectónico?
Estamos trabajando en la construcción de un programa que tenga una variación de usos culturales específicos, como puede ser una sala de exposiciones o para la música, áreas de talleres, etcétera. Pero también lo que buscamos es construir una infraestructura cultural que permita no solo usarse a la manera tradicional de las salas de teatro o de los museos en un tiempo limitado sino que sea una célula activa cultural para la ciudad los siete días de la semana, las 20 horas que pueda estar abierto.
Si bien ya se definió que se hará el Museo del Folclore, ¿cómo será el trabajo para definir la identidad de esta ciudad cultural?
Estamos tratando de hacer una acción responsable para determinar que las decisiones que se tomen sobre la identidad, el programa y lo que se vaya a hacer, no surja unilateralmente de una persona sino del colectivo de actores que finalmente serán los receptores de ese espacio. Hay que determinar, tras los estudios, si a algunos componentes conviene mantenerlos o demolerlos para construir una infraestructur a nueva. Hoy estamos hablando con la gente de Obras Públicas de no solamente pensar en una sumatoria de edificios sino darle mucho valor al espacio público, como transformar el patio en una plaza cívica. Además planeamos una secuencia de espacios públicos, desde la plaza central, con un circuito a través de una calle de circulación restringida, hasta la Palúdica y retomar el boulevard hasta el monumento a Güemes. De ese modo, quedará un entramado con entidad turística y cultural.
Es un proyecto muy ambicioso, es la recuperación y la reinserción de una manzana entera de la ciudad con la recuperación de edificios de valor patrimonial y la construcción de nuevos edificios.
Cómo arquitecto buscarás poner tu impronta...
La arquitectura hoy lo que hace es construir una idea. Ahora creo que en estos procesos es indispensable que esa idea surja de un colectivo y que después la arquitectura pueda darle forma, matices. Seguro nosotros entendemos que la ciudad de Salta tiene que contar con un edificio vanguardista, sin que esto tenga que ver con formas o tecnologías, tiene que ser un edificio que proyecte a la cultura de Salta hacia el futuro, un edificio que pueda convivir con la historia, que no genera esta especie de colisión entre lo viejo y lo nuevo, encontrar una manera amistosa. Seguramente vamos a trabajar sobre diseños de protocolos de diseños sustentables. Hoy toda la arquitectura tiene que ser consciente y responsable para poder construir edificios que puedan ser sustentables en el tiempo. Aquí lo principal es poder recuperar la belleza de esa arquitectura de época que está en la memoria, pero además poder incorporarle programas contemporáneos para que se use, si no lo que estamos generando es un monumento y lo que nosotros queremos es recuperar un espacio activo.