A excepción de lo que para muchos puede suceder en la Selección argentina con la ausencia de Lionel Messi, el mejor del planeta, el fútbol, como todo juego de compromiso colectivo y de suma de voluntades en pos de un objetivo común, un equipo no puede estar supeditado a una o dos individuales, cuando el sustento de un conjunto debe depender directamente de un todo y de los encargados de ocupar el lugar de las piezas ausentes.
Sin embargo, también es sabido que la falta de determinados jugadores en instancias de competencia determinantes, en las que está en juego una clasificación o un ascenso, como lo es el nonagonal del Federal A, se hacen sentir, así como en Gimnasia y Tiro las bajas de Julio Villarino, Pablo Motta (ambos podrán retornar el sábado en Formosa ante Sportivo Patria, tras cumplir sus respectivas sanciones) y Juan Martín Amieva se hicieron notar en la estructura de un albo que resignó dos puntos en el empate con Sarmiento de Resistencia, en el Gigante.
El equipo de Duilio Botella, que aún mantiene, junto al decano chaqueño, el sitial de liderazgo del reducido, tendrá por delante dos paradas fundamentales en las que necesita sumar la mayor cantidad de puntos para llegar con cierta tranquilidad a la fecha libre (la sexta), antes de afrontar sus tres últimas “finales”.
Sin embargo, el albo no podrá contar para los dos choques venideros con dos de los futbolistas más determinantes que tuvo en los últimos metros de la cancha a lo largo de la temporada. Porque a la sabida ausencia del goleador Amieva por el esguince con compromiso ligamentario en su rodilla derecha, ahora el DT Botella sumó un nuevo dolor de cabeza al confirmarse la caída de otro de los rendimientos más altos del millonario en función de ataque: se le detectó a Alexis Bulgarelli un pronunciado desgarro de ocho milímetros en el recto anterior del cuádriceps de su pierna derecha. Lo cierto es que por un mínimo de dos fechas, Gimnasia deberá apelar a su fortaleza colectiva para suplir al máximo goleador del torneo (Amieva, con 12 conquistas) y a quien tiene el mejor porcentaje de asistencias en ataque, como Bulgarelli.
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A excepción de lo que para muchos puede suceder en la Selección argentina con la ausencia de Lionel Messi, el mejor del planeta, el fútbol, como todo juego de compromiso colectivo y de suma de voluntades en pos de un objetivo común, un equipo no puede estar supeditado a una o dos individuales, cuando el sustento de un conjunto debe depender directamente de un todo y de los encargados de ocupar el lugar de las piezas ausentes.
Sin embargo, también es sabido que la falta de determinados jugadores en instancias de competencia determinantes, en las que está en juego una clasificación o un ascenso, como lo es el nonagonal del Federal A, se hacen sentir, así como en Gimnasia y Tiro las bajas de Julio Villarino, Pablo Motta (ambos podrán retornar el sábado en Formosa ante Sportivo Patria, tras cumplir sus respectivas sanciones) y Juan Martín Amieva se hicieron notar en la estructura de un albo que resignó dos puntos en el empate con Sarmiento de Resistencia, en el Gigante.
El equipo de Duilio Botella, que aún mantiene, junto al decano chaqueño, el sitial de liderazgo del reducido, tendrá por delante dos paradas fundamentales en las que necesita sumar la mayor cantidad de puntos para llegar con cierta tranquilidad a la fecha libre (la sexta), antes de afrontar sus tres últimas “finales”.
Sin embargo, el albo no podrá contar para los dos choques venideros con dos de los futbolistas más determinantes que tuvo en los últimos metros de la cancha a lo largo de la temporada. Porque a la sabida ausencia del goleador Amieva por el esguince con compromiso ligamentario en su rodilla derecha, ahora el DT Botella sumó un nuevo dolor de cabeza al confirmarse la caída de otro de los rendimientos más altos del millonario en función de ataque: se le detectó a Alexis Bulgarelli un pronunciado desgarro de ocho milímetros en el recto anterior del cuádriceps de su pierna derecha. Lo cierto es que por un mínimo de dos fechas, Gimnasia deberá apelar a su fortaleza colectiva para suplir al máximo goleador del torneo (Amieva, con 12 conquistas) y a quien tiene el mejor porcentaje de asistencias en ataque, como Bulgarelli.