Desde los primeros días de marzo Víctor Manuel Agüero es el nuevo representante del Instituto Nacional del Teatro (INT) en Salta.
Entre sus actividades este teatrista realizó distintos trabajos actorales, además es investigador en ese campo, iluminador teatral y es uno de los autores del “Anuario Teatral de Salta del 2004 al 2009”. También es licenciado en gestión y producción teatral y es profesor de historia.
Su último trabajo en nuestro medio, antes de asumir su cargo, fue a fines del año pasado cuando interpretó a Oberto en “Popesku debe morir” con el Grupo de Investigación Teatral (GIT).
Agüero, quien obtuvo el cargo a través de concurso público de antecedentes y oposición, reemplazó a Cristina Idiarte quien cumplió dos mandatos al frente de esa representación nacional.
En los próximos cuatro años Agüero se propone que el salteño rompa con sus prejuicios y concurra a una función de teatro con la misma naturalidad que lo hace a un recital folclórico o a una presentación de la orquesta Sinfónica.
inicia sesión o regístrate.
Desde los primeros días de marzo Víctor Manuel Agüero es el nuevo representante del Instituto Nacional del Teatro (INT) en Salta.
Entre sus actividades este teatrista realizó distintos trabajos actorales, además es investigador en ese campo, iluminador teatral y es uno de los autores del “Anuario Teatral de Salta del 2004 al 2009”. También es licenciado en gestión y producción teatral y es profesor de historia.
Su último trabajo en nuestro medio, antes de asumir su cargo, fue a fines del año pasado cuando interpretó a Oberto en “Popesku debe morir” con el Grupo de Investigación Teatral (GIT).
Agüero, quien obtuvo el cargo a través de concurso público de antecedentes y oposición, reemplazó a Cristina Idiarte quien cumplió dos mandatos al frente de esa representación nacional.
En los próximos cuatro años Agüero se propone que el salteño rompa con sus prejuicios y concurra a una función de teatro con la misma naturalidad que lo hace a un recital folclórico o a una presentación de la orquesta Sinfónica.
¿Cuál es el análisis que realiza sobre la realidad del teatro salteño?
El mapa teatral es bien complejo, hay una nueva generación de grupos que está surgiendo. Tenemos diferentes ofertas, pero en Salta el teatro necesita crecer. Hay desde propuestas comerciales como las del Teatro del Huerto y la Fundación Salta hasta las del teatro independiente.
Siempre se discute en el medio cómo hacer para llevar la gente al teatro...
Queremos darle una mayor visibilidad a la actividad y buscar los espacios para que el público conozca lo que se hace.
¿Pero cómo trabajar cuando hay salas que no están en condiciones?
Estamos preparando un relevamiento y un diagnóstico. A través de la gestión colectiva de algunos grupos podemos empezar a pedir subsidios para las salas. En este momento hay tres salas subsidiadas: El Teatrino, La Ventolera y el Salón Auditórium. Hay que sumar espacios nuevos para que los grupos tengan mayor acceso y puedan trabajar con un borderaux de 70- 30 y no un fijo, sino se hace imposible. Si la sala esta subsidiada el teatro independiente puede acceder desde otro lugar.
¿Pero en Salta, se puede vivir del teatro?
Hay un pequeño sector que trabaja de manera profesional y vive de esto, los que hacemos teatro en Salta no tenemos el trabajo exclusivo del teatro y nos dedicamos a otras áreas. La idea es mejorar la calidad de los productos y generar un campo de trabajo nuevo que permita meterse de lleno en la actividad. Nuestro objetivo es darle una mayor visibilidad a la actividad, que la gente sepa dónde se puede ir a ver teatro.
¿Por qué el salteño no va al teatro?
Es una cuestión cultural estructural, están muy legitimados otros lenguajes como el folclore o la literatura, pero el teatro no es un lenguaje legitimado. Queremos trabajar en conjunto para que tengamos, no sé si un elenco estable, pero sí tal vez algún tipo de proyecto donde la comunidad teatral tenga acceso a un elenco que pueda trabajar de manera más oficial avalado por las instituciones y que pueda adquirir legitimidad y mayor profesionalismo. Hay un ballet folclórico, uno de danzas y una orquesta estable. Están legitimados y el teatro aún no. Queremos que el teatro tenga toda la visibilidad posible.