Rubén Arenas [email protected]
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A la mayoría de los adjudicatarios de terrenos en el predio de la urbanización Pereyra Rozas, el sueño de la casa propia que construyen a través del plan Procrear se le está haciendo cada vez más cuesta arriba. Solo unos cuantos podrán terminar sus viviendas hasta fin de año, con el agravante de que para lograrlo tendrán que embarcase en tres préstamos hipotecarios. La situación se complicó porque la Provincia no cumplió en tiempo y forma con las obras de infraestructura (luz, cloaca y agua), lo que trajo aparejado el atraso en la construcción de las viviendas y los que alquilan deberán afrontar, además, un gasto extra en el pago de las rentas.
Pero el problema para los beneficiarios se agrava más aún por el hecho de que el monto original del préstamo hipotecario del plan Procrear quedó desfasado por la inflación y el elevado aumento de los costos de la mano de obra. El reclamo de los vecinos no fue escuchado por la Nación y la Provincia y, por ese motivo, iniciaron un plan de lucha con cortes de calles y avenidas. Lo que pedían era que el Gobierno local se haga cargo de lo que le corresponde y que la Nación actualice los montos de los créditos.
Nicolás Maggio, vocero de los adjudicatarios, explicó que las obras de luz, cloaca y agua debían estar listas en marzo de 2016, pero por las razones expuestas no pudieron empezar las construcciones. Para liberar los fondos, Procrear exige en todos los casos que el predio cuente con esos servicios esenciales. "El préstamo fue otorgado a valores de 2014 cuando el costo de la mano de obra oscilaba entre cuatro y cinco mil pesos y hoy esos montos se triplicaron", expresó Maggio a El Tribuno. Dijo que parte del préstamo de 650.000 pesos para la construcción de viviendas -de hasta 70 metros cuadrados- comenzó a ser liberado recién a partir de octubre del año pasado. De ese monto, $125.000 fueron destinados a la Provincia para el pago del terreno de 10x20 m.
Frente al reclamo de los adjudicatorios, el Gobierno provincial ofreció un préstamo de 125 mil pesos pagaderos en cinco años a una tasa baja y lo propio hizo Procrear, hasta un monto de $200.000, en los mismos términos.
"Para acceder al crédito de la Provincia no hay problemas, pero en el caso de Procrear nos ponen como condición que tengamos un avance de obra del cincuenta y cinco por ciento, y en estos momentos son muy pocos los que pueden cumplir con ese requisito. Una prueba de esto es que la mitad de los beneficiarios ni siquiera empezó a construir", señaló Maggio.
El vocero sostuvo: "Para terminar nuestras viviendas tendríamos que embarcarnos en tres préstamos por montos que superarían los 15 mil pesos por mes, sin contar la renta de los alquileres que pagamos".
Otras complicaciones
Maggio además explicó que entre enero y febrero el avance de obras se complicó más aún por las permanentes lluvias, lo que impidió el ingreso y salida de los camiones que transportan los materiales. También el informante indicó que en su caso y el de otros vecinos de la manzana 605 C, en los próximos días tendrán que interrumpir las construcciones por las obras de asfalto y cordón cuneta que se están realizando. "En la reunión que mantuvimos con las autoridades provinciales, estas se comprometieron a darnos una compensación cuando ocurran estos imprevistos y esperamos que los cumplan", dijo.
Facundo Galíndez, otro de los afectados por la situación de Pereyra Rozas, aseguró que la mayoría de los adjudicatarios se encuentra en un callejón sin salida y sospecha que muchos podrían renunciar a este emprendimiento. "La inflación nos comió el préstamo original. La Nación hizo oídos sordos al reclamo para que nos actualizaran los montos y lo propio hizo la Provincia, que fue la principal responsable de que no pudiéramos iniciar las obras en tiempo y forma", dijo. Y agrego: "Ni siquiera contemplaron el problema de las lluvias de estos meses, que atrasó más aún los trabajos porque en estas condiciones no se pueden transportar los materiales de construcción".
Galíndez señaló por otra parte: "Nosotros no tenemos por qué pagar los errores de los otros, porque que si la Provincia hubiera terminado las obras de luz, agua y cloaca en marzo del año pasado, la mayoría hubiera estado ya viviendo en Pereyra Rozas. Sin embargo, ahora estamos aquí penando y no solo tenemos que seguir pagado alquileres, sino embretarnos en dos créditos más para terminar nuestras casas. No es justo".