Por Franco Hessling
[email protected]
inicia sesión o regístrate.
Por Franco Hessling
[email protected]
El primero de abril sube la tarifa de gas, aunque todavía no se informó de cuánto será la primera escala.
Las tardías audiencias públicas para tratar los aumentos dadas en la segunda mitad del año pasado luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación impugnara las subas sancionadas sin esa instancia previa de consulta, legitimaron finalmente los incrementos que fijó el gobierno de Cambiemos. Se determinó que estos rondarían en un 40 por ciento, pero no se precisó cuáles iban a ser los porcentajes de las tres escalas.
A principios de mes se realizó una audiencia en la capital provincial en la que hubo una participación exigua y que sirvió como paso insoslayable para que la suba que se aplicara desde el mes próximo no sea considerada irregular. Pese a los argumentos en contra del nuevo aumento, sumado a los ya realizados en 2016, el pedido empresarial fue aprobado y regirá a partir de los próximos días.
Conforme a los cálculos del Defensor del Pueblo de la Provincia, Nicolás Zenteno, el aumento que se aplicará desdoblado en tres partes totalizará una suba que oscila el 40%. Como se dijo, la primera recarga se consustanciará en abril, la segunda será en octubre próximo y se completará con un último incremento en abril de 2018. No está claro de qué manera se dividirán los tres aumentos que sumarán una suba en el orden del 40% para usuarios particulares.
Se anticipa que el nuevo cuadro tarifario que se completará recién dentro de un año, con el tercer aumento, podría dividirse en incrementos proporcionales. De confirmarse esa presunción, la suba que regirá a partir de los próximos días estará por arriba del 10%. Habrá precisiones al respecto solo después de que el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) publique la resolución con los nuevos cuadros tarifarios.
“Con un aumento del 10%, el precio del gas quedaría en los mismos niveles que los que el año pasado fueron suspendidos luego a través de un amparo. Por lo tanto, habrá que ser muy medidos en el consumo”, afirmó Zenteno. Los aumentos en las tarifas de servicios públicos desde la asunción de Cambiemos -agua, luz y gas- se encuentran por encima de la inflación estimada el año pasado -alrededor de 40%-, y aún más lejanos de los acuerdos salariales pactados en 2016.
El Defensor del Pueblo añadió que “lo que me dejó más preocupado en la última audiencia pública fue que hay una resolución para subvencionar la producción de gas no convencional que deja de lado a los procesos de Salta”, y luego completó: “Lo que nosotros planteamos es que se les brinden las mismas condiciones a las empresas locales que las que se las ofrecen a los productores del sur”.
Zenteno explicó que las decisiones estratégicas del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, que entre otras cosas tienen que ver con aumentar la importación de gas desde Bolivia, pueden ser positivas para el país en su conjunto pero afectan a Salta porque evitan enfocarse en las inversiones exploratorias, determinante para la reactivación de los enclaves hidrocarburíferos del departamento San Martín.
“Nos preocupan los pozos petroleros de Salta, lo que se presenta como bueno para la Argentina es malo para Salta, la falta de inversión en el norte pone en riesgo muchos puestos de trabajo”, aseveró el funcionario. El Ejecutivo nacional ha centrado su planificación en el desarrollo de Vaca Muerta, en Neuquén.
Caída del consumo
En cuanto a los usuarios residenciales, Zenteno opinó que el gas ya es caro y que cualquiera que sea el aumento redundará en más dificultades para las familias consumidoras. El propio Gobierno reconoció que el año pasado el consumo cayó un 18%. Según los datos publicados por el Gobierno a principios de este mes, en 2016 los hogares argentinos consumieron 17,1 millones de metros cúbicos, poco más de un 18% menos que los 20,9 millones que se utilizaron en 2015. Las subas de las tarifas durante el primer año de Cambiemos rondó el 300%.