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Daniela Guantay no fue víctima de un femicidio

Los restos hallados en el río Mojotoro son de la joven de Barrio Juan Manuel de Rosas.
Viernes, 31 de marzo de 2017 00:00

"La investigación nos está llevando hacía otro lado". El fiscal penal Rodrigo González Miralpeix fue directo: por ahora no hay indicios de que Daniela Paola Guantay haya sido víctima de violencia de género, y menos por parte de su expareja.

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"La investigación nos está llevando hacía otro lado". El fiscal penal Rodrigo González Miralpeix fue directo: por ahora no hay indicios de que Daniela Paola Guantay haya sido víctima de violencia de género, y menos por parte de su expareja.

Ayer el fiscal penal confirmó, con los estudios de ADN en mano, que los restos óseos hallados el 7 de marzo en el río Mojotoro son de la joven desaparecida el 28 de febrero. A la primera que informó fue a la madre de la joven, Verónica Guantay.

En diálogo con El Tribuno, el fiscal penal González Miralpeix confirmó que hasta el momento al menos 20 personas atestiguaron en la causa.

"Tenemos un montón de testigos, de los cuales ya han declararon 20", señaló. En los próximos días seguirán siendo citadas otras personas.

Varios sospechosos

"Por ahora no está establecida la autoría (de la muerte de Daniela), por lo tanto no podemos hablar de femicidio", remarcó González Miralpeix.

Con los testimonios y las pruebas relevadas, la desaparición y muerte de la joven de 22 años la están "trabajando como homicidio, hasta este momento", añadió.

El fiscal penal explicó: "Hay sospechosos pero nos faltan afinar datos (para avanzar sobre detenciones u otras medidas)".

En los días sucesivos a la desaparición de la joven, hubo quienes intentaron involucrar a la expareja de Daniela, algo que el fiscal desechó ayer. "No, la expareja no; la investigación nos está llevando hacía otro lado", insistió.

La desaparición

El 28 de febrero, Daniela salió de su casa, en el barrio Juan Manuel de Rosas, en la zona norte de la capital. En la vivienda habían quedado sus tres pequeños hijos y Verónica Guantay, su mamá.

Pasaban las horas y ella no regresaba. La madre comenzó a preocuparse y al día siguiente fue a la Policía a denunciar su desaparición, pero, según dijo la mujer, en ese momento no quisieron tomarle la denuncia y le recomendaron que esperara, que ya iba a volver.

Pero eso no sucedió y recién dos días después, luego de llamar al 911, la madre pudo denunciar su desaparición y con ello iniciar el operativo de búsqueda desde la Policía.

Algunos vecinos le contaron que la habían visto el miércoles 1 de marzo, caminando hacia el río Mojotoro, junto a su pareja.

La madre dijo, entonces, que su hija había denunciado varias veces a su pareja por violencia de género. Y con eso la sospecha de un posible femicidio tomó forma y fuerza.

Hallazgo

El 7 de marzo, cerca de las 13.30, dos vecinos del barrio Juan Manuel de Rosas vieron restos humanos sobre una de las orillas del río Mojotoro. Sin perder tiempo avisaron a la Policía y un gran despliegue de efectivos y de peritos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales se hizo sobre el terreno pedregoso, cubierto de arbustos y malezas, a poco más de 50 metros de las últimas viviendas.

El cuerpo no estaba entero debido al paso de los días y probablemente a la intervención de animales. Los peritos levantaron un cráneo, parte de la columna vertebral y cabello. También había prendas de vestir, que la madre de Daniela reconoció apenas las vio.

La mujer no tenía dudas de que era su hija, pero para la Fiscalía Penal debía existir una identificación científica, y por ello se tomaron muestras de ADN a su familia y se cotejaron con los hallados en el cadáver.

Ayer, el fiscal González Miralpeix confirmó a la madre que es su hija e inició los trámites para entregarle el cuerpo.

 

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