La "grieta" educativa es un problema mucho más profundo que los meros malos resultados. La educación como responsabilidad del Estado es "la igualdad de oportunidades", según la definición del ministro Bullrich. Esa igualdad se logra si todos los estudiantes, cualquiera sea su origen social y el nivel de ingresos de su familia, pueden acceder a una escuela de calidad.
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La "grieta" educativa es un problema mucho más profundo que los meros malos resultados. La educación como responsabilidad del Estado es "la igualdad de oportunidades", según la definición del ministro Bullrich. Esa igualdad se logra si todos los estudiantes, cualquiera sea su origen social y el nivel de ingresos de su familia, pueden acceder a una escuela de calidad.
En los fundamentos del Plan Maestro se menciona, como paradigma, el modelo escolar escandinavo, donde "el hijo del tornero va a la misma aula que el hijo del dueño de la fábrica".
Según el Gobierno nacional, el debate salarial no puede eclipsar la cuestión de fondo.
Las metas educativas apuntan a un aumento en la comprensión de textos, en el cálculo matemático y en el desarrollo de conocimientos adecuados a la época.
El Plan Maestro y los malos rendimientos en las pruebas Aprender fueron parte esencial de la agenda de los ministros en la reunión del Consejo Federal desarrollada en Salta.
El encuentro fue casi hermético para la prensa.
El conflicto docente con epicentro en Buenos Aires presenta un contenido político que el ministerio prefiere eludir, para centrarse en el Plan.
Otra de las razones del silencio es el acuerdo con los gobernadores para que los malos resultados de los alumnos no los castiguen políticamente.
"No podemos ofrecer en el siglo XXI una escuela del siglo XIX", dijo ayer Bullrich. La "revolución educativa" que propone el Gobierno nacional, expresada en el Plan Maestro, contiene 108 puntos.
Entre ellos se destacan:
Jornada extendida: seis horas diarias de actividad en el aula para los alumnos y dos horas institucionales para los maestros en el 100% de escuelas en 2026.
Deserción escolar: el abandono en la escuela secundaria es hoy de 50%; el plan propone reducirlo al 15% en diez años.
Instituto de evaluación: sistematizar la información y la evaluación educativa integrales a través de un instituto que funcionaría en 2021.
Formación docente: se creará un nuevo sistema de formación docente, con nivel universitario, que entraría en funcionamiento en 2021.
Carrera directiva: también en 2021 se aspira a que el 100% de los directivos y supervisores se hayan actualizado y hayan incorporado capacitación en liderazgo.
Información: para 2021, el 100% de las escuelas estatales deberían tene conexión a internet.
Articulación: para 2021, el 70% de las universidades nacionales desarrollarán planes comunes con escuelas secundarias. Los estudiantes podrán transitar por el sistema de educación superior con un reconocimiento automático de su trayectoria formativa previa.
Salita de 3: garantizar la cobertura universal del nivel inicial desde los tres años.
Evaluación Aprender: para 2021 todos los alumnos del nivel secundario deben superar el Nivel 1 en Lengua, Matemática y Ciencias.
Educación bilinge: para 2026 el 50% de los docentes serán bilinges. Además de castellano, deberán dominar el inglés, el portugués o un idioma de un pueblo originario de acuerdo a la provincia. Se considera que el manejo de dos idiomas no solo ofrece beneficios prácticos sino que mejora el rendimiento global del alumno.
Un sitio para docentes: se proyecta un sitio de internet para docentes, con herramientas para mejorar la enseñanza de Matemática.