Las Federaciones de Argentina y Uruguay recibieron este martes la comunicación oficial de FIBA que el proyecto de organización conjunta del Mundial 2023 pasó el corte y avanzó de fase en el proceso para convertirse en sede. Así lo informó la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB), para seguir alimentando el sueño y la ilusión de volver a tener un torneo ecuménico en la Argentina.
En esta instancia, la propuesta rioplatense competía frente a fuertes opciones como Filipinas-Indonesia, Japón, Australia, Alemania, Turquía y Rusia, aunque todavía no se conoce quiénes pasaron el corte.
Federico Susbielles, presidente de CABB, manifestó que está “muy feliz” porque trabajaron “con mucha seriedad y profesionalidad en búsqueda de este objetivo”.
“Ser finalistas es un logro en sí mismo y nos compromete a trabajar aún con más fuerza y compromiso en la búsqueda de la concreción de este sueño”, remarcó. Por su parte, Ricardo Vairo, presidente de la Federación Uruguaya, señaló: “Estamos muy contentos y conscientes de la responsabilidad que implica superar la siguiente y última etapa. La idea de un Mundial organizado en conjunto con Argentina significa una gran oportunidad para el desarrollo del básquet nacional y la marca país”.
Las próximas etapas fijadas por FIBA en el proceso de adjudicación de la candidatura comprenden de un workshop a realizarse en la Ciudad de Buenos Aires en el transcurso de mayo. Por su parte, la presentación definitiva del archivo de candidato será en agosto, mientras que la visita final a Argentina y Uruguay de parte de las máximas autoridades y del comité de evaluación de FIBA será a finales de octubre.
El anuncio de la sede mundialista se realizará cerca de fin de año. La última vez que Argentina fue sede de un Mundial fue en 1990 y en esa ocasión Salta fue elegida como subsede.
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Las Federaciones de Argentina y Uruguay recibieron este martes la comunicación oficial de FIBA que el proyecto de organización conjunta del Mundial 2023 pasó el corte y avanzó de fase en el proceso para convertirse en sede. Así lo informó la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB), para seguir alimentando el sueño y la ilusión de volver a tener un torneo ecuménico en la Argentina.
En esta instancia, la propuesta rioplatense competía frente a fuertes opciones como Filipinas-Indonesia, Japón, Australia, Alemania, Turquía y Rusia, aunque todavía no se conoce quiénes pasaron el corte.
Federico Susbielles, presidente de CABB, manifestó que está “muy feliz” porque trabajaron “con mucha seriedad y profesionalidad en búsqueda de este objetivo”.
“Ser finalistas es un logro en sí mismo y nos compromete a trabajar aún con más fuerza y compromiso en la búsqueda de la concreción de este sueño”, remarcó. Por su parte, Ricardo Vairo, presidente de la Federación Uruguaya, señaló: “Estamos muy contentos y conscientes de la responsabilidad que implica superar la siguiente y última etapa. La idea de un Mundial organizado en conjunto con Argentina significa una gran oportunidad para el desarrollo del básquet nacional y la marca país”.
Las próximas etapas fijadas por FIBA en el proceso de adjudicación de la candidatura comprenden de un workshop a realizarse en la Ciudad de Buenos Aires en el transcurso de mayo. Por su parte, la presentación definitiva del archivo de candidato será en agosto, mientras que la visita final a Argentina y Uruguay de parte de las máximas autoridades y del comité de evaluación de FIBA será a finales de octubre.
El anuncio de la sede mundialista se realizará cerca de fin de año. La última vez que Argentina fue sede de un Mundial fue en 1990 y en esa ocasión Salta fue elegida como subsede.