Por Cristina Carrazan
inicia sesión o regístrate.
Por Cristina Carrazan
Un megaoperativo de Gendarmería Nacional, de la Aduana y la AFIP terminó con solo algunas pruebas del contrabando de granos en la frontera norte, pero sin detenidos ni el secuestro de las cientos de toneladas de granos que se esperaban obtener.
La principal sospecha por el magro resultado es que alguien delató la magnitud, la fecha y el lugar donde se iban a realizar los 12 allanamientos simultáneos que desplegaron la fuerza y los organismos de control en Profesor Salvador Mazza, ayer, desde casi las 6 hasta las 18.
Los vecinos de la fronteriza localidad de Profesor Salvador Mazza se vieron sorprendidos por el impresionante despliegue de efectivos de la Gendarmería Nacional, estimados entre 150 y 250, llegados al norte desde Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Orán y el departamento San Martín.
A primera hora de la mañana de ayer, Unimog, camionetas, Trafic y autos se estacionaron en distintos domicilios, bajaron decenas de gendarmes, a quienes se sumaron agentes de Aduana y AFIP, e iniciaron una serie de allanamientos en viviendas particulares que colindan con la quebrada internacional Salvador Mazza-Pocitos y de otras oficinas comerciales ubicadas en la avenida San Martín, el principal acceso a la localidad fronteriza.
Los allanamientos de la fuerza federal, a la que se sumaron personal de la Aduana y de AFIP-DGI fueron ordenados por el Juzgado Federal de Orán en el marco de las investigaciones por infracción a la Ley 22.415 que reprime el contrabando de mercadería con fines de exportación y que en la zona se concentra básicamente en el contrabando de granos hacia Bolivia.
En Salvador Mazza este contrabando se transformó en una fuente de trabajo para miles de bagayeros, ya que el traspaso del grano de un país al otro se realiza embolsando el cargamento que llega a granel, en camiones, y trasladando las bolsas a pie por pasos ilegales en la quebrada internacional.
Una particular región
Las localidades de Salvador Mazza, del lado argentino, y San José de Pocitos y Yacuiba, en territorio boliviano, están separadas por la quebrada internacional, un accidente geográfico que en varios puntos de su extensión presenta pocos inconvenientes para ser cruzado por camiones o por un ejército de bagayeros que van y vienen con sus carritos.
Ese curso de agua, que en ciertas épocas está casi seco, bordea esas tres localidades separadas una de otra por pocos metros de distancia.
En el caso de Salvador Mazza varias viviendas -algunas de las cuales fueron allanadas ayer- tienen el patio sobre la quebrada internacional, por lo que sus moradores no necesitan recurrir a pasos no habilitados para que las unidades de transporte -propias o de terceros- entren o salgan de suelo argentino. Con dirigirse hacia el patio, salir por un portón lateral y transitar unos pocos metros, los camiones ya están del lado boliviano.
Eso facilita que estas unidades de transporte salgan de territorio argentino con mercaderías, combustibles o granos de contrabando; pero también que transporten precursores químicos hacia Bolivia y, lo más peligroso, que desde el vecino país ingresen cargamentos con cocaína u otras drogas.
El juez federal subrogante de Orán, Gustavo Montoya, explicó que como resultado de los allanamientos "fueron clausurados varios depósitos de mercaderías y con los organismos como la AFIP se realizará la determinación de las deudas tributarias de estos comerciantes", precisó.
Montoya confirmó que "no se produjeron detenciones, ya que no hubo ningún tipo de resistencia a las órdenes judiciales impartidas por este juzgado".
Las viviendas allanadas pertenecen a conocidos comerciantes dedicados a la exportación de mercaderías y de granos, y a pesar del hermetismo de las investigaciones El Tribuno conoció que serían de apellido Jaramillo, Sarmiento (cuyo patio de la vivienda llega a la quebrada) y Herrera.
A pesar de que los gendarmes ingresaban a los depósitos y a las viviendas con una orden de allanamiento por supuesta infracción a las leyes aduaneras pero también de estupefacientes (23.737) en los procedimientos no hallaron almacenadas sustancias prohibidas ni precursores químicos, salvo dos o tres plantas de marihuana que serían utilizadas para el consumo personal de personas relacionadas con la actividad de estos fuertes comerciantes -algunos de ellos dueños de una decena de camiones de gran porte- dedicados a la exportación.