María de los Ángeles Rojas [email protected]
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El programa "Educar para la paz", dependiente del Ministerio de Derechos Humanos y Justicia de la Provincia, ya se está implementando en doce escuelas de la ciudad con la participación activa de referentes del ámbito educativo, el Servicio Penitenciario, el Foro de Intendentes, centros vecinales y organizaciones no gubernamentales. Ellos son los receptores de un modelo que apunta a la prevención del conflicto y a la mediación como solución cuando ya los problemas estén creados.
El secretario de Métodos Alternativos de Resolución de Conflictos, Gustavo Skaf, le explicó a El Tribuno que el diseño del programa se sustentó en las buenas experiencias resultantes de la actividad de los 70 centros comunitarios de mediación que funcionan en la provincia. Destacó que Salta posee un dispositivo aceitado para la resolución pacífica de conflictos y que se ha convertido en pionera y referente en la materia, tanto en el país como en Sudamérica.
"Somos la única provincia con un gran número de centros comunitarios de mediación y esto posibilita un verdadero acceso a la Justicia a todos los habitantes de la provincia", subrayó. Luego dijo que honrar este trabajo también implica fortalecer la etapa de prevención de los conflictos y no solo abordarlos cuando ya están desencadenados. "Creemos que no hay que esperar a que vengan los conflictos, sino ir en búsqueda de los espacios donde surjan de manera incipiente y formar a las personas con las herramientas que nosotros trabajamos para que sean agentes de cambio. La idea es trabajar en la prevención de manera transversal con los sectores sociales más representativos, a los que enseñaremos las técnicas que nosotros tenemos para identificar los conflictos", detalló Skaf.
Resolución
La implementación en talleres enmarcados en un programa permitirá luego medir la efectividad de lo aprendido y cómo cada participante lo ha puesto en práctica adecuando los saberes adquiridos a sus instituciones y comunidades.
"Se trata de crear sistemas de alerta temprana y no dejar que el conflicto llegue a nuestra puerta", definió Gustavo Skaf. La mediación está asociada a la intervención de una persona u organismo para encontrar una solución cuando dos partes tienen intereses en pugna. Pero, según Skaf, esto "no solo significa que un tercero se siente a mediar entre dos personas, una de las facetas de la mediación, sino que también hay herramientas que pueden ser utilizadas en todos los aspectos de la vida". Acerca de la bajada de conceptos abstractos a la realidad misma de las instituciones, refirió: "Estamos apuntando, por ejemplo, a la comunicación no vidente en el aula, al refuerzo del autoestima, al rol de la familia en el futuro de los jóvenes, al lenguaje no violento, a la formación de internos pacificadores, todo lo que usan nuestros mediadores lo pondremos al alcance de la sociedad y así disminuiremos los estándares de violencia lo más que podamos".
La violencia es el resultado de interacciones sociales difíciles de controlar desde todos los frentes. "En su desencadenamiento están involucrados factores sociales, personales y familiares, entonces la idea es dar lineamientos que tienden a que tengamos un mayor estándar de paz en la sociedad", confió Skaf. Él, inmerso de lleno en el desarrollo del programa, enfatizó que "desde los orígenes de nuestra historia la conflictividad nos es natural, por eso las dos formas de abordaje son importantes, el combate y la prevención de la violencia. Cuando se llega a una mediación es porque el conflicto se ha desencadenado. Ya la prevención brinda una solución más rápida porque lo evita".