Un nuevo escándalo se desató en la Alcaidía General de la Provincia, cuando un preso denunció que su compañero de celda abusó sexualmente de él, el pasado 3 de abril, durante el horario de la cena.
El caso se hizo público ayer, cuando la investigación del caso está en manos de un fiscal del Ministerio Público.
“Es un hecho que sucedió el 3 de abril y que fue detectado por el personal del Servicio Penitenciario al otro día, durante un servicio de rutina”, explicó el secretario de Políticas Penales, Pablo Alavila
Ese día, en el horario de la cena, la mayoría de los detenidos cuyas causas aún están siendo investigadas, salió de las celdas para ir al comedor a cenar.
Un detenido decidió quedarse y lo mismo hizo su compañero. Los guardiacárceles no sospecharon nada ya que, si bien casi todos van a tomar su cena, de vez en cuando alguno de los detenidos prefiere quedarse en su lugar de reclusión.
Incluso cuando terminó el tiempo que disponen para comer en la noche y todos regresaron a sus lugares, tampoco advirtieron que algo hubiera sucedido en ese ínterin.
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Un nuevo escándalo se desató en la Alcaidía General de la Provincia, cuando un preso denunció que su compañero de celda abusó sexualmente de él, el pasado 3 de abril, durante el horario de la cena.
El caso se hizo público ayer, cuando la investigación del caso está en manos de un fiscal del Ministerio Público.
“Es un hecho que sucedió el 3 de abril y que fue detectado por el personal del Servicio Penitenciario al otro día, durante un servicio de rutina”, explicó el secretario de Políticas Penales, Pablo Alavila
Ese día, en el horario de la cena, la mayoría de los detenidos cuyas causas aún están siendo investigadas, salió de las celdas para ir al comedor a cenar.
Un detenido decidió quedarse y lo mismo hizo su compañero. Los guardiacárceles no sospecharon nada ya que, si bien casi todos van a tomar su cena, de vez en cuando alguno de los detenidos prefiere quedarse en su lugar de reclusión.
Incluso cuando terminó el tiempo que disponen para comer en la noche y todos regresaron a sus lugares, tampoco advirtieron que algo hubiera sucedido en ese ínterin.
Detección y denuncia
Fue al otro día, el 4 de abril, cuando los celadores realizaban un control de rutina advierten que un interno tenía excoriaciones en ambas muñecas y golpes en la espalda, lesiones que el muchacho no pudo explicar en qué momento las había recibido ni en qué circunstancias.
Ante esto, como medida preventiva, fue sacado de la celda y ante la insistencia del personal uniformado, el joven pidió hablar con profesionales del Servicio Penitenciario.
Fue en el contexto de esa entrevista que dijo que la noche anterior había sido abusado sexualmente por su compañero de celda -quien sería de apellido Garnica-, cuando todos se habían ido a cenar. En ese momento pidió hacer la denuncia policial formal.
Ante esto, se solicitó la presencia de efectivos de la comisaría con jurisdicción en la zona, quienes le tomaron la denuncia al detenido.
Según la víctima, cuando quedaron solos su compañero de celda logró reducirlo y bajo amenazas abusó de él.
Tras registrar sus dichos, miembros del equipo médico forense tomaron pruebas y examinaron al muchacho.
La causa quedó caratulada como “abuso sexual con acceso carnal” y, a dos semanas del hecho, la Fiscalía interviniente mantiene esa tipificación del hecho.
Investigación
Alavila explicó que está en marcha la investigación de lo que sucedió en la celda de la Alcaidía.
Varios aspectos generan dudas sobre lo sucedido esa noche del 3 de abril.
Uno de ellos es de qué se valió el agresor para reducir a su compañero de celda. Tampoco los guardiacárceles declararon haber escuchado gritos, pedidos de auxilio por parte de la víctima o ruidos de golpes.
“Es extraño porque si bien la mayoría de los celadores acompañan a los detenidos a la cena, siempre quedan uno o dos controlando el sector de celdas”, señaló Alavila.
Si bien no es común, esta no es la primera denuncia de abuso sexual de un preso a otro dentro de la Alcaidía.
Alavila recordó que el año pasado un preso denunció que otro lo había invitado a su celda para charlar. Sin embargo, poco después de ingresar a esa habitación, su supuesto anfitrión terminó abusando sexualmente de él. Cuando pudo zafar de la situación, la víctima hizo la denuncia ante las autoridades del lugar y de la policía.
Fueron separados
Apenas el interno detenido en la Alcaidía denunció que había sido abusado por su compañero de celda, ambos fueron separados, incluso de edificio.
Hoy la víctima permanece en el centro de detención que está en la Ciudad Judicial, mientras que el denunciado fue llevado a una celda de la cárcel de Villa Las Rosas, confirmó ayer el secretario de Políticas Penales, Pablo Alavila.
El funcionario provincial contó, además, que el hombre que hizo la denuncia había llegado a la Alcaidía en febrero de este año, luego de que fuera acusado de cometer delitos contra la propiedad privada (robo).
En cambio, su agresor estaba bajo arresto desde noviembre del año pasado por delitos contra la propiedad privada y, además, resistencia a la autoridad.
Las causas de ambos están en plena etapa de investigación por parte de las Fiscalías Penales.