¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20°
19 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Espiados y allanados por el caso de una narcoencomienda

La familia de una joven maestra cargó culpas contra el Correo Argentino, que no corroboró la identidad de la mujer remitente.
Sabado, 22 de abril de 2017 00:00

"Todavía no podemos sobreponernos al terror que sufrimos cuando varios patrulleros de la Policía Federal se estacionaron frente a nuestro domicilio, cerraron la calle y nos allanaron la casa", aseguró ayer Silvia Guerrero, una mujer madre de 9 hijos que habita una humilde propiedad en el barrio Maravilla de Orán.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

"Todavía no podemos sobreponernos al terror que sufrimos cuando varios patrulleros de la Policía Federal se estacionaron frente a nuestro domicilio, cerraron la calle y nos allanaron la casa", aseguró ayer Silvia Guerrero, una mujer madre de 9 hijos que habita una humilde propiedad en el barrio Maravilla de Orán.

La prolífica mamá, en diálogo con El Tribuno, relató que el 10 de abril salió a atender la puerta y se dio con un grupo de policías federales al mando del comisario Carlos Nickler, que respetuosamente le leyó la orden de allanamiento punto por punto y le hizo conocer además que la firmaba el juez federal de Tierra del Fuego Federico Calvetti.

"A pesar de lo dramática que resulta una medida así, en tu propia casa, fue un procedimiento muy respetuoso de las personas que allí nos encontrábamos y, de a poco, al transcurrir los minutos y no hallar nada, ni siquiera un rastro, la policía hizo ingresar a los canes antinarcóticos.

Gracias a Dios no tenemos nada que ocultar y la medida judicial se realizó sin contratiempo", dijo la mujer.

"Lamentablemente la orden solicitaba la detención mi hija mayor, quien según el jefe policial estaba involucrada supuestamente en un narcoenvío. Mi hija, una maestra recién recibida, salió esposada de aquí mientras no sabíamos qué es lo que pasaba.

Poco después nos enteramos que durante 28 días habíamos sido espiados por la Policía Federal y quizá por otra fuerza, y a pesar de que la policía no indicó ninguna sospecha sobre los integrantes de mi familia el juez del "fin del mundo' ordenó el allanamiento".

La medida judicial se llevó a cabo el pasado 10 de abril, cuando efectivos de la Policía Federal irrumpieron en el barrio Maravilla.

La narcoencomienda

La encomienda había llegado a fines de marzo a la ciudad de Ushuaia, pero fue retenida por una fuerza federal en los depósitos del Correo Argentino.

Desde ese momento se determinó que la encomienda tenía origen en la ciudad de Orán y, según lo registrado, la encomienda fue enviada por C. V. F., hija mayor de Silvia Guerrero, quien relató: "La policía acusó de enviar un equipo de música cargado con cocaína y eso no es verdad, ella nunca envió una encomienda".

Lo que el Correo Argentino registró en esa encomienda es el nombre y el número de DNI de mi hija, que nunca estuvo en el Correo en esa fecha 23 de marzo.

Es imposible que ella lo haya enviado porque ese día nos fuimos con mi familia a Bermejo, desde las 7.40 hasta las 17.30, y pasamos por migraciones.

Aquí no encontraron nada, sin embargo se llevaron detenida a mi hija y estuvo en esa situación por varios días, hasta que pudo declarar a través de una teleconferencia ante el juez de la causa ".

La mamá relató que esa situación quebró psicológicamente a su hija, quien por estos momentos está recibiendo atención profesional.

"Fue muy grave la acusación y lo que sufrimos. En esta casa vivimos mis nueve hijos, yo y un nieto de corta edad, y a todos nos afectó la medida ordenada desde el fin del mundo.

No sabemos qué pasará y estamos aguardando las pericias solicitadas por nuestra defensa, entre ellas está un estudio caligráfico de la firmante del envío, que realizó una firma que no coincide con la registrada por mi hija en todos los lugares donde estampó su rúbrica, como tampoco coincide la caligrafía de la letra".

"Esto no va a terminar así, no nos vamos a quedar de brazos cruzados. Si hay una persona que se hace pasar por mi hija deben detenerla ya, porque puede perjudicar a otra persona. Yo hago responsable a la gente de Correo Argentino, por que todo comenzó allí en esas oficinas", finalizó.

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Temas de la nota

PUBLICIDAD