Madre de una adolescente de 14 años y un varón de 12, durante la última semana y media la mujer pelea por el bienestar de sus hijos. Hace poco más de un año esa misma mamá tuvo que soportar el dolor de perder a su hija mayor, de 16 años, después de una "mala praxis", según le contó a El Tribuno. Curtida tras semejante dolor, está dispuesta a luchar contra viento y marea, contra una sistema social desigual, donde muchas veces la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad nada parecen tener que ver con los principios básicos de las personas. Su hija, la única mujer que le queda, fue y es amenazada por compañeras de su ahora excolegio porque "las descubrió con bolsitas con droga" en el baño de la institución.
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Madre de una adolescente de 14 años y un varón de 12, durante la última semana y media la mujer pelea por el bienestar de sus hijos. Hace poco más de un año esa misma mamá tuvo que soportar el dolor de perder a su hija mayor, de 16 años, después de una "mala praxis", según le contó a El Tribuno. Curtida tras semejante dolor, está dispuesta a luchar contra viento y marea, contra una sistema social desigual, donde muchas veces la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad nada parecen tener que ver con los principios básicos de las personas. Su hija, la única mujer que le queda, fue y es amenazada por compañeras de su ahora excolegio porque "las descubrió con bolsitas con droga" en el baño de la institución.
El miércoles 12 del corriente mes la joven ingresó como todos los días al baño del colegio 5021 de Ciudad del Milagro, conocido también como ex Liceo Naval, ubicado en la calle Fragata Libertad sin número, en la zona norte de la ciudad. En el interior del baño estaban algunas de sus compañeras y otras jóvenes pertenecientes a la institución escolar, hasta ese momento nada parecía extraño para la víctima. Sin embargo, una enorme sorpresa la dejó inmóvil por algunos segundos cuando vio que las chicas tenían en sus manos "bolsitas con una sustancia blanquecina". Desde ese momento nada sería lo mismo para la joven.
"Estuvo varios días sin decirme nada, hasta que no aguantó más porque la situación se hizo insostenible, la amenazaron de muerte porque no quiso ser parte de todo eso, la obligaron a vender y se negó", expresó la madre de la adolescente. Luego de ingresar al baño esa tarde, algunas compañeras comenzaron a hostigarla, ese mismo día "ella me contó que a la salida del colegio la amenazaron, después cerca de la iglesia unas chicas también la siguieron para decirle o hacerle algo, ese día mi hija se metió a la iglesia para resguardarse", agregó la madre.
"Desde ese momento comenzaron las broncas, adentro del baño le dijeron que si abría la boca la iban a agarrar y la mataban, días posteriores la siguieron amenazando, no solo personalmente sino también por el celular. Le dijeron que vio cosas que no tenía que ver, es decir fue parte del momento en que se vendía droga adentro del colegio y como no quiso saber nada con tapar ni mucho menos ser parte de eso, la persiguen". La mujer también contó que su hija vio eso sin querer, "entró y las vio, la quisieron involucrar y se negó. Después le quiso comentar a la preceptora pero le restó importancia". La joven dejó de ir al colegio 5021, donde concurría al primero sexto del turno tarde.
"Ella tiene terror"
Luego de inmiscuirse por azar con una realidad que golpea desde hace muchos años a la sociedad salteña y sus distintos rincones, el calvario acosó a la joven por más de una semana y hoy se encuentra "aterrada" y en medio de una enorme incertidumbre. "Ella tiene terror, la amenazaron de muerte y no es para menos. Sabe quiénes son esas chicas, jóvenes que no tienen el apoyo de sus padres, lamentablemente mi hija sabe que esas chicas son capaces de cualquier cosa", contó la madre de la joven, que se negó a ser parte del negocio en el interior del colegio.
"No sé por qué no me decía nada, la hubiera sacado mucho antes de ese colegio. Nunca me imaginé que algo así le podía pasar a mi hija, vivo en Ciudad del Milagro desde siempre y si bien se escucharon comentarios no me imaginé que podía ser cierto", sostuvo. "Si le llega a pasar algo a mi hija, ¿quién me la devuelve después?", preguntó preocupada la mujer. Luego de escuchar el relato de su hija no dudo en acercarse a la comisaría sexta, donde dejó registrado todo lo sucedido desde el momento en que la adolescente "vio algo que no debía ver".
No es la primera vez que un establecimiento escolar de la provincia trascendió por este tipo de situaciones graves y muy preocupantes. Según manifestó la joven víctima de hostigamiento y amenazas por sus compañeras y otras jóvenes que concurren al establecimiento escolar, lo que observó en ese momento fue unas bolsitas con "marihuana picada". La jovencita concurria a primer año en el colegio del barrio.