¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

23°
19 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Solo vos podés hacerlo

Domingo, 23 de abril de 2017 00:00

Por Bernardo Stamateas

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Por Bernardo Stamateas

¿Tenés en tu interior sueños grandes u objetivos que te gustaría alcanzar? Si tu respuesta es afirmativa, sabés que solo vos podés defenderlos y esforzarte por conseguirlos. Por eso, estés en la etapa de la vida en que estés, peleá por lo que querés y no dejes que nadie interfiera con ello. Excepto aquellos que te aman, a la mayoría de la gente, no le interesa tu sueño. Pero a vos sí. Así que a lo que anheles lograr, que suele coincidir con lo que te apasiona en la vida, llenalo de ganas, entusiasmo, pasión. Nadie más lo va a hacer por vos.

Muchos esperan el tiempo correcto, que les llegue el "golpe de suerte" que lo cambie todo de la noche a la mañana. Pero tu tiempo es hoy, no ayer ni mañana. ­El tiempo de tu sueño es ahora!

Para alcanzar un sueño, tenemos que atravesar tres pasos ineludibles, como cita John Hagee: la promesa, el problema y la provisión.

En tu interior necesitás albergar la seguridad absoluta (la promesa que te hacés a vos mismo) de que vas a alcanzar y disfrutar tu sueño. Por lo general, todos elaboramos nuestros sueños sobre la base de la etapa en la que nos encontramos.

Pero muchas veces podés estar "a metros" de la meta pero "a años luz" por tu forma de pensar. ¿Qué significa esto? Que podrías cumplir tu sueño fácilmente, pero tu estructura de pensamiento (casi siempre negativa) te aleja de ello.

Por esa razón, es muy útil tomarte todo el tiempo necesario para determinar cuáles son tus creencias sobre el éxito y la felicidad. Y si te topás con algo que te impide avanzar, desechalo y cambialo por creencias positivas. Mucha gente crece con la idea inconsciente de que no merece cosas buenas. Las creencias correctas nos empujan y movilizan hacia la conquista.

Pero después de la promesa, viene el problema. Esto tiene que ver con los obstáculos que a menudo tenemos que enfrentar para alcanzar aquello que deseamos. El tamaño del problema que surja será de acuerdo con el tamaño del sueño. ¿Soñás con algo grande? Si es así, las piedras en el camino serán grandes. A pesar de ello, nunca abandonés. No te dejés vencer por las dificultades, lo que logrés superar solo te conducirá a un nivel de fortaleza y voluntad aún mayor. Las crisis nos vuelven personas maduras y responsables.

Y por último, el tercer paso es la provisión. A veces nos agotamos pensando cómo vamos a hacer para costear un proyecto. No deberíamos desesperar, por difícil que parezca la situación, porque Dios ya ha dispuesto que todo lo que precisamos para obtener lo que soñamos llegue a nuestras manos, de una manera u otra.

El sueño que vive dentro de vos fue diseñado especialmente y te pertenece. Jamás podrías soñar algo que no fueras capaz de alcanzar. Pero es fundamental comenzar pensando como lo hacen los triunfadores. Sabiendo que tenemos todo lo necesario para llegar a la meta y nunca dejando de crecer. El verdadero crecimiento incluye tanto aprender (incorporar cosas nuevas), como desaprender (remover hábitos viejos que no nos sirven).

Aunque parezca mentira, a veces desaprender es más difícil que aprender porque lo viejo tiende a reproducirse, hasta que no lo reconocemos y nos deshacemos de ello por completo.

No importa cuál sea tu situación actual, si tenés un sueño grande, seguí adelante y atrevete a creer que un día no muy lejano lo vas a lograr. Animate a hacer todo lo que tengas que hacer en este tiempo.

Liberá al gigante que vive dentro de vos y sorprendete y sorprendé a todos a tu alrededor. Nadie más lo hará por vos. No importa lo que te lleve porque ­tu sueño no tiene fecha de vencimiento!

Si tenés alguna inquietud, podés escribirme a Bernardores [email protected]

 

PUBLICIDAD