La expresidenta Cristina Kirchner volvió hoy a responsabilizar al Gobierno de Mauricio Macri por la delicada situación económica en que se encuentra la provincia de Santa Cruz, al señalar que desde el 2016 la asistencia de la administración central se redujo en un "85 por ciento".
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La expresidenta Cristina Kirchner volvió hoy a responsabilizar al Gobierno de Mauricio Macri por la delicada situación económica en que se encuentra la provincia de Santa Cruz, al señalar que desde el 2016 la asistencia de la administración central se redujo en un "85 por ciento".
A través de una publicación en su cuenta de Facebook, la exjefa de Estado -que antes de ayer fue víctima de un ataque a la residencia santacruceña donde se encontraba junto a su nieta y la gobernadora Alicia Kirchner- recordó que en 2015 el Gobierno kirchnerista salió al rescate de la administración del mandatario provincial Daniel Perlata con una asistencia financiera de 4736 millones de pesos, a fin de que pudiera paliar el déficit que que representó el incremento de la planta estatal en aproximadamente 10.000 trabajadores.
Al analizar las causas que derivaron en la asfixia económica del Gobierno de su cuñada, Cristina Kirchner precisó que durante el 2016 la gestión nacional de Cambiemos redujo los aportes nacionales a 1634 millones, de los cuales 871,4 fueron "retenidos casi automáticamente". "Por ende, los adelantos de coparticipación se transformaron en un salvavidas de plomo", advirtió la líder del Frente para la Victoria, que calculó que la pérdida de aportes nacionales que sufrió Santa Cruz entre 2015 y 2016 rondó el 85 por ciento.
"El saldo es que el año pasado, la provincia recibió un 85 por ciento menos de asistencia que en 2015", puntualizó. "En 2016, la administración de Mauricio Macri no solamente envió menos recursos en concepto de adelantos de oparticipación sino que una vez que ingresaba un adelanto a la provincia, era detraído casi automáticamente", analizó la exmandataria. Cristina y Alicia Kirchner debieron permanecer encerradas en la noche del viernes en la Residencia oficial patagónica en medio de una protesta de empleados estatales que, ante el intento de ingresar a la vivienda, fue reprimida por la Policía provincial con balas de goma y gases lacrimógenos.