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24 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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Entre cerros y yungas, un museo les da vida a Güemes y a la Salta colonial

Al pie de una reserva natural, se levanta el Museo Didáctico de la Gesta Güemesiana y Gaucha.
Lunes, 24 de abril de 2017 18:12
La maqueta recrea una escena de la Primera Invasión Inglesa, en la que Güemes tuvo una destacada participación. Javier Corbalán.
Recreación del Cabildo salteño.
Una de las vistas del Fortín.

Adentrarse en una de las calles de San Lorenzo es el inicio de un viaje a la Salta colonial. Un viaje que los más chicos pueden y deben realizar para conocer y ahondar en nuestra historia.
Al final de la Mariano Moreno, al pie de una frondosa lomada y justo en la entrada a la reserva natural de las Yungas, se erige el Museo Didáctico de la Gesta Güemesiana y Gaucha, inaugurado en 2015.

Está enclavado en el corazón de una vieja casona que resguarda, recelosa y orgullosa, su herencia gaucha, rodeada de una vista imponente y una naturaleza pródiga. 
La casona es, además, la sede del fortín Juan Carlos Dávalos, cuyos integrantes cedieron especialmente las instalaciones para albergar este museo, al cual prodigan un especial cuidado.
Las paredes de adobe, las típicas galerías de estilo colonial y el tradicional patio interno invitan a descubrir la vida de Güemes desde otro lugar. 
En un viaje impensado al ingresar a la casona, la época de la colonia cobra vida. Durante 45 minutos, 16 impactantes maquetas, con un destacado juego de luces y sonido ambiental y una voz en off que relata cada acontecimiento, recrean a la perfección la gesta güemesiana.

Las maquetas se complementan con 14 ploteos, 70 luces dimerizadas y 9 proyectores en un recorrido que impresiona y, por sobre todo, enseña. 
Los detalles de las maquetas asombran por su realismo y minuciosidad, dan cuenta de un sentido estético superior. 
Las tejas del cabildo, la catedral y demás casonas suman más de un millón de pedacitos de papel doblado. 

Cada casita colonial está amoblada por dentro y hasta tiene luz. Hay una notable reconstrucción del Cabildo de seis metros de largo y terminaciones impecables.
Incluso es posible ver cómo eran algunos inmuebles emblemáticos que ya no existen, como la casa natal de Güemes, en Balcarce primera cuadra, adonde hoy funciona una conocida librería.
Arena, durloc, piedras, madera, cartón y demás elementos dan forma al encuentro entre San Martín, Belgrano y Güemes en la Posta de Yatasto, el cruento combate de Puesto del Marqués o el tan necesario pacto de los Cerrillos. También recrean magistralmente la muerte de Güemes en El Chamical y el traslado de sus restos hasta el Panteón de las Glorias del Norte, un año más tarde después de su fallecimiento. Una de las escenas más impresionantes es la toma de la Justina en el Río de la Plata, durante la Primera Invasión Inglesa a Buenos Aires en 1806. Allí Güemes tuvo una destacadísima actuación gracias a su valentía y audacia, siendo simplemente un cadete.

La elaboración de las maquetas llevó varios años y estuvo a cargo de Luis Morales, Manuela, Daniel y Elena Ortiz, bajo la guía histórica y documental de Jorge Virgilio Núñez.
“El amor por las tradiciones y el respeto por nuestro prócer nos permitió poner en valor esta parte de nuestra historia”, dijo Jorge Virgilio Núñez, uno de los hacedores de esta iniciativa e integrante del fortín.

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Adentrarse en una de las calles de San Lorenzo es el inicio de un viaje a la Salta colonial. Un viaje que los más chicos pueden y deben realizar para conocer y ahondar en nuestra historia.
Al final de la Mariano Moreno, al pie de una frondosa lomada y justo en la entrada a la reserva natural de las Yungas, se erige el Museo Didáctico de la Gesta Güemesiana y Gaucha, inaugurado en 2015.

Está enclavado en el corazón de una vieja casona que resguarda, recelosa y orgullosa, su herencia gaucha, rodeada de una vista imponente y una naturaleza pródiga. 
La casona es, además, la sede del fortín Juan Carlos Dávalos, cuyos integrantes cedieron especialmente las instalaciones para albergar este museo, al cual prodigan un especial cuidado.
Las paredes de adobe, las típicas galerías de estilo colonial y el tradicional patio interno invitan a descubrir la vida de Güemes desde otro lugar. 
En un viaje impensado al ingresar a la casona, la época de la colonia cobra vida. Durante 45 minutos, 16 impactantes maquetas, con un destacado juego de luces y sonido ambiental y una voz en off que relata cada acontecimiento, recrean a la perfección la gesta güemesiana.

Las maquetas se complementan con 14 ploteos, 70 luces dimerizadas y 9 proyectores en un recorrido que impresiona y, por sobre todo, enseña. 
Los detalles de las maquetas asombran por su realismo y minuciosidad, dan cuenta de un sentido estético superior. 
Las tejas del cabildo, la catedral y demás casonas suman más de un millón de pedacitos de papel doblado. 

Cada casita colonial está amoblada por dentro y hasta tiene luz. Hay una notable reconstrucción del Cabildo de seis metros de largo y terminaciones impecables.
Incluso es posible ver cómo eran algunos inmuebles emblemáticos que ya no existen, como la casa natal de Güemes, en Balcarce primera cuadra, adonde hoy funciona una conocida librería.
Arena, durloc, piedras, madera, cartón y demás elementos dan forma al encuentro entre San Martín, Belgrano y Güemes en la Posta de Yatasto, el cruento combate de Puesto del Marqués o el tan necesario pacto de los Cerrillos. También recrean magistralmente la muerte de Güemes en El Chamical y el traslado de sus restos hasta el Panteón de las Glorias del Norte, un año más tarde después de su fallecimiento. Una de las escenas más impresionantes es la toma de la Justina en el Río de la Plata, durante la Primera Invasión Inglesa a Buenos Aires en 1806. Allí Güemes tuvo una destacadísima actuación gracias a su valentía y audacia, siendo simplemente un cadete.

La elaboración de las maquetas llevó varios años y estuvo a cargo de Luis Morales, Manuela, Daniel y Elena Ortiz, bajo la guía histórica y documental de Jorge Virgilio Núñez.
“El amor por las tradiciones y el respeto por nuestro prócer nos permitió poner en valor esta parte de nuestra historia”, dijo Jorge Virgilio Núñez, uno de los hacedores de esta iniciativa e integrante del fortín.

Para los chicos
Este museo es una pequeña gran reliquia para los salteños y cuenta con una gran impronta pedagógica. Se trata de un recorrido imperdible para los alumnos y también para los salteños y turistas, por lo ameno de su puesta en escena.

Hasta el momento, el museo contó, en promedio, con la visita de 300 chicos por semana. Y aspiran a que todos los chicos de Salta puedan conocerlo.
Por el momento, permanece abierto solo viernes y sábado y los turnos se otorgan a escuelas y contingentes por al teléfono 155270181.

“El amor por las tradiciones y el respeto por nuestro prócer nos permitió poner en valor la esta parte de nuestra historia. Con la declaración del 17 de junio como feriado nacional, más que nunca los salteños, jujeños y tarijeños tenemos la obligación de conocer quién fue Martín Miguel de Güemes y cómo fue la guerra gaucha durante la independencia. Y digo tarijeños porque tanto Tarija como Salta y Jujuy fueron los territorios más perjudicados por la guerra. Nuestras ciudades soportaron todo el peso de las batallas y quedaron en la ruina”, señaló Núñez.
Actualmente, desde el museo se está gestionando que la atención al público pueda extenderse a todos los días de la semana. “La Provincia nos está dando una gran mano con esto y posiblemente tengamos novedades en breve”, agregó.

Cabe destacar que el museo se erigió con fondos provinciales, municipales y privados.

“Queremos que vengan todos a conocer el lugar y conozcan más sobre la gesta güemesiana. Trabajamos mucho con los maquertistas y con todos los que permitieron que este sueño se hiciera realidad”, dijo por su parte Ernesto Aráoz, presidente del fortín Juan Carlos Dávalos.
En los últimos seis años, la agrupación logró reconstruir la vieja casona con mucho sacrificio. 

Este año se preparan para festejar las bodas de oro de la institución a lo grande. El 4 de junio próximo realizarán una gran celebración.

“Somos un grupo de familias que están unidas por el amor a las tradiciones. Güemes está vivo en este lugar y trabajamos mucho por el fortín. La idea es que este lugar esté al alcance de todos los salteños”, afirmó Aráoz.
 
 

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