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Perpetua para el asesino del enfermero Leopoldo Núñez

Familiares de Núñez se mostraron conformes con la pena impuesta a Franco Corvalán.El homicida pidió disculpas a la familia de la víctima. Quedó probado que mató para robar.
Martes, 25 de abril de 2017 00:00

­Sí! gritaron al unísono los familiares y amigos de Leopoldo Federico Núñez, ayer, a las 13.17. El grito retumbó en todo el recinto. El juez de la Sala VI del Tribunal de Juicio condenaba a Franco Jonathan Corvalán a la pena de prisión perpetua por homicidio calificado criminis causae.

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­Sí! gritaron al unísono los familiares y amigos de Leopoldo Federico Núñez, ayer, a las 13.17. El grito retumbó en todo el recinto. El juez de la Sala VI del Tribunal de Juicio condenaba a Franco Jonathan Corvalán a la pena de prisión perpetua por homicidio calificado criminis causae.

Hubo aplausos, insultos contra el condenado y se escucharon llantos desgarradores por parte de los allegados a Núñez.

"Nadie me va a devolver a mi hermano, una buena persona, solidario", alcanzó a exclamar en medio de un profundo llanto Marcela Gutiérrez, hermana de Leopoldo Núñez.

El magistrado ordenó que Corvalán, sobre el que ya pesaba una condena por homicidio en ocasión de robo, continúe alojado en el penal de Villa Las Rosas y que se le brinde atención psicológica.

También dictaminó que se remitan copias de actuaciones a la Fiscalía Penal correspondiente con relación a la supuesta comisión de encubrimiento agravado y falso testimonio por parte de uno de los testigos de apellido Alfieri.

"Él amaba a los niños, a mis hijos. Nos amaba a nosotros. Hemos sufrido muchísimo con todo esto. Era una película de terror y necesitábamos esto. Yo necesitaba creer en la Justicia para poder seguir viviendo, con mi mamá porque ella estaba muy mal", expresó Cintia Moya, sobrina del enfermero.

Hermanos, sobrinos, compañeros de trabajo y amigos de Núñez se fundieron en largos abrazos tras el veredicto y se retiraron manifestando su conformidad con la condena.

Alegatos

La última jornada del juicio arrancó a las 9.19 con los alegatos del fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Pablo Paz, quien solicitó "la sentencia condenatoria con el máximo rigor de la ley que es la de prisión perpetua" para Corvalán.

"No se trató de un accidente (así lo había declarado Corvalán el viernes pasado). La víctima no se resbaló y cayó dos veces sobre un cuchillo de 13 centímetros. Corvalán se robó absolutamente todo, hasta el auto de la víctima. La vida de "Poli' fue el medio para concretar otro delito. Esa conexión marca un desprecio por la vida", manifestó.

En segundo lugar alegó el abogado querellante Gustavo Guanca. "La teoría de Corvalán resulta burlesca. Esta querella coincide con la pena pedida por el Ministerio Público Fiscal: prisión perpetua. Le causó la muerte con el objetivo de ejecutar un delito: el robo. La víctima fue considerada un objeto, no una persona", sostuvo el letrado.

En tercer lugar, la defensora oficial de Corvalán, Carina Peralta, solicitó la absolución de su defendido o que éste sea condenado por hurto simple aplicándose la pena mínima. "Concretado el servicio (sexual), el imputado solicitó el pago de 800 pesos. Núñez agarró un cuchillo de su propiedad, lo persiguió. Hubo un forcejeo y la víctima resultó con lesiones fatales. La muerte fue un hecho fortuito, accidental", sostuvo.

Mientras la funcionaria pronunciaba su alegato, una mujer, familiar de Núñez, exclamó: ­Que no se atreva ese hijo de p...! Tiene que ir preso! La joven tuvo que ser contenida por otros familiares. Luego se retiraron del recinto.

Al ser consultado por sus últimas palabras, Corvalán aseguró que quería "pedir disculpas a la familia". "No fue mi intención matar a su familiar", dijo, pero sus palabras causaron mayor indignación y llanto entre los allegados a Núñez.

El sábado 3 de septiembre de 2016, el cuerpo sin vida de Leopoldo Núñez fue hallado por su sobrino, Andrés Moya, en su casa del barrio Castañares. Había sido brutalmente asesinado por Corvalán, a puñaladas, principalmente en el cuello. El criminal luego se robó todo lo que halló en la vivienda, hasta el auto de la víctima, con el cual protagonizó un accidente en la calle Alvarado. En octubre fue atrapado en Buenos Aires ya que insertó un chip en el celular Huawei de Núñez. Ese chip estaba asociado a su cuenta de Facebook.

 

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