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No hay detenidos por el cruel asesinato de Jonathan Burgos

El joven, de 19 años, fue ultimado de un ladrillazo en la cabeza. Sus atacantes están libres.Extrañamente, la causa sería por “lesiones leves”, pese al ensañamiento de los agresores.
Miércoles, 26 de abril de 2017 00:00

Silvina Burgos, la mamá de Jonathan Ezequiel, el joven de 19 años asesinado de un ladrillazo en la cabeza en el barrio Castañares por al menos dos individuos, relató a El Tribuno el drama de dolor y tristeza que atraviesa tras el crimen de su hijo.

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Silvina Burgos, la mamá de Jonathan Ezequiel, el joven de 19 años asesinado de un ladrillazo en la cabeza en el barrio Castañares por al menos dos individuos, relató a El Tribuno el drama de dolor y tristeza que atraviesa tras el crimen de su hijo.

"El viernes 31 de marzo, entre las 6.15 y 6.30 de la madrugada, en el barrio Castañares, según lo que tomé conocimiento, porque yo no estaba en el lugar del hecho, mi hijo Jonathan junto con un amigo acompañaron a otro a tomar el colectivo. En el trayecto de regreso a la casa de su abuelo, quien vive en la manzana 32, mientras pasaban por la manzana 31 fueron atacados por detrás por un grupo de personas: un chico de 17 años; Jorge Toconás, que tiene 24 años, y otros más", manifestó la mujer.

"Ese grupo de personas había estado molestando a los vecinos, tirando piedras y pañales sucios toda la noche en la calle", sostuvo.

"Se dijo que el hecho ocurrió en el contexto de una fiesta, lo cual no es cierto", añadió la mujer.

Los vecinos observaron que "el menor y Toconás se acercaron por detrás a mi hijo y su amigo, quienes no se percataron de que les iban a pegar. A Jonathan, el menor le pegó con un ladrillo en la parte derecha de la cabeza. Él trastabilló y mientras trastabillaba recibió otro golpe, un palazo. Cayó al suelo inconsciente", dijo la mujer entre lágrimas.

Los vecinos de la cuadra escucharon ruidos, salieron a ver lo que ocurría y hallaron al joven herido en el suelo, lo socorrieron y corrieron a los agresores para que se fueran del lugar.

"Llamaron a la Policía y la ambulancia, pero no llegaron nunca", aseguró. En esa circunstancias, un tío levantó a Jonathan, lo cargó en un vehículo y lo llevó al hospital San Bernardo.

Gravísimo

El muchacho fue asistido en la guardia de emergencias del hospital.

El diagnóstico era gravísimo: traumatismo encéfalo craneano grave con fractura parieto-

occipital derecho, con pérdida de masa encefálica y hemorragia frontal derecha.

Inmediatamente fue intervenido quirúrgicamente.

Después de la operación, permaneció en terapia intensiva. Sufrió convulsiones. Se le detectó un hematoma subdural. Fue sometido a otra operación pero no hubo caso. Murió el lunes pasado a las 1.40, tras 24 días de agonía.

La madre de la víctima radicó denuncias por el hecho.

Tras la brutal agresión, el menor de edad en cuestión fue demorado pero luego recibió la libertad.

El cuerpo les fue entregado a los familiares el lunes, alrededor de las 17, tras una serie de extensos trámites legales.

"Era un joven completamente sano; todas las complicaciones fueron por el golpe con el ladrillo. Hubo gran ensañamiento. El golpe fue mortal", dijo una chica allegada a la familia.

Vecinos aseguraron que los atacantes sacaron el ladrillo, que tenía puntas filosas, de una casa en construcción.

Jonathan Burgos vivía en el barrio Solidaridad, pero la última semana de marzo había decidido quedarse en la casa de su abuelo, en la manzana 32 del grupo 648 de Castañares, para trabajar con su tío.

Los atacantes, sueltos

"Pido justicia porque el menor fue liberado gracias a la bendita ley. Le cambiaron la carátula a la causa a lesiones leves. Él declaró que estaba tirando piedras y que justo pasó mi hijo y una lo alcanzó", expresó con gran indignación la madre.

"Toconás tenía un pedido de captura pero fue levantado. No está detenido", dijo la señora con relación a otro de los involucrados en la agresión a su hi jo.

Según vecinos de la zona, tras el hecho el menor en cuestión y Toconás se habrían culpado uno al otro, pero los dos continúan libres por las calles.

"Solo queremos justicia. Mi hijo había cumplido 19 años el 18 de abril. Su deseo era festejar con amigos y no pudo hacerlo", finalizó Silvina Burgos visiblemente conmocionada.

El último adiós

Ayer, familiares y amigos de Jonathan se acercaron a darle el último adiós en una casa velatoria del centro. Todos contemplaban desconsolados una fotografía gigante con el escudo de un equipo de fútbol del cual el joven era fanático, que había sido colgada en la puerta de la sala. En la imagen se veía a Jonathan con una remera blanca con rayas y jeans.

"No queremos que su muerte quede impune. Lo atacaron con ferocidad. Quienes lo hicieron deben estar tras las rejas", dijo una amiga del chico.

 

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