La localidad de Santa Victoria Este fue escenario ayer de un nuevo intento de femicidio en la provincia. Una joven de 23 años fue agredida por su pareja, quien en medio de una discusión en presencia de un hijo menor de ambos, le disparó en la cara.
Todo ocurrió ayer en la madrugada, cuando los vecinos del barrio La Pista se despertaron por los gritos de auxilio de la joven y el fuerte sonido de la detonación de un arma.
La pareja había estado inmersa en una discusión que subió abruptamente de intensidad y violencia. Los motivos de la pelea eran ayer objeto de la investigación policial.
Al escuchar el desgarrador pedido de la joven y luego el disparo los vecinos llamaron a la subcomisaría de Santa Victoria Este, advirtiendo que se trataba no solo de una emergencia, sino que podría estar en juego la vida de una persona.
Una patrulla fue hasta el barrio La Pista e irrumpió en la vivienda.
inicia sesión o regístrate.
La localidad de Santa Victoria Este fue escenario ayer de un nuevo intento de femicidio en la provincia. Una joven de 23 años fue agredida por su pareja, quien en medio de una discusión en presencia de un hijo menor de ambos, le disparó en la cara.
Todo ocurrió ayer en la madrugada, cuando los vecinos del barrio La Pista se despertaron por los gritos de auxilio de la joven y el fuerte sonido de la detonación de un arma.
La pareja había estado inmersa en una discusión que subió abruptamente de intensidad y violencia. Los motivos de la pelea eran ayer objeto de la investigación policial.
Al escuchar el desgarrador pedido de la joven y luego el disparo los vecinos llamaron a la subcomisaría de Santa Victoria Este, advirtiendo que se trataba no solo de una emergencia, sino que podría estar en juego la vida de una persona.
Una patrulla fue hasta el barrio La Pista e irrumpió en la vivienda.
El hijo fue testigo
La escena era de una violencia extrema. La joven estaba tendida en el suelo en medio de un charco de sangre.
El muchacho, parado en la habitación, apuntó con su pistola a uno de los efectivos en un vano intento por evitar su arresto.
Todo sucedió delante de un hijo de la pareja -menor de edad-, quien estaba ileso físicamente aunque sufría ya las heridas emocionales de la violencia escena que había presenciado entre sus padres.
El agresor ya tenía antecedentes de violencia contra la muchacha; incluso tiempo atrás había sido excluido del hogar.
Los policías realizaron una rápida maniobra que les permitió reducir al hombre, quitarle el arma y llevarlo detenido al móvil que estaba estacionado en la calle.
La joven tenía signos vitales leves. Pidieron una ambulancia para llevarla al centro médico para que la atendieran.
En la calle, varios vecinos y personas de viviendas más alejadas que se enteraron del episodio permanecían expectantes, entre preocupados y curiosos por el episodio que había alterado la calma del lugar.
Tras ser revisada por profesionales de la salud, la joven fue trasladada de inmediato al hospital Juan Domingo Perón de Tartagal. Los médicos informaron que tenía una herida provocada por arma de fuego en la parte derecha de la cara, con traumatismo en el ojo, y a pesar de la gravedad del cuadro ella estaba lúcida.
El muchacho quedó detenido y a disposición de la Justicia.