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Un impuestazo que arrancó con escándalo

El presidente del Concejo votó aunque no le correspondía, y se aprobó la primera lectura del proyecto del intendente.
Sabado, 29 de abril de 2017 00:00

Los impuestazos siempre son traumáticos, para el que los pide, para los que lo deben aprobar y, sobre todo, para los que los tienen que pagar.

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Los impuestazos siempre son traumáticos, para el que los pide, para los que lo deben aprobar y, sobre todo, para los que los tienen que pagar.

El jueves, en Orán, se trató por primera vez el proyecto del intendente Marcelo Lara Gros. Esa primera lectura fue aprobada con el voto de siete concejales y a pesar del rechazo de cuatro. Para sancionarla eran necesarios siete votos. Como el oficialismo reunía solo seis, el presidente del cuerpo, Rulber Carbajal (PJ), también votó.

Y allí estalló el escándalo.

Según la Carta Orgánica Municipal y el Reglamento Interno del Concejo Deliberante, el presidente solo vota "en caso de empate o cuando se requiera la mayoría especial de dos tercios". En este caso no hacían falta los dos tercios y el resultado de la votación era adverso para el oficialismo. Carbajal no debería haber votado. En las bancas solo apoyaron el impuestazo seis concejales, Víctor Petrello, Roberto Franco, Jaime Quispe, Lino Cano, Lorena Taborga y Eduardo Ruiz. Se sumó Carbajal.

Con esos siete votos se aprobó el primer paso. Ahora, el proyecto deberá ser aprobado en audiencia pública y sancionado como ordenanza dentro de quince días. Todo depende de lo que ocurra en esa audiencia, y siempre y cuando el ausente Eduardo Giménez (PJ) esté presente y quiera votar a favor. Los que votaron en contra fueron Antolín Campos (UCR), Ariel Pomares (SST), Nelly Díaz (PO) e Iván Mizzau (MIO).

Los concejales Mizzau y Pomares sostuvieron que el municipio no realizó un correcto manejo del dinero público, que los servicios que brindan no son buenos y que en algunos barrios podrían incrementarse las boletas hasta un 1.000%.

"El proyecto de Lara Gros incluye un artículo que le atribuye al intendente la facultad de modificar las tarifas sin pasar por el Conejo Deliberante", explicó Pomares.

Por su parte, Nelly Díaz afirmó que "así se aumente un peso al trabajador ya es un aumento", e indicó: "No sabemos a dónde van a parar los dineros".

"La tarifa actual es del año 2014", dijo Carbajal, al justificar el aumento de la unidad tributaria municipal (UTM) que pasarán, dijo, "de $2,60 a $3, lo que significa menos de un 30%". Roberto Franco (PV) se solidarizó, afirmó: "Estoy pagando lo que vale una gaseosa por los servicios de la munici palidad, y es muy poco"

 

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