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Perpetua por matar a su amante de 24 puñaladas

Además del asesinato, la mujer robó 20 mil pesos, dólares y celulares.
Lunes, 03 de abril de 2017 00:00

Paula Romano (34) fue condenada a prisión perpetua por haber asesinado de 24 puñaladas a su amante luego de robarle y, presuntamente, inmovilizarlo durante un juego sexual, en 2014 en el barrio porteño de Flores, informaron ayer fuentes judiciales. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 10 de Capital Federal la halló culpable de "homicidio criminis causa cometido alevosamente y robo con armas" en perjuicio de Julio Vitoria (62).

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Paula Romano (34) fue condenada a prisión perpetua por haber asesinado de 24 puñaladas a su amante luego de robarle y, presuntamente, inmovilizarlo durante un juego sexual, en 2014 en el barrio porteño de Flores, informaron ayer fuentes judiciales. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 10 de Capital Federal la halló culpable de "homicidio criminis causa cometido alevosamente y robo con armas" en perjuicio de Julio Vitoria (62).

Los jueces acreditaron que el 29 de julio de 2014, entre las 20.48 y las 21.16, Romano atacó a Vitoria y lo apuñaló 24 veces. De acuerdo al fallo, el ataque ocurrió en el interior del departamento del hombre, en el primer piso de un edificio situado en Bacacay 2647, en Flores, donde, además, Romano se apoderó de unos 20 mil pesos en efectivo, una elevada suma de dólares y dos celulares.

Según el informe judicial, Vitoria, quien era dueño de una cadena de heladerías de la localidad bonaerense de Moreno, y Romano comenzaron a ser amantes en 2003, cuando ella trabajaba para él como mesera en un bar en la esquina de Ravignani y Paraguay, en Palermo. "Ambos tenían un interés recíproco en la relación: uno económico por parte de Romano y otro más íntimo de Vitoria", sostuvo el fiscal Giménez Bauer durante su alegato.

El encuentro se concretó el martes 29 de julio. Esa mañana, Vitoria guardó en un mueble de su habitación una suma de dinero que había contado, secuencia que fue observada por su empleada doméstica que recordó esa escena en el juicio. Por la tarde, se dirigió a una de sus heladerías en Moreno, donde le mostró a uno de sus empleados uno de los mensajes que le había enviado Romano pidiéndole "que se deje atar y que se preparara para la fiestita".

Allí, su hijo le entregó la recaudación de aproximadamente 20 mil pesos y se volvió en el tren de la línea Sarmiento hasta su departamento de Flores, donde se encontró con la mujer e ingresaron a las 20.48. Según las cámaras, la imputada salió a las 21.15 del edificio. "Yo lo quería a Julio, no entiendo bien qué pasó", sostuvo.

 

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