María de los Ángeles Rojas [email protected]
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Hoy es el Día del Personal de Casas Particulares y la fecha los encuentra sin un sindicato que los represente y en general desinformados acerca de las escalas salariales vigentes y las normativas de los convenios colectivos de trabajo.
Así lo definió Ana Díaz (44), quien formó el grupo de Facebook Empleadas de Casas Particulares Salta Capital, para intercambiar información acerca de los derechos y obligaciones que le corresponden al sector a partir de que se promulgara en 2013 la Ley 26.844 de régimen especial de contrato de trabajo para el personal de casas particulares.
Ana cumple labores en hogares desde que tiene 19 años. Tiene cinco hijos: Damián (22), Ramiro (10), Máximo (9), Morena (5) y Lázaro (3). En su extensa carrera aseando casas ajenas se dio con situaciones de atropello que la llevaron hasta las puertas del llamado Sindicato de Empleadas Domésticas, pero allí nunca la atendieron y tampoco supo de alguien que hubiera obtenido respuesta de esta entidad desde el año 2000 hasta la fecha. Por ello, junto con María Isabel Cruz (40), Lucrecia Sajama (41) y Mabel Avendaño (42) decidieron abrir un grupo en Facebook donde asesoran a quien sufre precarización laboral. Ya son 223 los miembros conectados y la actividad en ese espacio virtual resultó febril las dos últimas semanas, justamente por la proximidad del día festivo.
El feriado para ellos fue resuelto por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad de la Nación, por lo que se considera un día no laborable o de paga doble en caso de ser trabajado. Además, el ministro de Trabajo de Salta, Eduardo Costello, respaldó el cumplimiento del asueto a través de un comunicado. Sin embargo, muchos empleadores se han visto en ascuas porque cayó lunes, jornada en la que la necesidad del personal se agiganta por haberse acumulado el servicio del fin de semana. "No pedimos nada ilógico, somos conscientes de que los lunes resultamos esenciales en las casas, porque si no vamos nuestros empleadores no pueden salir a trabajar", definió Ana Díaz. De hecho se organizaron en su tiempo libre para extender volantes en las peatonales informando esta y otras novedades.
Hoy, a partir de las 18, se reunirán para celebrar su día en la plazoleta IV Siglos y entregarán un reconocimiento a quienes tienen muchos años de servicio. Ana entiende que este acto en su aparente simpleza es profundo porque conlleva un reconocimiento social que a las trabajadoras de casas particulares se les ha denegado históricamente desde la propia denominación con que se las identifica: empleadas domésticas. "Esto viene de añares y sabemos que no va a cambiar de un día para otro, pero queremos que la sociedad vaya tomando conciencia de que tener una empleada en su casa es tener a una persona que también tiene una familia por detrás y que necesita cubrir sus necesidades básicas. Entonces nosotras necesitamos ser reconocidas como trabajadoras, no como "empleadas domésticas', que queda como que nos han amaestrado y que nos hemos vuelto un perrito doméstico, cuando no somos eso, sino cabezas de familia que salen de trabajar en un lado y luego vuelven para hacerse cargo de sus propias familias", expresó.
Aprovechando el interés de los medios de comunicación Ana detalló qué cuestiones le preocupan. La primera es que algunas trabajadoras permanezcan en negro por el temor de perder la asignación universal por hijo (AUH). Al hacerlo renuncian a un derecho inalienable del trabajador y de cuyas implicancias a largo plazo no son del todo conscientes. "Siempre les decimos a las chicas que las únicas que no pierden la AUH son las empleadas de casas particulares. Justamente en las libretas que en un primer momento se entregaron para ser llenadas se consignaban tres posibles circunstancias: empleo doméstico, ama de casa o desocupada", instruyó Ana. La segunda es que el puntapié para gozar de un salario en blanco es solicitar la libreta de trabajo en la Secretaría de Trabajo (Bolívar 141).
Hasta el momento, además de divulgar los derechos de los trabajadores del sector, también se encargaron de realizar diligencias en el Registro Civil, las ART, la AFIP, las obras sociales, para que la impericia con los documentos y trámites no condene a los trabajadores a hallarse bajo la sombra de la ilegalidad. Ana aclara que trabaja para empleadores que le reconocen todos los beneficios, pero que por ello mismo ha tomado la responsabilidad de representar a otras que no gozan de la mejor situación.
Cursos esenciales
Ana imagina en el futuro a su grupo de Facebook transformado en una fundación, en convenio con instituciones de las que puedan obtener capacitación continua. Conoce de sobra que el de trabajadora de casas particulares es un oficio que muchas de las actuales empleadas han heredado de sus madres y abuelas, pero el ascenso social puede ser promisorio si media la educación y ella apunta a que las más jóvenes trabajen en instituciones.