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Echaron al remisero golpeado por inspectores

La Autoridad Metropolitana le quitó la licencia a Gabriel Coronel como una sanción por conducir ebrio el año pasado. El remisero asegura que “me armaron la causa” .
Domingo, 30 de abril de 2017 00:00

Veintidós días después del escándalo al haber sido agredido por cuatro inspectores de la AMT en el microcentro capitalino, el organismo provincial le retiró a Gabriel Coronel la licencia de remisero y, como consecuencia, la empresa en la que trabaja lo despidió. Para el trabajador, todo "es una causa armada como represalia por mi reclamo para que me den garantías porque después de los golpes, esos inspectores me amenazaron y aún siguen trabajando en la calle", afirmó en diálogo con El Tribuno.

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Veintidós días después del escándalo al haber sido agredido por cuatro inspectores de la AMT en el microcentro capitalino, el organismo provincial le retiró a Gabriel Coronel la licencia de remisero y, como consecuencia, la empresa en la que trabaja lo despidió. Para el trabajador, todo "es una causa armada como represalia por mi reclamo para que me den garantías porque después de los golpes, esos inspectores me amenazaron y aún siguen trabajando en la calle", afirmó en diálogo con El Tribuno.

Según la resolución 135/17 de la Autoridad Metropolitana del Transporte, el 23 de octubre del año pasado, a las 23.16, sobre la ruta provincial 28, Coronel fue detenido en un control nocturno. Al ser sometido al test de alcoholemia se le detectaron 0,98 gramos de alcohol en sangre. En el acta que se labró también se hizo mención a que Coronel "desconoció a la autoridad de control, maltratando verbal y físicamente al personal de fiscalización, dificultando el procedimiento".

"Todo es mentira; sí había esa noche un control pero lo único que vieron es que tenía una luz quemada, por lo que el inspector me dijo que la cambiara y me dejó ir. Los inspectores ni siquiera tenían el alcoholímetro, por lo que no puedo haber sido sometido a ese examen", afirmó Coronel.

Además, observó como algo llamativo que "el martes yo hice una protesta en la AMT porque los inspectores que me golpearon siguen trabajando y yo estoy amenazado por ellos; quería hablar con Federico Hanne (titular de la AMT) para que me explicara la situación y me garantizara que iba a tomar medidas. Al otro día, el miércoles, llega a la remisera la notificación de que me sacan del registro de conductor de remís". En esa protesta Coronel estuvo acompañado de un grupo de compañeros solidarizados.

Arbitrariedad y prepotencia

Tras la agresión, Coronel inició una acción penal contra los inspectores Daniel y Gonzalo Musso (son hermanos), Pablo Rodríguez y otro de apellido Saavedra. También reclama un resarcimiento a través de una acción civil.

El abogado defensor del remisero, Daniel Luna, sostuvo que "la actitud de la AMT siempre es prepotente y arbitraria. Usan los "carpetazos' al mejor estilo Stiuso. A Gabriel le hicieron un control de rutina y de papeles en la ruta 28 detrás de El Huaico. No había en ese control policial ningún alcoholímetro".

El letrado también apuntó contra los cuatro agresores de Coronel: "Son barrabravas devenidos en inspectores, que golpearon a Gabriel y a un pasajero". Luna calificó de "muy injusto" el despido del remisero. "Él es claramente la víctima de todo esto. El dueño de la remisera se dejó presionar por la AMT, que siempre actúa con aprietes. Supongamos que fuera cierto que Gabriel manejaba su remís alcoholizado en octubre de 2016, ¿cómo puede la AMT recién sancionarlo el miércoles? Si es irresponsable y maneja alcoholizado le tienen que retirar inmediatamente la licencia, no esperar 6 meses", concluyó.

 

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