Jaime Barrera [email protected]
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Después del receso lectivo de invierno de este año serán habilitadas las cinco aulas que se construyen en el Colegio Secundario N§ 5.073, según se anunció. Todo indica que los 150 alumnos que desde hace un año toman clases en un galpón cedido por un gremio, dejarán esas incómodas e inadecuadas aulas para integrarse al resto de sus compañeros.
En la institución, ubicada en la zona norte de la ciudad, desde hace años los alumnos estuvieron disgregados por falta de aulas. Desde sus inicios el colegio funcionó en una vieja casona transformada en un establecimiento educativo ubicado en la parte céntrica de esta ciudad.
Con los años, ante la falta de otros secundarios se edificaron aulas en los predios del barrio Fournier.
Pero ese espacio no alcanzaba para toda la matrícula escolar. Esta fue la razón que derivó en dividir en dos al colegio N§ 5.073. Increíblemente, pasaron los años y los alumnos de este establecimiento tenían clases en una parte de la ciudad y sus compañeros en la otra.
Desde el viejo anexo al predio original donde hoy funciona parte del secundario hay alrededor de 5 kilómetros.
"Con mucho esfuerzo y de tanto peticionar se está concretando nuestro anhelo como institución. A fines de este mes estarían terminando dos aulas y para junio el resto. Es decir que si todo marcha bien, después del receso escolar invernal, los chicos que están en las aulas del gremio municipal se integrarán con el resto del alumnado", explicó Beatriz Molares, la directora.
Las obras avanzan a buen ritmo, a pesar de las lluvias. El presupuesto inicial contemplaba 5 millones de pesos y las cinco aulas en construcción fueron proyectadas contiguas a otras en una de las alas de establecimiento actual.
Por fin estará completo
De esta manera se completarían las 15 aulas que nunca tuvieron los alumnos. La matrícula escolar asciende actualmente a los 800 alumnos.
Este es un establecimiento estatal con 20 años de trayectoria y recién el año pasado se pudo concretar la planificación de las aulas que faltaban.
Los tres terceros y un cuarto año del turno mañana siguen tomando clases, por ahora, en un galpón del SOEM.
Allí fue donde padecieron anegamientos apenas comenzaron las clases este año.
"Son años de espera y de andar de un lado al otro. Pasamos de un viejo anexo a otro improvisado por falta de aulas. Los alumnos y docentes padecieron bastante. Desde la incomodidad de trasladarse de un punto de la ciudad a otro, pasando por el calor agobiante y las inundaciones. Ahora, con la ayuda de las autoridades municipales, padres y alumnos pudimos entre todos materializar este proyecto. Es increíble que después de mucho tiempo podamos recién hablar de la integración de todos nuestros alumnos", dijo la docente.
Sin lugar a dudas que recién este año y sobre el final del periodo lectivo, esta institución estatal y pública empezará a mejorar la calidad educativa, en espacios acordes, iluminados y aireados.
Mientras se desarrollan los trabajos sobre las nuevas aulas, las lluvias de estas semanas pusieron en jaque también a la nueva edificación.
"Parece que el piso del patio está más alto que el nivel de las aulas que se edifican. Por eso pedimos a Infraestructura de la provincia rever este detalle, que a larga nos puede traer nuevos dolores de cabeza. Es increíble cómo las lluvias perjudican y también ponen en evidencia estas falencias estructurales impensadas", dijo la directora.
El único patio del colegio tiene un pequeño declive por donde escurre el agua de las lluvias y por lo visto, se contemplará esta nueva situación, para que sea modificado el nivel del piso del patio con respecto a las aulas para evitar males mayores a futuro.