Emanuel Ginóbili, a sus casi 40 años, sigue siendo fundamental en San Antonio Spurs. En la victoria 110 a 107 sobre Houston Rockets fue importante al taparle el último tiro a James Harden y podrá vestirse nuevamente de líder este jueves cuando ambos equipos vuelvan a enfrentarse por el sexto juego de la semifinales de la Conferencia Oeste. Esta vez el duelo será en el Toyota Center de Houston, a partir de las 21, con transmisión de ESPN.
Con el triunfo del martes pasado los Spurs mandan en la confrontación por 3 a 2 y de ganar hoy accederán a la final donde ya espera Golden State Warriors, tras barrer a los Jazz de Utah. La serie entre texanos es de las más parejas en la historia de la postemporada de la NBA y se espera que esa paridad se mantenga esta noche. Por eso serán claves jugadores como el bahiense que ya demostró que en momentos clave es determinante para los dirigidos por Greg Popovich.
Sin el ya retirado Tim Duncan y con la ausencia por lesión de Tony Parker, Ginóbili asumió el papel de único líder de la plantilla de San Antonio, que tiene figuras como Kawhi Leonard, Pau Gasol o Danny Green. Sin embargo, ninguno de estos tres jugadores cuenta con el carácter para ser el estratega dentro del rectángulo de juego.
En el partido del martes los Spurs sufrieron con los problemas que tuvo Leonard en una de sus rodillas. Uno de los candidatos a ser jugador más valioso de la temporada tuvo dificultades en una de sus rodillas que no le permitió jugar al cien por ciento.
Ginóbili tiene claro que el equipo debe recuperar a Leonard si quiere tener opciones de ganar la serie, comenzando por el sexto partido que van a disputar hoy en Houston. “Definitivamente lo tenemos que recuperar si queremos tener la oportunidad de ganar el sexto partido, por más que tengamos 3-2 no va a ser fácil ganar allá”, admitió Manu.
San Antonio y Ginóbili están esta noche frente a la posibilidad de una nueva final de conferencia para mostrar al mundo de la NBA que el equipo puede no contar con sus históricos, pero que la transición no la sufre y está para seguir peleando.
inicia sesión o regístrate.
Emanuel Ginóbili, a sus casi 40 años, sigue siendo fundamental en San Antonio Spurs. En la victoria 110 a 107 sobre Houston Rockets fue importante al taparle el último tiro a James Harden y podrá vestirse nuevamente de líder este jueves cuando ambos equipos vuelvan a enfrentarse por el sexto juego de la semifinales de la Conferencia Oeste. Esta vez el duelo será en el Toyota Center de Houston, a partir de las 21, con transmisión de ESPN.
Con el triunfo del martes pasado los Spurs mandan en la confrontación por 3 a 2 y de ganar hoy accederán a la final donde ya espera Golden State Warriors, tras barrer a los Jazz de Utah. La serie entre texanos es de las más parejas en la historia de la postemporada de la NBA y se espera que esa paridad se mantenga esta noche. Por eso serán claves jugadores como el bahiense que ya demostró que en momentos clave es determinante para los dirigidos por Greg Popovich.
Sin el ya retirado Tim Duncan y con la ausencia por lesión de Tony Parker, Ginóbili asumió el papel de único líder de la plantilla de San Antonio, que tiene figuras como Kawhi Leonard, Pau Gasol o Danny Green. Sin embargo, ninguno de estos tres jugadores cuenta con el carácter para ser el estratega dentro del rectángulo de juego.
En el partido del martes los Spurs sufrieron con los problemas que tuvo Leonard en una de sus rodillas. Uno de los candidatos a ser jugador más valioso de la temporada tuvo dificultades en una de sus rodillas que no le permitió jugar al cien por ciento.
Ginóbili tiene claro que el equipo debe recuperar a Leonard si quiere tener opciones de ganar la serie, comenzando por el sexto partido que van a disputar hoy en Houston. “Definitivamente lo tenemos que recuperar si queremos tener la oportunidad de ganar el sexto partido, por más que tengamos 3-2 no va a ser fácil ganar allá”, admitió Manu.
San Antonio y Ginóbili están esta noche frente a la posibilidad de una nueva final de conferencia para mostrar al mundo de la NBA que el equipo puede no contar con sus históricos, pero que la transición no la sufre y está para seguir peleando.