Por tercer día consecutivo la Policía rastrilló los barrios de la zona sudeste y las orillas del río Ancho, buscando a la joven Paola Álvarez, desaparecida desde hace una semana.
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Por tercer día consecutivo la Policía rastrilló los barrios de la zona sudeste y las orillas del río Ancho, buscando a la joven Paola Álvarez, desaparecida desde hace una semana.
Mientras los efectivos ampliaron el radio de búsqueda siguiendo instrucciones del fiscal penal Ramiro Ramos Ossorio, Santiago Zambrani -el principal acusado- y sus padres permanecen detenidos.
Efectivos de la Policía recorrieron los barrios Solidaridad, Justicia, Santa Mónica, Asentamiento y las orillas del río que deriva en el Arenales.
En las casas se detuvieron mostrando fotografías a los vecinos, preguntando si habían visto a la joven en los últimos días, mientras que otros grupos revisaron metro por metro entre la maleza que creció a ambas orillas del río Ancho.
Ayer se supo que las cámaras de videovigilancia del Sistema de Emergencia 911, instaladas en un cajero automático y en la comisaría del barrio Autódromo, así como otras de vigilancia privada, mostraron que el sábado a la madrugada Zambrani ingresó al barrio en moto, y llevaba como acompañante a Paola.
Según la información que habría recibido oficialmente la familia de la joven de 21 años (que es mamá de una nena de 2 años), no existe registro en las cámaras de que Santiago y ella hubieran salido del Autódromo en la moto, ni el sábado ni tampoco el domingo.
Sin embargo, al revisar las imágenes filmadas, el domingo se observa una camioneta Amarok, que era conducida por la madre de Zambrani, que da varias vueltas, como buscando algún domicilio.
El vehículo pasó varias veces por el frente de la comisaría. Aparentemente la mujer habría estado buscando el inmueble donde estaba su hijo, probablemente esperándola. Horas más tarde se ve en la filmación que la camioneta sale del barrio y en la cabina van sentados la madre y Santiago.
"La chica nunca salió, ni en la moto ni en la camioneta", dijo una fuente.
Los allanamientos
La Policía allanó el inquilinato que Santiago Zambrani utilizaba en el barrio Autódromo y, tras requisar todo el lugar, varios elementos secuestrados causaron sorpresa y despertaron sospecha. Cerca de una treintena de bombachas de distintos tamaños y marca, tres botellas de cerveza, dos vasos y dos fundas de celulares sin los aparatos, fueron retirados del lugar por los efectivos.
La investigación llevó a la Policía y a la Fiscalía a descubrir que los Zambrani, sobre todo Santiago, tenían varios domicilios en Salta y localidades vecinas.
De hecho, del primer allanamiento se derivó un operativo similar en una casa de La Silleta, donde los investigadores descubrieron que la familia también tiene una casa en el barrio Los Pinos y otra en San Luis, además de la casa de Castañares donde viven los padres del imputado.
El resultado de los sucesivos allanamientos realizados por la Policía quedó bajo el secreto de sumario que impuso el Juzgado de Garantías.
Recorrido
Según la reconstrucción que la Policía habría hecho del periplo del domingo último, el principal imputado por la desaparición de Paola y su madre habrían salido del barrio Autódromo en la camioneta Amarok y se habrían dirigido a San Luis, donde tienen otra casa.
En ese lugar, Santiago se quedó y aparentemente habría dormido hasta la noche, aproximadamente hasta las 20. Esa es la hora en la que, según los audios que El Tribuno dio a conocer ayer en la web, se comunicó con la madre de Paola, en la que revela su relación con la joven y habla de ella en pasado.
Testimonio
El jueves, el fiscal penal 4 Ramos Ossorio recibió el testimonio de Amelia Huergo y Alfredo Zambrani, luego de que se abstuvieran de hacerlo en la audiencia de imputación.
Ambos, acompañados de un abogado particular, hicieron un relato pormenorizado de sus actividades el día de la desaparición de la joven y negaron tener conocimiento de lo sucedido o haber tenido alguna participación en los hechos que se investigan.
Santiago Zambrani está detenido e imputado por el delito de homicidio calificado y los padres como partícipes secundarios del mismo delito.