En el 2014, Matías Vicedo, quien se inicio en las inferiores de Juventud Antoniana, consiguió la liberación de compromiso y se fue a probar suerte en el fútbol boliviano. En el club Aurora, de Cochabamba, es una de las figuras descollante del equipo y con posibilidad de nacionalizarse para integrar la Selección de aquel país. El jugador habló con el El Tribuno por vía telefónica del buen presente que atraviesa en el club cochabambino.
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En el 2014, Matías Vicedo, quien se inicio en las inferiores de Juventud Antoniana, consiguió la liberación de compromiso y se fue a probar suerte en el fútbol boliviano. En el club Aurora, de Cochabamba, es una de las figuras descollante del equipo y con posibilidad de nacionalizarse para integrar la Selección de aquel país. El jugador habló con el El Tribuno por vía telefónica del buen presente que atraviesa en el club cochabambino.
¿Por qué decidiste jugar en el fút bol de Bolivia?
Fue una posibilidad que se presentó cuando con mi familia llegaron las propuestas para trasladarse a Bolivia. Primero fue en Tarija, donde jugué en el club García Agreda una copa estilo Nacional B e integramos el grupo en el que se encontraba el Aurora y justamente frente a este rival hice un gran partido así que me hablaron y acordamos un contrato. Hace ya 18 meses que vivo en Cochabamba.
¿Fue muy acertado que te hayas trasladado a jugar en ese país?
Hasta ahora estoy cumpliendo con la expectativas que se presentaron cuando decidí salir de Salta.
¿Qué hay de cierto de que te quieren nacionalizar boliviano?
Es así. Estuvimos hablando con la gente de la Federación Boliviana para hacer los papeles y nacionalizarme. Ya se cumplimentó la mayoría del trámite, pero aún falta por lo complicado que es todo esto. Así que estamos esperando.
Esto quiere decir que podrías te ner la oportunidad de jugar en la Selección de Bolivia o algún club importante de una categoría superior.
En el fútbol boliviano los clubes de la Liga tienen sus extranjeros y deben contar un con un máximo de 6 jugadores por equipos. Para la categoría de la Asociación de Fútbol de Cochabamba, según sus normativas, no hay límite para los extranjeros. Lo que sirve la nacionalidad es para jugar en la Selección, tener los mismos valores y derechos como los ciudadanos bolivianos.
¿Una buena decisión por este presente?
Futbolísticamente me siento bien. Me encuentro en un club grande como el Aurora, lo que deduce el buen momento.
¿En qué categoría juega el Aurora?
Ahora estamos compitiendo instancias finales un poco más complicado que un Federal A, sería el Nacional B. Pero es muy diferente el fútbol boliviano al argentino.
¿Cuales son las expectativas de Aurora en estos torneos?
En el torneo local (de la Asociación de Fútbol de Cochabamba) estamos primeros, a cuatro fechas de que termine el campeonato. En el Nacional B, jugamos la primera semifinal frente a Ramiro Castillo, ganamos 1 a 0 y convertí ese gol; ahora este fin de semana jugamos en el estadio Félix Capriles de Cochabamba (con capacidad para 30 mil personas) la semifinal de vuelta.
¿Qué recordás de Salta?
Lo que uno más extraña es la comida. Cada país y cada provincia tiene sus tradiciones. Pero mi señora cocina mis platos preferidos que comía en Salta, los prepara para el almuerzo, lo que tiene un gustito diferente.
¿Cómo fue tu paso por Juventud, donde te iniciaste desde las inferiores?
No tuve mucho éxito ahí. En primera sí tuve la posibilidad, en unos meses de jugar junto al Tahuichi cuando estuvo como DT y creo que lo hice bien. Fueron decisiones del técnico y de los dirigentes de jugarse por nosotros. Al último no me dieron esa posibilidad de jugar, por lo menos, de ser parte. Y uno como futbolista lo que más necesita es confianza, ritmo de juego y no lo tenía. Así que por eso también decidí salir. No como quise pero siempre una puerta abre la otra.
¿No te tuvieron en cuenta?
Llegó Pascutti con su ayudante de campo en aquel tiempo. La dirigencia, a su vez el cuerpo técnico con sus jugadores, a veces a los mas chicos del club los hacían a un costado y nos sentíamos mal, un poco marginados. Pero bueno, uno también en gran parte tiene la culpa porque si hacía bien las cosas podría haber peleado para quedarme.
Hubo un partido de Juventud en el que te señalaron por inconducta por una expulsión en el clásico con Gimnasia y Tiro por la Copa Argentina. ¿Recordás qué pasó?
Por eso digo que la culpa no fue tan solo de ellos, sino que fui yo. A lo mejor no hice bien las cosas. Si me esforzaba un poquito más me quedaba en Juventud. Y ahora estoy muy bien acá y con muchas ganas de seguir progresando.
¿Te fuiste del país para triunfar en lo que más te gusta hacer?
Eso fue los más complicado porque la tenía a mi hija muy chiquita, de seis meses. Fue un esfuerzo muy grande porque había que salir de la Argentina sin conocer; la tuve que pelear y por suerte me quedé.
¿Te hablaron para que vuelvas a Salta u otro club de Argentina?
No. Por ahí apareció la posibilidad de ir a un club de Córdoba, pero nada concreto. Y si vuelvo a Salta tiene que ser para estar mucho mejor. Con mi familia nos encontramos bien en Cochabamba y eso te deja tranquilo para seguir luchando.
¿Y cómo es el trato allá?
Aquí me abrieron las puertas cuando en mi provincia me la cerraron. Uno en estas cosas tiene que ser un agradecido por lo que es Aurora y, anteriormente, Agreda García. La gente de acá me trata muy bien. Eso es lindo. Te reconforta. La gente en la Argentina habla mal de Bolivia y está muy equivocada, como lo estuve yo en algún momento. Primero hay que conocer a la gente, la ciudad, para dar alguna opinión.