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Con defensas bajas: Gimnasia y Tiro se convirtió en una auténtica enfermería

Bárzola, desgarrado, se perderá lo que resta del pentagonal; Sand y Villarino, entre algodones, y el Bocha suspendido. Botella deberá rearmar toda la defensa para visitar a Agropecuario el domingo.
Martes, 16 de mayo de 2017 23:15

Unión Sunchales dejó grogui a Gimnasia y Tiro, con ínfimas chances de ganar el pentagonal por el primer ascenso, tras el inesperado empate del pasado sábado en el Gigante del Norte.
Sin embargo, por la expectativas generadas a lo largo del torneo, por la vara alta que viene dejando el equipo de Duilio Botella y por la exigencia misma de los hinchas, en el albo se saben obligados a intentar sacar los seis puntos que le restan jugar en el reducido final del torneo Federal A; ante Agropecuario Argentino en Carlos Casares, el próximo domingo, y frente a Gimnasia y Esgrima de Mendoza, el 28 de mayo en el Gigante del Norte, para arrancar con mejor semblante los play-offs de cuartos de final, en caso de no gestarse el milagro que todavía esperan en la calle Vicente López. 
Sin embargo, mientras el millonario salteño se topó con una realidad diferente en el pentagonal, los errores propios se potenciaron ante Mitre y Unión y los resultados iniciales no acompañaron, y a medida que el margen se hace cada vez más estrecho, paralelamente, las anatomías de los futbolistas no dejan de pagar factura tras una temporada extensa con una agenda apretada y con el estrés competitivo que genera jugar instancias definitorias. A todo esto los músculos de los jugadores también comenzaron a pagarlo.
Un claro ejemplo es la lesión de Pablo Bárzola, el mejor jugador de la defensa de Gimnasia en los últimos partidos y quien mayor desgaste viene teniendo en la última línea por su vocación ofensiva. Se confirmó que el ex lateral de River y Argentinos Juniors sufrió un desgarro de cinco milímetros en el aductor de su muslo derecho, por lo que permanecerá entre 15 y 20 días afuera de las canchas y se perderá lo que resta del pentagonal y, quizá, parte del potencial play-off por la segunda plaza de ascenso.
Y como si todo esto fuera poco, la práctica matutina de ayer en el predio de Limache también tuvo ausentes de los movimientos de rutina a otros dos futbolistas de la última línea del equipo, que se encuentran entre algodones por diferentes dolencias: el arquero Darío Sand realizó diferenciado por un traumatismo lumbar y el zaguero Julio Villarino lo imitó a raíz de un esguince en uno de los tobillos. El correntino no correría riesgos de jugar ante el sojero de Casares, mientras que la evolución del zaguero será evaluada en el transcurso de la semana. Esto, más el agravante de la suspensión de Federico Rodríguez, obligará a Botella a rearmar la defensa para el domingo. Diego Pascuttini también se movió por aparte por un golpe y el goleador Juan Amieva estuvo ausente en la ocasión por un estado gripal.
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Unión Sunchales dejó grogui a Gimnasia y Tiro, con ínfimas chances de ganar el pentagonal por el primer ascenso, tras el inesperado empate del pasado sábado en el Gigante del Norte.
Sin embargo, por la expectativas generadas a lo largo del torneo, por la vara alta que viene dejando el equipo de Duilio Botella y por la exigencia misma de los hinchas, en el albo se saben obligados a intentar sacar los seis puntos que le restan jugar en el reducido final del torneo Federal A; ante Agropecuario Argentino en Carlos Casares, el próximo domingo, y frente a Gimnasia y Esgrima de Mendoza, el 28 de mayo en el Gigante del Norte, para arrancar con mejor semblante los play-offs de cuartos de final, en caso de no gestarse el milagro que todavía esperan en la calle Vicente López. 
Sin embargo, mientras el millonario salteño se topó con una realidad diferente en el pentagonal, los errores propios se potenciaron ante Mitre y Unión y los resultados iniciales no acompañaron, y a medida que el margen se hace cada vez más estrecho, paralelamente, las anatomías de los futbolistas no dejan de pagar factura tras una temporada extensa con una agenda apretada y con el estrés competitivo que genera jugar instancias definitorias. A todo esto los músculos de los jugadores también comenzaron a pagarlo.
Un claro ejemplo es la lesión de Pablo Bárzola, el mejor jugador de la defensa de Gimnasia en los últimos partidos y quien mayor desgaste viene teniendo en la última línea por su vocación ofensiva. Se confirmó que el ex lateral de River y Argentinos Juniors sufrió un desgarro de cinco milímetros en el aductor de su muslo derecho, por lo que permanecerá entre 15 y 20 días afuera de las canchas y se perderá lo que resta del pentagonal y, quizá, parte del potencial play-off por la segunda plaza de ascenso.
Y como si todo esto fuera poco, la práctica matutina de ayer en el predio de Limache también tuvo ausentes de los movimientos de rutina a otros dos futbolistas de la última línea del equipo, que se encuentran entre algodones por diferentes dolencias: el arquero Darío Sand realizó diferenciado por un traumatismo lumbar y el zaguero Julio Villarino lo imitó a raíz de un esguince en uno de los tobillos. El correntino no correría riesgos de jugar ante el sojero de Casares, mientras que la evolución del zaguero será evaluada en el transcurso de la semana. Esto, más el agravante de la suspensión de Federico Rodríguez, obligará a Botella a rearmar la defensa para el domingo. Diego Pascuttini también se movió por aparte por un golpe y el goleador Juan Amieva estuvo ausente en la ocasión por un estado gripal.
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