El 20 de abril pasado, todo hacía pensar que estaría definida la representación sindical por cuatro años de los trabajadores de la industria del petróleo y el gas de las provincias de Salta y Jujuy. Fue una reñida elección que enfrentó a tres listas de candidatos, claramente diferenciadas en sus propuestas.
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El 20 de abril pasado, todo hacía pensar que estaría definida la representación sindical por cuatro años de los trabajadores de la industria del petróleo y el gas de las provincias de Salta y Jujuy. Fue una reñida elección que enfrentó a tres listas de candidatos, claramente diferenciadas en sus propuestas.
Pero pasadas casi tres semanas de los comicios, un pedido de impugnación de la elección presentada por una de las listas ante el Ministerio de Trabajo de la Nación, dejó en pausa la conducción.
Dicho ministerio deberá definir si, como lo solicitaron los miembros de la lista Naranja que encabeza el actual secretario adjunto del gremio, Alfredo Britos, lo consagra como ganador o si convoca al fuerte gremio norteño a nuevos comicios.
En este marco, en los últimos días el sindicato enfrenta una denuncia contra Alberto Roberti, secretario general de la Federación que reúne a los sindicatos petroleros de todo el país, acusado de haber desviado fondos de la obra social por una suma que ronda los 170 millones de pesos.
Y se suma la millonaria deuda que dejó la petrolera china PetroAp, que levantó campamento y dejó sin pagar a unos 100 trabajadores, tanto directos como de empresas de servicios locales, tras suspender las operaciones en el área Selva María.
Nada está definido
Entre el 20 de abril pasado y el día siguiente, los trabajadores petroleros, en especial los candidatos y simpatizantes de la lista Verde que llevó como candidato al joven dirigente Sebastián Barrios, cuidaron las urnas y permanecieron dentro de la sede sindical hasta que la Junta Electoral, conformada por 6 trabajadores que respondían a la lista Naranja, proclamaron a Barrios y a los integrantes de su lista como ganadores de la elección. Después vino la alegría y el festejo.
Quien salió a dar su versión de los hechos fue Alfredo Britos, candidato de la lista Naranja, que quedó segundo en la elección.
En toda esta contienda, el actual secretario regional, Alberto Romero, dijo que se retirará a partir de cumplir su mandato el próximo 20 de agosto, si bien seguirá integrando la Federación Nacional.
La impugnación
Britos recordó que "el 21 de abril, a las 5.30 de la mañana, los integrantes y simpatizantes de la lista Naranja nos retiramos a nuestros domicilios porque la Junta Electoral había determinado, tal como lo establece nuestro estatuto, impugnar la elección. Esta decisión fue porque, más del 50% de las urnas habían sido observadas por serias irregularidades. Pero a las 9 de ese día nos despertamos por los festejos de la lista Verde, a quien la misma Junta había proclamado como ganadora".
También agregó: "Por una cuestión de prudencia y para que los ánimos entre los trabajadores no se sigan caldeando porque en definitiva todos somos trabajadores de esta industria, preferimos llamarnos a silencio durante estas dos semanas, mientras reuníamos toda la documentación del acto eleccionario como el informe de los telegramas, las actas y todo lo elaborado por la junta. Con todos esos elementos y un asesoramiento legal nos presentamos ante el Ministerio de Trabajo. Hasta unos minutos antes del cierre de la elección, los ganadores éramos los integrantes de la lista Naranja, pero la junta impugnó en un acta que obra en nuestro poder la elección y, a la vez, dio ganadora a la que encabeza Sebastián Barrios. Ante estas irregularidades debe ser el ministerio nacional quien defina", explicó.
Dijo que pide ser proclamado ganador, "pero estimamos que el Ministerio puede ordenar que se llame nuevamente a elecciones, por eso estamos atentos a lo que defina. Los miembros de la junta nos dijeron que tomaron esa decisión porque se sentían intimidados y presionados, algo que deberán responder ellos mismos".