Ismael Rionda es profesor de Matemáticas. Durante el 2015 y 2016, en el colegio 5048 Juana Manuela Gorriti, de barrio Parque General Belgrano, contó con la ayuda de un codocente en el aula a través de la organización Enseñá por Argentina. "Yo llevaba mi propia estadística de aprobados versus desaprobados y en esos dos años pasé de tener un 70% de desaprobados a un 70% de aprobados", señaló el profesor. Es el tercer año que Enseñá por Argentina trabaja en Salta con el programa de codocencia, que consiste en incorporar en aulas de escuela públicas a jóvenes líderes y profesionales durante dos años. En la actualidad, 17 escuelas, seis de ellas secundarias comunes y 11 de educación técnica, realizan la experiencia, que alcanza a unos 2.500 alumnos. El viernes pasado, en el aula magna de la Universidad Católica de Salta, se reconoció la labor de los docentes denominados "anfitriones" que son los que permiten que estos jóvenes universitarios, elegidos por la organización, participen de sus clases, y en la mayoría de los casos pasen a ser su mano derecha. Momentos emotivos que seguramente reconfortan el alma y dan ánimos. Para el profe Ismael hubo "un antes y un después" en su vida docente. Más allá de la añoranza, admitió que ahora tiene otra mirada: ya no es solo enseñar de forma fría sino tratar de llegar a los estudiantes e inculcarle valores, y si aprueban la materia mucho mejor. Cuando comenzó la experiencia eran 40 los anfitriones y hasta ahora suman 150. En tanto, los jóvenes profesionales de Enseñá por Argentina son 36, de los cuales 30 se incorporaron este año. Uno de los objetivos que persigue la ONG, que forma parte de la red internacional Teach for All, es que un día todos los niños y jóvenes reciban una educación de calidad. Abogados, ingenieros, politólogos, biólogos y arquitectos, entre otras profesiones, colaboran a diario con el profesor responsable de la clase para mejorar el aprendizaje y rendimiento de los chicos.
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Ismael Rionda es profesor de Matemáticas. Durante el 2015 y 2016, en el colegio 5048 Juana Manuela Gorriti, de barrio Parque General Belgrano, contó con la ayuda de un codocente en el aula a través de la organización Enseñá por Argentina. "Yo llevaba mi propia estadística de aprobados versus desaprobados y en esos dos años pasé de tener un 70% de desaprobados a un 70% de aprobados", señaló el profesor. Es el tercer año que Enseñá por Argentina trabaja en Salta con el programa de codocencia, que consiste en incorporar en aulas de escuela públicas a jóvenes líderes y profesionales durante dos años. En la actualidad, 17 escuelas, seis de ellas secundarias comunes y 11 de educación técnica, realizan la experiencia, que alcanza a unos 2.500 alumnos. El viernes pasado, en el aula magna de la Universidad Católica de Salta, se reconoció la labor de los docentes denominados "anfitriones" que son los que permiten que estos jóvenes universitarios, elegidos por la organización, participen de sus clases, y en la mayoría de los casos pasen a ser su mano derecha. Momentos emotivos que seguramente reconfortan el alma y dan ánimos. Para el profe Ismael hubo "un antes y un después" en su vida docente. Más allá de la añoranza, admitió que ahora tiene otra mirada: ya no es solo enseñar de forma fría sino tratar de llegar a los estudiantes e inculcarle valores, y si aprueban la materia mucho mejor. Cuando comenzó la experiencia eran 40 los anfitriones y hasta ahora suman 150. En tanto, los jóvenes profesionales de Enseñá por Argentina son 36, de los cuales 30 se incorporaron este año. Uno de los objetivos que persigue la ONG, que forma parte de la red internacional Teach for All, es que un día todos los niños y jóvenes reciban una educación de calidad. Abogados, ingenieros, politólogos, biólogos y arquitectos, entre otras profesiones, colaboran a diario con el profesor responsable de la clase para mejorar el aprendizaje y rendimiento de los chicos.
El testimonio
En diálogo con El Tribuno, la licenciada en Ciencias Biológicas, Luciana Flores, que estuvo en el aula entre 2015-
2016, sostuvo que "desde Enseñá por Argentina, trabajamos con los alumnos no solo las habilidades académicas, sino también las habilidades socioemocionales, las que les abren oportunidades y espacios para desarrollar al máximo sus capacidades, haciéndolos protagonistas, elaborando de esta manera su proyecto de vida". "El hecho de plasmar esto en el aula hizo que se vieran mejoras a fines y en lo que va del presente año, pero estos resultados no dependen exclusivamente de mí, sino de un trabajo en conjunto, somos un equipo dentro de la escuela, dentro del aula, junto con los profesores con los que trabajo, sin ellos esto no se habría evidenciado", agregó Flores.
Además, afirmó que los profesores "son los que aceptaron el desafío de la codocencia y están dispuestos a innovar y experimentar con cosas nuevas dentro del aula, aportando el conocimiento desde cada una de sus disciplinas".