Al primer paso lo dieron los vecinos de Salvador Mazza convocando a una marcha para hacer visible el problema de la inseguridad, en una localidad donde los enfrentamientos políticos están a la orden del día: los concejales y los miembros del Ejecutivo municipal están enfrascados en sus propias disputas con un grupo mayoritario de concejales que pretende destituir a un intendente que no responde a los pedidos de informes y no abona sus dietas. A esto se suman las acusaciones de legisladores por malversación o desvío de fondos, pero en Salvador Mazza, lo que realmente desvela es el drama de la inseguridad.
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Al primer paso lo dieron los vecinos de Salvador Mazza convocando a una marcha para hacer visible el problema de la inseguridad, en una localidad donde los enfrentamientos políticos están a la orden del día: los concejales y los miembros del Ejecutivo municipal están enfrascados en sus propias disputas con un grupo mayoritario de concejales que pretende destituir a un intendente que no responde a los pedidos de informes y no abona sus dietas. A esto se suman las acusaciones de legisladores por malversación o desvío de fondos, pero en Salvador Mazza, lo que realmente desvela es el drama de la inseguridad.
Solo en la última semana, en esta localidad de 30.000 habitantes, el fiscal penal Armando Cazón ordenó detener a unas 15 personas, sospechadas de haber participado en robos, atracos y asaltos a mano armada. Las palabras del agente fiscal hablan de la angustia que está generando en Salvador Mazza esta proliferación de hechos delictivos. "Por suerte entre el jueves y el sábado no tuvimos denuncias, salvo una muy grave que se relaciona con la desaparición de un joven que trabaja en una panadería, de quien no se conoce su paradero", detalló Cazón.
Un pueblo particular
En Salvador Mazza, donde la principal preocupación hoy son los hechos delictivos, coexisten como en muy pocos pueblos o ciudades de la Argentina y de la provincia de Salta, varias fuerzas de seguridad. Gendarmes, federales, policías provinciales y aduaneros con sus respectivas divisiones internas de investigación y grupos especiales de lucha contra el crimen organizado, conviven con los vecinos de la localidad fronteriza.
La presencia de unos 1.400 uniformados de diferentes fuerzas en un pueblo de no más de 30.000 personas, harían suponer que solo los muy aventurados podrían animarse a cometer ilícitos del lado argentino; pero en la última semana tres miembros de fuerzas federales fueron víctimas, dos de ellos del robo de los elementos más preciados en la frontera con Bolivia: las camionetas doble tracción que se cambian por droga.
Robo de vehículos
Otro negocio ilegal muy fuerte en la zona es la compra y venta de vehículos robados en Argentina que, al llegar a Bolivia por cualquier paso ilegal, en un par de horas ya tienen números de chasis y de motor nuevos, merced al trabajo especializado que realizan varios talleres instalados en San José de Pocitos y en Yacuiba.
Por eso resulta tan difícil recuperar un vehículo robado y nada se sabe de las dos camionetas robadas a un aduanero y a un policía federal en los últimos días; porque como lo confió un investigador de la zona a El Tribuno: "Los vehículos se roban a pedido; del lado boliviano las organizaciones delicitivas ya tienen los papeles de antemano por lo que cuando ingresa un vehículo robado de Argentina, lo único que resta hacerle a la unidad en los talleres es cambiarle el número de chasis y de motor; a veces le hacen algún firulete en la corrocería y con eso es más que suficiente".
Organizarse para actuar
El fiscal penal Armando Jorge Cazón tiene jurisdicción en la localidad fronteriza, pero es oriundo de Salvador Mazza donde reside el resto de su familia. Cazón explicó: "En la última semana ordené tantas medidas que hasta yo estaba sorprendido porque realmente parecía una zona liberada; por suerte el tema se calmó, pero creo que es momento de que la comunidad se organice y que no esperemos que estos hechos, como los asaltos a mano armada comiencen a cobrarse víctimas".
Cazón propuso una reunión multisectorial con la intendencia local, los concejales y los responsables de las diferentes fuerzas de seguridad "para que hagamos un trabajo conjunto con los referentes y dirigentes barriales que deben sumarse, utilizar las redes sociales, crear grupos de WhatsApp y ser solidarios entre los mismos vecinos para denunciar cualquier hecho a cualquier hora".
Donde más efectivos hay
El agente fiscal remarcó que "Salvador Mazza junto con los límites ubicados en la triple frontera deben ser los lugares de la Argentina con mayor presencia de fuerzas de Seguridad; la policía debe contar necesariamente con muchos más elementos y logística, pero las fuerzas federales no pueden quedar ajenas a la preservación de uno de los bienes más preciado que tienen los ciudadanos como es la seguridad. No hay excusas para que gendarmes y federales no se sumen a estos operativos preventivos".
Cazón remarcó que "el primer síntoma de que impidiendo la circulación por los pasos ilegales se combate el delito se vio en estos últimos días cuando la gendarmería nacional mantuvo un control estricto en los diferentes sectores 5, 4 o 3, como se denomina vulgarmente a estos corredores, que en lugar de utilizar el puente internacional, lo utilizan quienes están al margen de la ley y se dedican a prácticas ilegales".
Vigilar los pasos ilegales
El intendente de la localidad, Rubén Méndez explicó que "es importante que nos reunamos con el fiscal Cazón y otros sectores, pero no obstante eso, yo ya había tenido un encuentro con el titular del escuadrón de Salvador Mazza, de la Gendarmería Nacional, la fuerza que tiene la mayor cantidad de efectivos asignados en esta localidad. Todos coincidimos en que es necesario vigilar básicamente los pasos ilegales de la frontera y de hecho, la gendarmería se abocó a ese objetivo con lo que en estos últimos días disminuyeron notoriamente los hechos violentos", indicó el jefe comunal norteño.