La esperanza nunca se pierde y es a lo que se aferra Unión Güemes para jugar la revancha frente a Aguilares de Tucumán, en su cancha, en la definición de vuelta por el ascenso al Federal B. El conjunto güemense perdió en el partido de ida por 5 a 0 frente al representativo tucumano, pero esta vez en su cancha buscará torcer el rumbo, aunque la empresa se presenta bastante complicada.
Este decisivo partido en General Güemes está programado par las 16, con el control del árbitro Federico Cano de la Liga de Valle Viejo, Catamarca, quien tendrá como colaboradores a sus comprovincianos Maximiliano Silcán Jerez y Javier Roldán.
La novedad de la semana por parte de la Policía de la Provincia de Salta es que se decidió que este enfrentamiento entre tucumanos y güemenses se juegue sin hinchas visitantes.
Por lo tanto, Unión Güemes ahora tendrá 90 minutos para conseguir el milagro en su propio estadio y con el respaldo de su gente. Una esperada revancha para demostrar que lo que sucedió en Tucumán solo fue una mala tarde. Eso sí, frente a un adversario de esta características deberá sacar a relucir su mejor juego, punzante y certero a la hora de definir para cambiar el resultado en contra y conseguir la hazaña.
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La esperanza nunca se pierde y es a lo que se aferra Unión Güemes para jugar la revancha frente a Aguilares de Tucumán, en su cancha, en la definición de vuelta por el ascenso al Federal B. El conjunto güemense perdió en el partido de ida por 5 a 0 frente al representativo tucumano, pero esta vez en su cancha buscará torcer el rumbo, aunque la empresa se presenta bastante complicada.
Este decisivo partido en General Güemes está programado par las 16, con el control del árbitro Federico Cano de la Liga de Valle Viejo, Catamarca, quien tendrá como colaboradores a sus comprovincianos Maximiliano Silcán Jerez y Javier Roldán.
La novedad de la semana por parte de la Policía de la Provincia de Salta es que se decidió que este enfrentamiento entre tucumanos y güemenses se juegue sin hinchas visitantes.
Por lo tanto, Unión Güemes ahora tendrá 90 minutos para conseguir el milagro en su propio estadio y con el respaldo de su gente. Una esperada revancha para demostrar que lo que sucedió en Tucumán solo fue una mala tarde. Eso sí, frente a un adversario de esta características deberá sacar a relucir su mejor juego, punzante y certero a la hora de definir para cambiar el resultado en contra y conseguir la hazaña.