Dolores de estómago, problemas gastrointestinales, descalcificación, pérdida de piezas dentales, alopecia y, en el caso de los niños, retraso en el crecimiento pueden ser algunas de las consecuencias de no detectar a tiempo un caso de celiaquía o, peor aún, no tomar conciencia de la enfermedad con la que se debe vivir.
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Dolores de estómago, problemas gastrointestinales, descalcificación, pérdida de piezas dentales, alopecia y, en el caso de los niños, retraso en el crecimiento pueden ser algunas de las consecuencias de no detectar a tiempo un caso de celiaquía o, peor aún, no tomar conciencia de la enfermedad con la que se debe vivir.
En diálogo con El Tribuno, desde el Programa de Asistencia al Celíaco, de la Secretaría de Políticas Sociales, Luis Cassarino, destacó que este plan está destinado a las personas vulnerables, no a toda la población de celíacos de Salta.
"Por tal motivo no contamos con un relevamiento sobre la cantidad de celíacos que tiene la provincia", explicó. Actualmente en Salta el programa de asistencia abarca a 673 personas en 45 departamentos, de las cuales se estima que un 10 por ciento son menores de 18 años.
Una vez al mes, el programa entrega los módulos alimentarios a través de las dependencias municipales. Estos cuentan con 25 o 35 productos. El número varía en función de las necesidades y el relevamiento realizado por la Secretaría de Desarrollo Social de la Nación.
Los requisitos para ingresar al programa y recibir el módulo alimentario son contar con una biopsia gastrointestinal que confirme que se padece celiaquía. Esta persona debe enviar una carta dirigida al intendente en la que adjunta la fotocopia del resultado de la biopsia, el certificado médico de un gastroenterólogo, fotocopia del DNI y si es menor de 18 años se debe adjuntar la fotocopia del DNI del tutor, padre o madre, certificado de residencia, certificado emitido por una asistente social del municipio donde se especifique que la persona es vulnerable socialmente (que no tenga estabilidad laboral).
Educación nutricional
La celiaquía puede o no ser una condición con la que se nace. En realidad, aparece en cualquier momento de la vida y sin razones aparentes. Los especialistas afirman que si bien tiene un factor genético, esto no es determinante. "A lo mejor algún tío lejano fue celíaco y usted un día también es celíaca", explicó Cassarino.
Aprender a vivir con la celiaquía requiere de una nuevo aprendizaje en la elección y la elaboración de los alimentos.
La celiaquía es una enfermedad autoinmune en la cual hay una intolerancia al gluten que está en los alimentos como trigo, avena, cebada y centeno. "Es recomendable la lectura del etiquetado, que es la espiga que dice "sin tacc'", destacó Alfonsina Gómez Bello, titular del Programa de Educación Nutricional.
"El Programa de Asistencia al Celíaco se apoya en Educación Nutricional, para poder enseñarles a los beneficiarios el buen uso de los productos que llegan en el módulo alimentario", explicó la profesional.
Aprender a cocinar con harinas extrarrefinadas y premezclas no es un proceso complicado, solo requiere aprendizaje. Otro de los puntos clave para evitar que el celíaco sufra una crisis es cuidar lo que se denomina "contaminación cruzada". Es por esto que la cocina del celíaco debe estar extremadamente limpia y sus elementos de cocina deben lavarse solo por precaución y para evitar la contaminación de algún producto con tacc, como por ejemplo una feta de paleta.
"Desde el Programa de Educación Nutricional se ofrece un taller de asesoramiento, que cuenta con un equipo técnico de nutricionistas que enseñan a cocinar", explicó Gómez Bello. Tanto Gómez Bello como Cassarino destacaron que se trabaja con agentes sociales de los municipios para que lo aprendido se replique.
Asistencia a escuelas y vecinos
Desde el programa se llevan adelante talleres informativos en las escuelas y talleres prácticos, siempre que las instituciones los soliciten. "En cuanto a los trabajos en los centros vecinales, se busca trabajar con grupos conectados para que lo aprendido se multiplique", destacó Gómez Bello.
El módulo de asistencia trae tres tipos de harina, premezclas, cacao, leche en polvo sin tacc, aceites, dulces de membrillo, batata y pasas de uva.