Los volúmenes del comercio internacional en la frontera Salvador Mazza - Pocitos son impresionantes y a pesar de su importancia estratégica, el paso que divide Argentina de Bolivia está subvaluado. Para ello basta ver la falta de infraestructura básica y las pésimas condiciones del puente sobre la quebrada internacional que en cualquier momento podría colapsar al haber superado en años su vida útil.
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Los volúmenes del comercio internacional en la frontera Salvador Mazza - Pocitos son impresionantes y a pesar de su importancia estratégica, el paso que divide Argentina de Bolivia está subvaluado. Para ello basta ver la falta de infraestructura básica y las pésimas condiciones del puente sobre la quebrada internacional que en cualquier momento podría colapsar al haber superado en años su vida útil.
Gobiernos nacionales y provinciales se van en promesas y nada se concreta ni siquiera el Proyecto Yasma (Yacuiba-
Salvador Mazza) que no pasó de los papeles.
El comercio internacional se incrementó desde fines de diciembre de 2015 por la decisión del Gobierno nacional de suspender las restricciones a las exportaciones de granos. Así, el ir y venir de camiones solo se suspende los sábados por la instalación de los feriantes bolivianos que utilizan la avenida de acceso a San José de Pocitos, del lado boliviano, a continuación del puente internacional. El resto de la semana, salvo alguna medida de fuerza de los bagayeros bolivianos, el tránsito de camiones de un lado y otro es incesante.
Tasa por pavimento
Las choferes de grandes unidades de transporte que llegan a Salvador Mazza realizan como es de rigor el trámite aduanero antes de salir del país donde abonan los impuestos de exportación. También pagan una tasa que cobra el municipio por mantenimiento de pavimento, ya que los camiones, para llegar hasta el puente internacional deben utilizar las calles céntricas de la localidad, lo que hace que el pavimento requiera de un mantenimiento permanente. Precisamente el proyecto Yasma establecía un corredor que diferenciaba carriles para camiones dejando el puente actual para vehículos de menor porte, motocicletas y para peatones. Hoy todos juntos van y vienen por el mismo corredor en peligro de colapso.
Los concejales de la localidad de Salvador Mazza que semanas atrás le iniciaron un juicio político al intendente Rubén Méndez por supuestas irregularidades en su desempeño como intendente, querían conocer un detalle: cuántos camiones pasan por la localidad porque todos abonan esa tasa: los que tienen patente argentina abonan $100 y los que tienen dominio de Bolivia, $175.
El martes de la semana pasada, los ediles recibieron un primer informe: 54.000 camiones transitaron por el puente internacional en los últimos 15 meses; pero a ese número hay que sumarle una cantidad similar de unidades que no cruzan el puente, sino que llegan a la playa del Ferrocarril de Salvador Mazza, donde cargan harina y cereales a granel desde los vagones del tren que comenzó a funcionar a fines de 2015 y que viaja hasta Santa Cruz de la Sierra.
El presidente del Concejo Deliberante y exportador, Conrado Nieto, dijo: "Un vagón implica un camión y medio de cereales a granel; y por día, salvo excepciones, están saliendo entre 20 y 30 vagones que se cargan en la playa en Salvador Mazza y se descarga una parte en Yacuiba donde hay una gran acopiadora, pero el grueso llega a Santa Cruz de la Sierra".
Como los ediles no tienen certeza sobre cuántos camiones ingresan mensualmente para abastecer al tren de cargas requirieron los informes a la Dirección Nacional de Aduanas que les reportó el primero que solicitaron; a eso sumarán las unidades que hacen el comercio interno, es decir llegan solo hasta Salvador Mazza para abastecer al centenar de comercios de exportación instalados en la localidad.
Más allá de interiorizarse por el volumen de las exportaciones, los ediles en realidad querían conocer cuánto percibe el municipio por esa tasa de pavimento. "Si en general en esos 15 meses circularon 100.000 camiones, lo que el municipio cobró para pavimentar debe ser mucho más de 10 millones de pesos; pero la certeza la vamos a tener cuando la Dirección de Aduanas nos informe qué cantidad de camiones transitaron en estos últimos 15 meses por Salvador Mazza porque como ediles queremos saber cómo se invirtieron esos recursos del cobro de tasa de pavimento", explicó Nieto.
Yasma, un proyecto sin concretar
El 19 de septiembre de 2009 autoridades de las dos naciones realizaron la última de las reuniones para encarar el denominado proyecto Yasma y se anunció que en pocos meses la obra "indefectiblemente" daría inicio. El encuentro se realizó en la ciudad boliviana de La Paz donde se abordó la construcción del complejo internacional en el paso fronterizo que uniría las localidades de Yacuiba y Salvador Mazza
La delegación argentina estuvo integrada por el entonces vicecanciller Victorio Tacceti, el subsecretario de Obras Públicas, Abel Fatala, y el embajador de la República Argentina en Bolivia, Horacio Macedo. Formaron parte de la delegación boliviana el viceministro de Relaciones Exteriores, Hugo Fernández, el viceministro de Transportes, José Kinn Franco, y la embajadora del Estado Plurinacional de Bolivia en la Argentina, Leonor Arauco.
En base al acuerdo previo firmado en 2006, las autoridades de ambos países suscribieron un documento mediante el cual estipularon que el nuevo puente internacional por construirse sería utilizado para el transporte automotor internacional, a la vez que garantizaban que el puente actual seguirá utilizándose como paso peatonal, turístico y de vehículos livianos. Asimismo se acordó que se crearía un Centro Único Integrado de control fronterizo, de modo que las instalaciones aduaneras y otras oficinas para el control migratorio quedarían unificadas en una aduana integrada, cuya cabecera estaría situada en territorio argentino. Ese año la firma del convenio se realizó en el Salón Verde de la Cancillería por los vicecancilleres Hugo Fernández por parte de Bolivia, y el secretario de Relaciones Exteriores de Argentina, Victorio Taccetti. Fue lo último que se supo del proyecto, y desde entonces hacen ya 11 años.