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Violó a su sobrino de 11 años y lo descubrió su hermana; está detenido

El acusado era una persona de confianza para la familia. Creen que no era la primera vez.El menor fue visto por un forense y volvió a su casa. Sus tres hermanos serán revisados.
Martes, 23 de mayo de 2017 00:00

La tranquilidad del domingo se transformó en conmoción en la localidad de Campo Santo, cuando los habitantes de este pequeño pueblo se enteraron del abuso de un niño de 11 años a manos de su tío de 31.

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La tranquilidad del domingo se transformó en conmoción en la localidad de Campo Santo, cuando los habitantes de este pequeño pueblo se enteraron del abuso de un niño de 11 años a manos de su tío de 31.

El caso, que recién se conoció ayer, alteró la vida de una familia que, según testigos del pueblo, "es muy unida".

Todo sucedió alrededor de las 17. Hacía varias horas que el almuerzo había terminado y la familia compartía la tarde con una larga charla. En ese momento una tía del niño y hermana del acusado, entró a una de las habitaciones de la casa y los encontró a ambos con los pantalones abajo, en una clara situación de abuso sexual hacia el más pequeño.

La mujer reaccionó en medio de una mezcla de furia, dolor y estupor.

- ¿Qué hacés?, le gritó a su hermano, y una andanada de reclamos siguió en los segundos posteriores.

Ayudó a vestirse al niño -que estaba entre el miedo y el dolor-, y lo sacó del lugar. Fue hasta donde estaban los padres del chico y les dio la horrible noticia. El drama familiar estaba desatado.

Denuncia

Sin demoras, ella o su hermana (madre del niño) llamaron al Sistema de Emergencias 911.

El abusador aprovechó ese ínterin y escapó del lugar.

Algunos vecinos que percibieron que algo sucedía en la casa salieron a las veredas.

Tras escuchar el relato de su hermana y lo poco que pudo decir su hijo, la madre del menor fue a la comisaría de Campo Santo y denunció a su hermano por abuso sexual.

Eran las 18.15 y el sol comenzaba a retirarse del firmamento, dando lugar a una fría y triste noche.

Mientras ella hablaba con el oficial de turno, desde la sede policial pidieron instrucciones a la Fiscalía Penal de turno. Su titular ordenó la detención inmediata del victimario, para lo cual la comisaría dispuso de casi todos sus recursos.

Operativo cerrojo

Los policías fueron hasta la casa de la víctima y de allí siguieron con la búsqueda del hombre de 31 años.

Desde la comisaría local se elaboró un sistema cerrojo, debido a las sospechas de que el hombre podría estar escapándose con dirección a la ciudad de Salta.

Varios móviles fueron afectados al operativo, que incluyó controles en las paradas de colectivos y de remises interurbanos de Campo Santo, así como las de la ciudad de General Gemes, a la que en pocos minutos el victimario podía acceder debido a la cercanía de ambas poblaciones.

Sin embargo, el tío parecería que no había tomado conciencia de lo ocurrido, ya que no imaginaba que la policía lo estaba buscando. De hecho fue detenido en la primera vivienda adonde los efectivos lo fueron a buscar.

Bajo amenaza

La denuncia de la madre reveló que el pequeño venía siendo víctima de un verdadero tormento intrafamiliar desde hacía tiempo.

Según consta en la denuncia que hizo la mujer, este no fue el primer episodio de abuso que sufrió su hijo. Tampoco aclaró cuándo comenzó el tío a someterlo, quebrando por completo la confianza familiar.

La mujer describió la situación siguiendo la entrecortada conversación que pudo entablar con su hijo luego de que fuera rescatado del dormitorio.

El niño nunca avisó a sus padres ni a ningún otro adulto de confianza -como podría haber sido su tía o sus maestros de la escuela-, acerca de lo que estaba padeciendo.

De acuerdo al relato de la madre, el menor habría sido amenazado por su abusador para que callara en todo momento lo que estaba viviendo. La amenaza es la estrategia más común de los agresores para lograr el silencio de sus víctimas, más aún cuando se trata de niños.

Viviendo con el enemigo

El hombre de 31 años, cuyos datos no se revelan para preservar la identidad del menor (por el parentesco que los une) es un trabajador rural.

Hace varios años estuvo trabajando en establecimientos agrícolas de la provincia de Mendoza.

En 2015, por razones que ayer no se conocieron, regresó a Campo Santo, donde comenzó a trabajar en distintas fincas ubicadas cerca de esa localidad.

Desde ese año, trascendió ayer, el acusado se instaló sucesivamente en diferentes casas de sus familiares, incluso en la del niño que terminó siendo su víctima.

"Es una familia muy unida, por lo que es difícil imaginar que estaba sucediendo algo así", deslizó el domingo una mujer, apenada por el dolor de sus vecinos.

 

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