Quedaban dos minutos y 25 segundos para el cierre de un partido que estaba definido desde mucho antes. Golden State prolongó su ritmo arrollador y se proclamó como el primer finalista de la NBA . Al mismo tiempo, para San Antonio Spurs, fue el cierre de la temporada.
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Quedaban dos minutos y 25 segundos para el cierre de un partido que estaba definido desde mucho antes. Golden State prolongó su ritmo arrollador y se proclamó como el primer finalista de la NBA . Al mismo tiempo, para San Antonio Spurs, fue el cierre de la temporada.
Fue entonces cuando Gregg Popovich anunció un cambio. Tal vez por última vez, Manu Ginóbili salió del rectángulo de juego y se sentó junto a sus compañeros. El AT&T Center estalló en una ovación. El “¡Manu, Manu, Manu, Manu!” se oyó una y mil veces, mientras el bahiense contenía la emoción y se hacía el distraído ante la consulta de Patty Mills.
Poco después, y ante la incesante ovación, Manu elevó su brazo derecho y saludó al público enfervorizado. Mientras, Gregg Popovich lo miró fijo y le hizo señas, como preguntándole si quería volver a ingresar. Ginóbili sonrió y le dijo que no. Mientras todo esto ocurría, Stephen Curry, uno de los mejores jugadores de la NBA, detuvo la ejecución de un tiro libre, le devolvió la pelota al árbitro para aplaudir al argentino y permitir así que el público prolongue el homenaje.