La cooperativa Agropecuaria Rosario de la Frontera no tiene muchos años de vida pero tiene grandes proyectos. Recién a comienzos de 2016 pudieron formalizar su situación legal y conformarse según indican los estatutos. Actualmente la integran 19 socios, que pagan una cuota mensual y trabajan con la idea de mejorar su producción ganadera.
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La cooperativa Agropecuaria Rosario de la Frontera no tiene muchos años de vida pero tiene grandes proyectos. Recién a comienzos de 2016 pudieron formalizar su situación legal y conformarse según indican los estatutos. Actualmente la integran 19 socios, que pagan una cuota mensual y trabajan con la idea de mejorar su producción ganadera.
De acuerdo a testimonios de los impulsores, todo comenzó con la idea de conformar un grupo que gestionara la implementación de una sala de faena para el pequeño productor de la zona. Debido a complicaciones en el ámbito político y con el cambio de gobierno, los precios se fueron incrementando y en la actualidad el proyecto se encuentra estancado. "Pocos toman dimensión del gran índice de crecimiento que esto generaría, ya que por un lado daría trabajo genuino a la ciudad y por otro fijaría límites en cuanto a los precios, ya que no se pagaría flete para importar", son los argumentos de los socios.
En diálogo con El Tribuno, el flamante presidente, Rosario Leguizamón, expresó que es un gran desafió poder estar al frente de la institución y van a tratar de brindarles soluciones a los socios. "Es un compromiso bastante grande, porque la gente que trabajó anteriormente nos dejó prácticamente todo en orden para que pudiéramos seguir nostros, más que nada en cuestiones organizativas y legales. Ahora queremos darles respuestas a los socios, que son pocos pero muy seguidores. Alimentación del ganado y mejoras en genética son las nuevas ideas que tenemos", indicó.
La falta de una planta de faena legal representa toda una problemática para el departamento sureño. Muchos carnean de forma clandestina, y se corre el peligro de consumir carne en mal estado y con enfermedades propias de los animales. Muchos deciden viajar hasta Metán, pero eso incrementa sin dudas los costos, ya que se deben abonar altos porcentajes en flete y condiciones higiénicas saludables.
"La Municipalidad está al tanto de la situación y nos quiere apoyar. Pero tendría que existir un aporte privado para la construcción y eso sería todo un tema, ya que habría que fijar normativas para que el pequeño productor no sea perjudicado", agregó.
Se sabe que durante la gestión anterior, de Rómula Gómez, la cooperativa recibió un terreno por un comodato de 5 años para la creación de la sala. Sin embargo, debido a las complicaciones que fueron surgiendo, se está trabajando para ver de qué otra manera se puede usufructuar el predio, que está cerca de la planta procesadora de residuos.
De igual manera, sin un apoyo estatal será muy difícil que este grupo pueda llevar a cabo esta auspiciosa iniciativa, ya que los costos son muy elevados. Mientras tanto, la cooperativa ofrece distintas capacitaciones a sus socios, muchas de ellas llevadas a cabo por el INTA y otros autegestionadas, como el caso de talleres de chacinados, que tuvo un gran éxito.
Invitación
Los integrantes de la comisión invitan a los productores a formar parte del grupo, ya que de esa forma se favorecerían en cuanto a los proyectos que están vigentes, como el caso del plan de alimentación para ganado y el tratamiento genético, reduciendo en un porcentaje alto los costos que pagan en forma particular.
"Mejorar la alimentación ayudará a los productores a mejorar la calidad y el rédito económico. Queremos lograr la captación de socios que visibilicen el trabajo que se hace acá, así todos juntos podamos conseguir más cosas, ya que solos es mucho más difícil. No hay que abandonar el campo. Todos sabemos que industrializar el pueblo es muy difícil entonces no podemos olvidarnos de nuestras raíces, que son las que marcaron la diferencia en Rosario", concluyó.