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Ricardo Darín y Santiago Mitre llevaron "La Cordillera" a Cannes

La película compite en la sección Una cierta mirada y en ella Darín interpreta a un presidente argentino. 
Miércoles, 24 de mayo de 2017 14:50

El argentino Santiago Mitre regresó hoy a Cannes con ‘La cordillera‘, una película protagonizada por Ricardo Darín y Dolores Fonzi en la que muestra a un personaje
en ‘plena construcción del poder‘, una ficción sobre el ‘desgaste del sistema político tradicional‘.
‘Hay cierto desprestigio de la clase política que excede a la película, nosotros lo tratamos desde una perspectiva de ficción‘, explicó en una rueda de prensa con medios hispanos el director, que resaltó que su intención no es hacer ‘un juicio demasiado específico‘ y agregó: ‘habrá algún presidente bueno en algún lugar‘.
‘No se basa en nada en particular más que en nuestras fantasías‘, aseguró Mitre, que hace dos años ganó el Gran Premio de la Semana de la Crítica de Cannes con ‘La patota‘.
Ahora regresa a Cannes, a la sección Una cierta mirada, con una historia en la que Darín es Hernán Blanco, presidente de Argentina, que viaja a Chile para participar en una cumbre de jefes de Estado latinoamericanos para crear una unión petrolífera al estilo de la OPEP.
Un presidente que es ‘un ejemplo de los que van por fuera del sistema político tradicional, que tiene que establecer sus propias reglas del juego‘, dijo Darín, que señaló que no es algo a lo que estemos acostumbrados, pero que se está dando en varios casos debido al desgaste del sistema político tradicional.
Gente como el presidente francés, Emmanuel Macron, que no ha tenido un recorrido político al uso. ‘Se abren caminos para personas que proceden de otros estratos y que encuentran esa rendija por la cual hacer su propia aparición‘, explicó el actor.
Su personaje es un presidente que al principio se le ve como débil en su lado político, pero el desarrollo de la película hace cambiar totalmente la opinión del espectador, resaltó Mitre, un director al que le gusta ‘trabajar sobre problemas contemporáneos‘ y el cine le ofrece un buen territorio para reflexionar sobre ellos.
‘El cine tiene un potencial interpelador muy fuerte‘, opinó el realizador, que sin embargo no quiere dar las respuestas. ‘No me gusta cuando el cine dice cosas de forma unidireccional y sin dudas, prefiero que sea el territorio desde el cual los espectadores puedan pensar y hacerse preguntas‘, explicó.
‘La cordillera‘ muestra los juegos de poder entre los diferentes mandatarios latinoamericanos, con un espectacular reparto que incluye a Daniel Giménez Cacho como el presidente mexicano o Paulina García como la chilena, además de Alfredo Castro como un psiquiatra; Elena Anaya, que interpreta a una periodista, o Christian Slater, en una memorable secuencia, como el enviado estadounidense.
‘Fue maravilloso, todos los actores que participaron en la película son increíbles como profesionales, se unieron con mucha alegría y estaban felices de jugar a ser presidentes de sus respectivos países‘, recordó Mitre, que reconoció que los únicos nombres que tenía desde el principio en mente eran Darín, Fonzi y Rivas.
Darín para el presidente con lado oscuro, Rivas para la asistente omnipresente y Fonzi para la hija del presidente, una mujer con problemas psicológicos y aislada en contraposición con el esquema rígido de la política. 
Una historia que se rodó en parte en Buenos Aires, incluyendo la Casa Rosada. ‘Es divertido pasar por algunos pasillos o caminos por los cuales uno está seguro que han pasado presidentes que conocemos, para bien o para mal‘, reconoció Darín.
Y en la cordillera de los Andes, ese lugar mítico e icónico para Latinoamérica, la columna vertebral de la región ‘por su presencia en todo el continente y porque está arraigada en la historia‘, precisó Mitre.
Una película que es coproducción de Argentina, Francia y España y que es una de las dos producciones argentinas en Cannes, junto con ‘La novia del desierto‘, ópera prima de Cecilia Atán y Valeria Privato, que compite también en Una cierta mirada.
Dos de las pocas películas hispanoamericanas presentes este año en Cannes, donde no hay ningún trabajo en la competición por la Palma de Oro, algo a lo que Mitre restó importancia y que fue contestado de forma divertida por Darín, que afirmó: ‘es una mala
noticia para ellos, pero lo revisarán más adelante‘.

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El argentino Santiago Mitre regresó hoy a Cannes con ‘La cordillera‘, una película protagonizada por Ricardo Darín y Dolores Fonzi en la que muestra a un personaje
en ‘plena construcción del poder‘, una ficción sobre el ‘desgaste del sistema político tradicional‘.
‘Hay cierto desprestigio de la clase política que excede a la película, nosotros lo tratamos desde una perspectiva de ficción‘, explicó en una rueda de prensa con medios hispanos el director, que resaltó que su intención no es hacer ‘un juicio demasiado específico‘ y agregó: ‘habrá algún presidente bueno en algún lugar‘.
‘No se basa en nada en particular más que en nuestras fantasías‘, aseguró Mitre, que hace dos años ganó el Gran Premio de la Semana de la Crítica de Cannes con ‘La patota‘.
Ahora regresa a Cannes, a la sección Una cierta mirada, con una historia en la que Darín es Hernán Blanco, presidente de Argentina, que viaja a Chile para participar en una cumbre de jefes de Estado latinoamericanos para crear una unión petrolífera al estilo de la OPEP.
Un presidente que es ‘un ejemplo de los que van por fuera del sistema político tradicional, que tiene que establecer sus propias reglas del juego‘, dijo Darín, que señaló que no es algo a lo que estemos acostumbrados, pero que se está dando en varios casos debido al desgaste del sistema político tradicional.
Gente como el presidente francés, Emmanuel Macron, que no ha tenido un recorrido político al uso. ‘Se abren caminos para personas que proceden de otros estratos y que encuentran esa rendija por la cual hacer su propia aparición‘, explicó el actor.
Su personaje es un presidente que al principio se le ve como débil en su lado político, pero el desarrollo de la película hace cambiar totalmente la opinión del espectador, resaltó Mitre, un director al que le gusta ‘trabajar sobre problemas contemporáneos‘ y el cine le ofrece un buen territorio para reflexionar sobre ellos.
‘El cine tiene un potencial interpelador muy fuerte‘, opinó el realizador, que sin embargo no quiere dar las respuestas. ‘No me gusta cuando el cine dice cosas de forma unidireccional y sin dudas, prefiero que sea el territorio desde el cual los espectadores puedan pensar y hacerse preguntas‘, explicó.
‘La cordillera‘ muestra los juegos de poder entre los diferentes mandatarios latinoamericanos, con un espectacular reparto que incluye a Daniel Giménez Cacho como el presidente mexicano o Paulina García como la chilena, además de Alfredo Castro como un psiquiatra; Elena Anaya, que interpreta a una periodista, o Christian Slater, en una memorable secuencia, como el enviado estadounidense.
‘Fue maravilloso, todos los actores que participaron en la película son increíbles como profesionales, se unieron con mucha alegría y estaban felices de jugar a ser presidentes de sus respectivos países‘, recordó Mitre, que reconoció que los únicos nombres que tenía desde el principio en mente eran Darín, Fonzi y Rivas.
Darín para el presidente con lado oscuro, Rivas para la asistente omnipresente y Fonzi para la hija del presidente, una mujer con problemas psicológicos y aislada en contraposición con el esquema rígido de la política. 
Una historia que se rodó en parte en Buenos Aires, incluyendo la Casa Rosada. ‘Es divertido pasar por algunos pasillos o caminos por los cuales uno está seguro que han pasado presidentes que conocemos, para bien o para mal‘, reconoció Darín.
Y en la cordillera de los Andes, ese lugar mítico e icónico para Latinoamérica, la columna vertebral de la región ‘por su presencia en todo el continente y porque está arraigada en la historia‘, precisó Mitre.
Una película que es coproducción de Argentina, Francia y España y que es una de las dos producciones argentinas en Cannes, junto con ‘La novia del desierto‘, ópera prima de Cecilia Atán y Valeria Privato, que compite también en Una cierta mirada.
Dos de las pocas películas hispanoamericanas presentes este año en Cannes, donde no hay ningún trabajo en la competición por la Palma de Oro, algo a lo que Mitre restó importancia y que fue contestado de forma divertida por Darín, que afirmó: ‘es una mala
noticia para ellos, pero lo revisarán más adelante‘.

 

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