Atlético Tucumán tenía una misión muy difícil. Debía jugarse la clasificación nada menos que ante Palmeiras y en Brasil. Tenía que ganarle al poderoso conjunto paulista por dos goles para no depender de nadie o derrotarlo por uno y esperar una ayuda de Peñarol. Pero no pudo. Jugó un partidazo, tuvo chances clarísimas, se animó a pelear de igual pero no estuvo fino en la definición y perdió 3-1. Así, quedó eliminado de la Copa Libertadores pero al terminar tercero en el grupo 5 y tendrá el consuelo de jugar la Copa Sudamericana.
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Atlético Tucumán tenía una misión muy difícil. Debía jugarse la clasificación nada menos que ante Palmeiras y en Brasil. Tenía que ganarle al poderoso conjunto paulista por dos goles para no depender de nadie o derrotarlo por uno y esperar una ayuda de Peñarol. Pero no pudo. Jugó un partidazo, tuvo chances clarísimas, se animó a pelear de igual pero no estuvo fino en la definición y perdió 3-1. Así, quedó eliminado de la Copa Libertadores pero al terminar tercero en el grupo 5 y tendrá el consuelo de jugar la Copa Sudamericana.