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Cansado, Macri se recluyó en Olivos; Rodríguez Larreta, se descompensó

Tras el tradicional Tedeum, el Presidente se retiró a la quinta a descansar.
Viernes, 26 de mayo de 2017 00:00

Visiblemente cansado tras la larga gira por el otro lado del globo, y las consecuencias del apunamiento que lo afectó el viernes en Quito -2.700 metros sobre el nivel del mar- el presidente Mauricio Macri cumplió ayer con todos los oficios de la vieja tradición del Tedeum, inaugurada por la Primera Junta de gobierno el 25 de mayo de 1810.

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Visiblemente cansado tras la larga gira por el otro lado del globo, y las consecuencias del apunamiento que lo afectó el viernes en Quito -2.700 metros sobre el nivel del mar- el presidente Mauricio Macri cumplió ayer con todos los oficios de la vieja tradición del Tedeum, inaugurada por la Primera Junta de gobierno el 25 de mayo de 1810.

El Gobierno buscó respetar todos los rituales. El Presidente llegó a la Catedral de Buenos Aires caminando y portando los atributos del mando presidencial, la banda y el bastón. Lo acompañaba su esposa Juliana Awada.

Saludó desde lejos a la gente que se había acercado a participar de la ceremonia, que lo vivó con ganas. Pero no se acercó. Ya lo estaban esperando las autoridades eclesiásticas.

Ingresó para hacer el homenaje a la tumba del Libertador General San Martín e inmediatamente después se dirigió a los asientos que corresponden a la pareja presidencial. Escuchó atentamente las lecturas y, cada vez que el oficiante permitía sentarse, se aferraba a la mano de su esposa, como buscando refugio.

Hasta que el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, casi se desmaya por la baja presión, el comentario de los asistentes a la ceremonia era el cansancio del Presidente.

Un miembro de la comitiva que en diez días viajó por Dubai, China y Japón comentó: "Recién hoy puedo decir que estoy recuperado. Mauricio estuvo súper exigido y después quiso a ir a Quito porque no quiere perderse nada en la agenda".

Al salir de la Catedral, la camioneta presidencial estaba esperando a Macri en la puerta. La gente que estaba detrás de las vallas esperaba que se acercara a saludarlos, pero solo lo hizo de lejos. Fue a la Casa Rosada, saludó a sus colaboradores por el Día de la Patria, pasó por el locro y se volvió a Olivos. Pretendía descansar.

Ayer, el presidente Mauricio Macri sufrió una "leve descompensación" en Ecuador adonde fue para participar de la ceremonia de asunción de su par electo Lenin Moreno.

"Estoy bien. La verdad que ayer fue una descompensación con la altura, y también el cansancio acumulado de viaje no recuperado por Asia. Fue un momento feo, pero nada grave", dijo ayer a la mañana el mandatario.

El Samec, en la Catedral

Ayer, también el jefe de Gobierno porteño, generó preocupación cuando se sintió mal y sus acompañantes tuvieron que llamar el servicio del Samec.

Horacio Rodríguez Larreta sufrió una descompensación producto de una baja en su presión arterial durante el Tedeum realizado en la Catedral Metropolitana, por lo que debió ser atendido por médicos del Sistema de Atención Médica de Emergencias. Luego se fue a su casa, acompañado por su esposa Bárbara Diez.

"Anoche tuve fiebre. Hoy me bajó la presión en el Tedeum y me fui a mi casa", escribió más tarde Rodríguez Larreta en Twitter. En general, una caída de presión leve, que no provoca síntomas graves, suele superarse sin mayores inconvenientes o tratamiento.

 

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