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Con un discutido penal en contra sobre la hora, al líder Boca se le escapó el triunfo al empatar 1 a 1 anoche en su visita a Huracán en el estadio Tomás Adolfo Ducó, por la fecha 26 del torneo de Primera División, y River puede recortarle diferencias si vence a Rosario Central.
Cuando parecía que la victoria era cosa juzgada, el árbitro Darío Herrera cobró un polémico penal de Agustín Rossi sobre Daniel Montenegro que Alejandro Romero Gamarra, en el quinto minuto de tiempo adicionado, cambió por gol.
En esa jugada, Rossi llega a tener un contacto con el Rolfi, pero el mismo no parece lo suficientemente fuerte como para derribar al enganche.
El gol del conjunto que dirige Guillermo Barros Schelotto, quien se fue expulsado, lo convirtió Darío Benedetto a los 30 minutos del segundo tiempo.
Boca, con el empate, llegó a 53 puntos; cinco más que River (tiene dos partidos menos); en tanto que Huracán alcanzó las 25 unidades.
Los primeros 45 minutos fueron muy aburridos, con dos equipos sin fútbol ni ideas, y por ende sin llegadas de riesgo.
Boca, con un 4-4-2, careció de un conductor, le faltó juego y profundidad y el arco de Marcos Díaz le quedó siempre lejísimos.
Apenas sendos remates de Cristian Pavón y Leonardo Jara, a los 10 y 37 minutos, respectivamente, fueron las aproximaciones del equipo visitante.
Huracán, con un 4-2-3-1, fue un poco más incisivo, tuvo más la pelota, pero no inquieto demasiado a Agustín Rossi, salvo por un remate y un cabezazo de Ignacio Pussetto, a los 11 y 40 minutos, sucesivamente.
El segundo tiempo no varió demasiado del primero: poco fútbol, pocas llegadas, dos equipos sin ideas ni juego, cero llegadas.
Boca, a los 30 minutos, se puso en ventaja con un gol de Benedetto (16 tantos en el torneo) y Huracán empató con un penal inexistente que convirtió Romero Gamarra en el final.
En Boca Gago fue muy impreciso, Barrios no tuvo una buena actuación y Pablo Pérez no estuvo fino con la pelota en los pies y eso derivó en un mal manejo del balón. Encima, Cristian Pavón volvió a mostrar un mal nivel y tomó en su mayoría malas decisiones.
Enfrente, Huracán tuvo a un león como Matías Fritzler para marcar y distribuir, pero tampoco estuvieron finos Romero Gamarra ni Mariano González a la hora de elaborar.
Así el equipo del Mellizo, que jugó muy mal, perdió dos puntos increíbles en Parque de los Patricios, donde no pierde desde 1994, y le dejó la punta servida a River.
Huracán, que no le hacía un gol de local a Boca desde 1998, sumó un punto valioso en su afán por conservar la categoría.
Boca regaló dos puntos; Huracán ganó uno y el torneo quedó abierto para todos, principalmente para River que es el mejor equipo del fútbol argentino.