Indefensa, con visibles problemas de salud y sin atención de los organismos estatales de protección a las víctimas de violencia y abuso sexual, continúa internada la joven de 21 años, quien denunció hace una semana que su tío la violó durante 10 años y que permanentemente la amenazaba con castigarla si ella ventilaba semejante tormento.
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Indefensa, con visibles problemas de salud y sin atención de los organismos estatales de protección a las víctimas de violencia y abuso sexual, continúa internada la joven de 21 años, quien denunció hace una semana que su tío la violó durante 10 años y que permanentemente la amenazaba con castigarla si ella ventilaba semejante tormento.
Sus familiares la abandonaron, incluso su hermana, mayor que ella por un año, quien también habría sido violada por este sujeto.
El acusado todavía no fue detenido. Goza de impunidad judicial y de seguridad. Su imagen para muchos en Rosario de Lerma sigue siendo intachable y de buen cristiano. Es policía, folclorista e integrante de un coro parroquial.
Mientras que la víctima todavía no tiene un defensor oficial, ni psicólogo, ni protección del Estado, el acusado consiguió un prominente abogado que lo represente legalmente ante estas acusaciones de abuso, lesiones y amenazas.
Denuncia perdida
El destrato que sufre esta joven mujer es inadmisible. Se supo extraoficialmente que el Ministerio de Seguridad de la Provincia ordenó quitarle el arma reglamentaria al policía. Solo eso. Sin embargo, no se indagó sobre la denuncia de la hermana de la víctima, hace unos seis años, cuando relató que este sujeto también abusaba de ella desde hacía varios años. Aquella denuncia aparentemente se perdió.
"Mi hermana no quiere seguir con estas denuncias. Cuando ella denunció que mi tío la abusaba, nunca la llamaron a declarar, porque le dijeron que la denuncia se había perdido", contó la joven.
Ayer, las enfermeras y el psicólogo del hospital Joaquín Corbalán fueron su única contención. Desde la Comisaría 14 le enviaron una policía, que le llevó un papel escrito a la víctima, en donde figura un número de teléfono para que la joven llame si necesita contención. Debajo de los datos dice el manuscrito "violencia familiar".
Al parecer, este sería el procedimiento utilizado por la Policía, para llegar a una víctima en el peor momento de su vida. No existe custodia fuera de la habitación de la chica abusada. Las amenazas de muerte y los sometimientos no alcanzan para que una víctima sea protegida por la fuerza pública
Fuentes consultadas por El Tribuno aseguraron que "si la Justicia lo determina, le pondrán custodia policial". El sentido común está lejos de esta realidad para los funcionarios policiales.
La gerencia del hospital de Rosario de Lerma, a cargo de la médica Viviana Carrasco, informó que la joven seguirá internada en condición de paciente en riesgo social. Su estado emocional es delicado. El trauma le produjo síntomas de diferentes patologías clínicas. Variaciones constantes de la presión arterial, no come, y está constantemente aterrada.