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Matías Ormeño: “Los aranceles deberían subir un 50% para equilibrar las cuentas”

Martes, 30 de mayo de 2017 01:04

Texto: Pablo Ferrer - Foto: Pablo Yapura

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Texto: Pablo Ferrer - Foto: Pablo Yapura

 

Matías Ormeño asumió el 23 de mayo pasado su segundo mandato, de dos años, en la presidencia de la Asociación de Clínicas y Sanatorios Privados de Salta. La entidad cuenta con nueve centros médicos como socios y tiene otros siete como adherentes en la provincia. 
En diálogo con El Tribuno, alertó sobre el desfasaje de los aranceles que reciben las clínicas por las atenciones médicas. Dijo que las tarifas deberían subir un 50% para equilibrar las cuentas. 
A eso hay que sumar la delicada situación que atraviesan los prestadores con el PAMI, que retornó al sistema de pago capitado que se implementaba en los ’90. Desde el 1 de mayo la obra social de los jubilados abona un monto fijo mensual a las clínicas, efectúen o no las atenciones a los afiliados, mientras que antes pagaba por cada servicio. 
Según pudo averiguar El Tribuno de diferentes fuentes médicas, el sistema per cápita implica, además, un recorte del 35% en las facturaciones al PAMI.

¿Cuál es la situación de las clínicas salteñas?
No escapa a la realidad del conjunto de empresas de salud de todo el país que está en una situación bastante delicada. A nivel nacional continúa la emergencia sanitaria, que se viene prorrogando desde 2001, con lo cual eso marca lo que estamos atravesando. Se viene trabajando con las obras sociales, tanto estatales como sindicales, pero el gran problema que hoy tenemos es el retraso en los aranceles que nos obliga a estar constantemente ajustando algunos presupuestos y matrices de costos y hay clínicas que hoy se encuentran endeudadas.

¿Cuánto tendrían que aumentar los aranceles para equilibrar las cuentas?
El gran problema que hemos tenido es que hasta 2014 veníamos con un retraso de aranceles de aproximadamente un 20%, que si bien era importante, se podía seguir dando un servicio con calidad. Ahora, a partir de todos los incrementos de tarifas públicas, de los aumentos de precios de medicamentos, que en el último año y medio subieron un 100%, el retraso en los aranceles ronda el 50 por ciento.

¿Por qué se incrementó ese desfasaje?
El principal gasto que tiene una clínica es en personal, que representa aproximadamente un 65% de todo el costo operativo, y ese costo es fijado por las paritarias nacionales, que en los últimos años fueron por encima de lo que las clínicas pudieron revalorizar sus aranceles. Por ejemplo, en las paritarias del sector de junio del año pasado hubo un incremento del 35%, mientras que los aranceles se actualizaron como máximo en un 29%. Entonces todos los años hay puntos porcentuales que van quedando de retraso y a lo largo de cinco o siete años se van acumulando.

¿Se pudo acortar las demoras en los pagos de las obras sociales a las prestadoras?
La cadena de pago de una clínica ronda en los 90 días desde la fecha en que se da la prestación médica hasta que se cobra. No tenemos mayores retrasos, pero tampoco podemos acortar ese tiempo, que cuando hay inflación se complica aún más. Obviamente, no es lo mismo el costo de una prestación de hoy a tres meses después.

¿Los socios de las Asociación acordaron con el PAMI por el sistema capitado?
La Asociación de Clínicas como institución no tiene convenio con el PAMI, sino que cada socio acuerda con la obra social de manera particular. Varios socios ya firmaron con el PAMI, pero todos advierten que hay una disminución importante en el valor de las prestaciones que pagaba el PAMI antes del sistema capitado. Los aranceles ahora son más bajos.

¿De cuánto sería el recorte?
No sé el porcentaje de retraso específicamente, pero lo que sí comentan las titulares de las clínicas en las reuniones de la Asociación es que los aranceles que se van a pagar con el nuevo sistema capitado son menores de que lo que venían percibiendo. De todas maneras las clínicas han expresado la voluntad de no cortar los servicios, no va a haber ningún tipo de problema en la normal prestación de servicio a los afiliados del PAMI mientras exista un diálogo y se intente ir revirtiendo en el corto plazo esa reducción en los aranceles.

¿Hay riesgo de subprestación a los afiliados?
Un sistema capitado siempre implica no una subprestación, sino tener que hacer que el presupuesto fijo asignado a las clínicas por mes alcance para todo el menú prestacional que dan. En ese sentido, cuando se empieza a trabajar por cápita, obviamente, hay una transferencia del riesgo de la obra social a las clínicas, que lo que hacen es intentar equilibrar las cuentas y dar primero las prestaciones de urgencia y después ir haciendo una programación que sea responsable con el resto de las prácticas. Hay que empezar asignar prioridades a las atenciones y en esa asignación hay prestaciones que van quedando más postergadas que otras.

¿Disminuyó la cantidad de pacientes que utilizan el sistema privado de salud? 
En términos generales, la provincia de Salta en los últimos 20 años ha tenido una involución en el sector prestador privado, antes había más camas de internación. Esto es producto de todo lo que venimos hablando, de los retrasos arancelarios que han hecho que algunas clínicas cierren. Se calcula que la provincia tiene hoy una cama y media por cada mil habitantes, cuando para esa cantidad deberíamos tener dos camas y media para dar un servicio óptimo. 

¿Tienen problemas con el recurso humano como el que se plantea en el sector público?
En Salta capital a nivel general no hay inconvenientes, la provincia sí ha tenido históricamente problemas con algunas especialidades críticas en las que no hay profesionales o donde hay pocos, porque esas especialidades se concentran en las grandes ciudades y cuesta que esos médicos se trasladen hacia Salta.
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