La novela cumbre del escritor colombiano Gabriel García Márquez, “Cien años de soledad”, cumple 50 años y sigue tan vital y vigente como cuando se terminó de imprimir su primera edición, el 30 de mayo de 1967, en los talleres gráficos de la Compañía Impresora Argentina. El libro, editado por el sello Sudamericana, llegó a las librerías argentinas el 5 de junio, fecha precisa en la que se celebra la publicación de la novela. El aniversario de la obra más universal de Gabo ha sido motivo de celebración en diferentes partes del mundo. En la ciudad caribeña de Cartagena, por ejemplo, se realizó una lectura colectiva organizada por la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, fundada por el Nobel colombiano fallecido en 2014.
En China, la Universidad de Pekín se sumó al festejo con un acto multitudinario. “Cien años de soledad” se editó legalmente por primera vez en ese país asiático en 2011 y vendió un millón de copias en sus primeros seis meses.
En Argentina, el medio siglo de “Cien años de soledad” se conmemorará con la aparición de dos nuevas reediciones. La primera publicación conmemorativa llevará la tapa original de Iris Pagano: el famoso dibujo del galéon hundido en medio de la selva (foto). La segunda será una edición de lujo, con tapa e ilustraciones inéditas de la artista chilena Luisa Rivera.
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La novela cumbre del escritor colombiano Gabriel García Márquez, “Cien años de soledad”, cumple 50 años y sigue tan vital y vigente como cuando se terminó de imprimir su primera edición, el 30 de mayo de 1967, en los talleres gráficos de la Compañía Impresora Argentina. El libro, editado por el sello Sudamericana, llegó a las librerías argentinas el 5 de junio, fecha precisa en la que se celebra la publicación de la novela. El aniversario de la obra más universal de Gabo ha sido motivo de celebración en diferentes partes del mundo. En la ciudad caribeña de Cartagena, por ejemplo, se realizó una lectura colectiva organizada por la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, fundada por el Nobel colombiano fallecido en 2014.
En China, la Universidad de Pekín se sumó al festejo con un acto multitudinario. “Cien años de soledad” se editó legalmente por primera vez en ese país asiático en 2011 y vendió un millón de copias en sus primeros seis meses.
En Argentina, el medio siglo de “Cien años de soledad” se conmemorará con la aparición de dos nuevas reediciones. La primera publicación conmemorativa llevará la tapa original de Iris Pagano: el famoso dibujo del galéon hundido en medio de la selva (foto). La segunda será una edición de lujo, con tapa e ilustraciones inéditas de la artista chilena Luisa Rivera.
Sobre la génesis de la novela, que narra la historia de los Buendía, se sabe bastante, porque el propio autor se encargó de compartir las anécdotas. Gabo confesó que quería escribir “una novela desmesurada, no solo distinta de cuanto había escrito hasta entonces, sino de cuanto había leído”.
Así fue que se sentó en la máquina para escribir una frase inicial “que no podía soportar dentro” de él. El autor se refería a una de las imágenes más famosas de la literatura: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”.
Desde ese momento, García Márquez se sumergió “en un sueño demoledor, hasta que la línea final de Macondo se lo llevó el carajo”. El carajo era ni más ni menos que la ruina económica, porque el autor se había entregado por completo a la escritura y en ese lapso febril había gastado todos sus ahorros. Llegó al punto de no tener para comprar papel y entonces, con su mujer, Mercedes, empeñaron lo que tenían a mano, pidieron dinero prestado a sus amigos, vivieron del fiado... En agosto de 1965 fue a la oficina de correos con las 500 cuartillas escritas a máquina, a doble espacio, para enviarlas a Editorial Sudamericana, en Buenos Aires. El paquete pesaba demasiado y no les alcanzó el dinero para mandar el libro completo, así que lo hicieron en dos etapas.
Cien años de soledad es el libro más famoso de García Márquez, pero no era el que a él más lo enorgullecía. Estaba atravesado por su infancia y sus afectos, y eso lo hacía especial, sin duda: “Desde hacía tiempo tenía la idea de que debía escribir una novela en la cual sucediera todo. Esa idea me vino de lo que me contaba la abuela. Ella, con su ‘cara de palo’ (seria, impasible), decía cualquier cosa y las explicaciones que daba eran absolutamente fantásticas, y esa era la realidad en la que yo vivía”, contó una vez.
A la hora de comparar, lo hacía con crudeza: “ ‘Cien años de soledad’ es un libro mítico y aunque yo no trato de disputarle ningún mérito, ‘El amor en los tiempos del cólera’ es un libro humano, con los pies sobre la tierra de lo que somos nosotros de verdad”, decía García Márquez. En cuanto a la posteridad de esos dos libros apuntó: “ ‘Cien años de soledad’ no es mi libro; mi libro es ‘El amor en los tiempos del cólera’: es el libro que va a que dar”.
Sobre el eco mundial que suscitó “Cien años de soledad”, Gabo aseguró que fue algo completamente inesperado para él: “Fue una conmoción. Y no para bien. El acoso al que he sido sometido me ha perturbado. Desde entonces mi vida ya no es la misma. Trato de separar el antes y el después, pero resulta muy difícil: amigos a los que creía fieles han vendido mi correspondencia, la gente se te acerca y nunca sabes sus intenciones... Asimilar un éxito tan desmedido es tarea de héroes, y yo no soy ningún héroe, soy una persona bastante débil”, se lamentó en una entrevista.
“Yo no reniego de ‘Cien años de soledad’. Me ocurre algo peor: la odio”, llegó a admitir el escritor. La razón: “Está escrita con todos los trucos de la vida y con todos los trucos del oficio -confesó-. Los críticos tratan de solemnizar y de encontrarle el pelo al huevo a una novela que dice muchas menos cosas de lo que ellos pretenden. Sus claves son simples, yo diría que elementales”, manifestó. Los engranajes “simples” revelados por Gabo nunca llegaron a ensombrecer, sin embargo, la grandeza de su obra. Medio siglo después, “Cien años de soledad” sigue siendo uno de los libros más encantadores que se hayan escrito sobre la faz de la tierra.