Caldos y licuados es la primera imagen que aparece en la personas que siguen un tratamiento oncológico cuando se habla de sus alimentos. Pero, usando el ingenio y estudiando los aportes que los alimentos naturales ofrecen, la propuesta de platos para este tipo de pacientes puede convertirse en todo un menú.
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Caldos y licuados es la primera imagen que aparece en la personas que siguen un tratamiento oncológico cuando se habla de sus alimentos. Pero, usando el ingenio y estudiando los aportes que los alimentos naturales ofrecen, la propuesta de platos para este tipo de pacientes puede convertirse en todo un menú.
En un encuentro con El Tribuno, la licenciada en Nutrición Ana Mastronardi destacó que llevará adelante junto a la chef Luly López Arias un taller de alimentación y cocina para el paciente oncológico. "Durante el curso se ofrecerá la información básica acerca de las dolencias y los momentos con su sintomatología. También vamos a hacer hincapié no solo en la alimentación sino también en la integralidad que necesita el paciente durante este momento. Me refiero a que el equipo que tiene que estar a cargo de este paciente debe ser mutidisciplinario", especificó la licenciada.
Mastronardi destacó que para poder sacar adelante a la persona que atraviesa este momento se necesita tanto de la mirada de un médico como también de un psicólogo, un fisioterapeuta y un nutricionista.
Dentro del temario del taller también se propondrán algunos tips que hacen a la mejora de la autoestima y la imagen durante el tratamiento.
Qué comer
El tema central del taller será lo alimentario. Durante el encuentro se va a enseñar a elaborar los alimentos que requieren estos pacientes.
Durante el taller se va diferenciar los tipos de apoyos alimenticios que se necesitan, según la etapa en la que está el paciente. "Si está en cirugía, si recibe quimioterapia, radioterapia o está en un tratamiento biológico y hormonal. Si bien es similar, cada proceso tiene su momento y genera distintas etapas en cada una de las personas", especificó la licenciada en Nutrición.
Síntomas y soluciones
Hay síntomas que se repiten aunque los tratamientos sean diferentes. El más destacado es la perdida de apetito que está vinculado con el daño de las papilas gustativas.
Según el tratamiento, también se dañan los receptores del olfato que tienen que ver con la degustación de los alimentos. "Al estar disminuidos los receptores se genera la falta de apetito. También se producen daños en los tejidos a nivel gástrico por lo que aumenta la acidez estomacal. En general, las personas con tratamiento oncológico deben tener una alimentación donde los alimentos conserven sus sabores", afirmó.
Al respecto, la nutricionista destacó el rol tan importante que juegan las hierbas, que no producen daños a nivel gástrico. "Un ejemplo son las aromáticas", agregó.
En la cocina
"En la búsqueda por conservar los sabores, la preparación de los alimentos debe involucrar a la familia de la persona que está en tratamiento. Cuando se llega al diagnóstico, en el momento de la cocina, lo importante es seguir una guía nutricional", agregó la chef Luly López Arias, quien también es parte de esta propuesta.
La chef destacó: "La alimentación que hacemos en la casa debe tener en cuenta los nutrientes que se requiere. Es importante estar en contacto con la nutricionista".
Entre los recomendados para conservar sabores, López Arias ejemplificó con el horno, donde se puede cocinar en bolsitas o papel aluminio. También la cocción al vapor, que se puede hacer en forma sencilla con una olla, un colador de fideos y un poco de agua.
"Vamos a hacer un abanico de preparaciones según la etapa del tratamiento. Hay que volver a entusiasmar a la persona con la alimentación. Lo importante es que la persona que está a cargo de la elaboración de los alimentos del paciente tenga las herramientas a mano para una buena producción", concluyó.
El taller se dictará el 17 de mayo y es para el público en general. Los estudiantes tendrán un descuento del 50 por ciento. Los interesados pueden acercarse a Buenos Aires 631.