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Por un recorte del 30%, las clínicas salteñas pueden suspender relaciones con el PAMI

La obra social de los jubilados dispuso cambiar el sistema de pago a los sanatorios, lo que implica una reducción de los fondos destinados para cada afiliado. La mayoría de los centros médicos definirán el 15 de mayo si siguen atendiendo.
Domingo, 07 de mayo de 2017 00:00

Como ocurre en otras provincias, la mayoría de las clínicas privadas de Salta están a un paso de restringir o cortar la prestación a los afiliados del PAMI. Según confiaron distintas fuentes de ese ámbito a El Tribuno, con el cambio de liquidación de la obra social, que empezó a regir desde el viernes pasado, los centros médicos locales recibirán alrededor de un 30% menos por la atención a jubilados.

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Como ocurre en otras provincias, la mayoría de las clínicas privadas de Salta están a un paso de restringir o cortar la prestación a los afiliados del PAMI. Según confiaron distintas fuentes de ese ámbito a El Tribuno, con el cambio de liquidación de la obra social, que empezó a regir desde el viernes pasado, los centros médicos locales recibirán alrededor de un 30% menos por la atención a jubilados.

A través de una resolución, el PAMI, con la nueva conducción nacional de Sergio Cassinotti, rescindió el mes pasado todos los contratos con sanatorios, para pasar del pago por cada atención que recibían los afiliados a un sistema capitado. Es decir que las clínicas que se adhieran a la propuesta del organismo nacional percibirán un monto fijo mensual, atiendan o no a las personas estipuladas en un contrato, al que tienen plazo para subscribir hasta el 15 de mayo próximo.

Ese día es el límite que se pusieron, en común acuerdo, la mayor parte de los titulares de los centros privados salteños, según dijeron a este diario, para negociar un mejor acuerdo por las prestaciones.

En líneas generales, los sanatorios quieren mantener los aranceles que recibían hasta el mes pasado.

"Para una clínica de Salta que cuenta con servicio de ecografía, radiología, internación en piso y en terapia intensiva, la cápita pasaría a 311 pesos, mientras que antes, por el mismo servicio, veníamos facturando un promedio de 450 pesos por afiliado", detalló el propietario de un importante centro médico.

"Si hasta mediados de mes el PAMI no mejora su propuesta, se corta la atención a los jubilados", afirmaron las fuentes consultadas.

Con el nuevo sistema, que ya se implementó en la década de los 90, hay riesgo también de una subprestación a los afiliados, lo que se agravaría por la falta de un equipo de auditores de la delegación salteña del PAMI.

Orán, el primer caso

Por los cambios que implementó el PAMI, desde el Sanatorio Gemes de Orán suspendieron la atención a los cerca de siete mil afiliados de esa obra social que atendían en la ciudad.

"El PAMI tomó una decisión arbitraria y los responsables no respondieron los mails ni los llamados", dijo Gustavo González, uno de los gerentes de la clínica.

El médico y administrador aseguró que las nuevas tarifas que impone el organismo nacional están muy por debajo de lo necesario.

Los otros dos establecimientos médicos privados de Orán, el Centro de Especialidades Medicas y la clínica el Sagrado Corazón no descartaron suspender las atenciones.

Deuda millonaria con los sanatorios

Al menos con dos clínicas de la capital salteña, el PAMI mantiene una deuda de alrededor de $6 millones con cada una, según revelaron fuentes de esos sanatorios a El Tribuno, quienes prefirieron resguardar sus nombres para evitar más demoras en los pagos.
Esos montos son un botón de muestra del desfasaje presupuestario que presenta la obra social de los jubilados, que, a nivel país, tiene un déficit mensual de $900 millones.
Para achicar las cuentas en rojo, la administración central del PAMI implementó el sistema capitado para clínicas y laboratorios. El objetivo es recortar los gastos en alrededor de un 20%, aunque para los centros médicos salteños el ajuste ronda el 30%, el doble de lo que se había previsto desde el organismo.

Esa diferencia se explica porque el cálculo se hizo en base a lo que perciben las prestadoras de Buenos Aires. La mayoría de esos establecimientos cuentan con todas las prestaciones, como ambulancias y tomografía, entre otras, mientras que en Salta los servicios se reparten en diferentes centros médicos, al igual que el pago tarifario del PAMI.

Otro ejemplo del descalabro de las cuentas de la obra social son los atrasos en las liquidaciones a sanatorios y hospitales públicos.
Ayer a este diario se le dio a conocer que el nosocomio público de Tartagal recién recibió la semana pasada un pago de octubre de 2016 por parte del PAMI. La demora de seis meses repercute en la cadena de obligaciones que mantiene el hospital con profesionales y droguerías.

 

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