Tras una noche trastocada por el crimen a sangre fría Raúl "el Coya Lalo" Martínez, delante de su familia y en el centro de Orán, el domingo amaneció con una hipótesis sobre el caso: podría tratarse de un ajuste de cuentas en el ambiente del narcotráfico.
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Tras una noche trastocada por el crimen a sangre fría Raúl "el Coya Lalo" Martínez, delante de su familia y en el centro de Orán, el domingo amaneció con una hipótesis sobre el caso: podría tratarse de un ajuste de cuentas en el ambiente del narcotráfico.
Ayer, en la Justicia Federal de Orán investigaban los antecedentes de Martínez, quien tenía 37 años, era propietario de una finca y también se sabe que trabajaba como bagayero o lo había hecho tiempo atrás.
Una fuente cercana a la Policía Provincial indicó que la víctima tendría antecedentes penales, pero no aclaró sobre qué tipo de hechos.
Todo lo sucedido en la esquina de las calles Esquiú y Alvarado -donde Martínez fue acribillado de cinco balazos- tiene indicios del narcotráfico.
El hombre se había bajado de su camioneta Toyota Hilux junto a su mujer y su hijita. Iban a cenar un choripán en el puesto que está en esa esquina, muy conocido en la ciudad.
De repente, según el informe policial, tres hombres llegaron en motocicletas, con los cascos puestos. Uno se bajó, discutió con Martínez, sacó un arma y le disparó cinco tiros.
Según la primera pericia, la víctima tenía dos impactos en la cabeza, uno en un brazo y dos en la espalda.
El sicario y sus cómplices subieron a las motos y huyeron.
Luego llegó la Policía y se inició la investigación y relevamiento de testimonios, ante una ciudad estupefacta porque cada vez son más frecuentes estos crímenes.
En inmediaciones encontraron una pistola Bersa Thunder.
La versión más fuerte
En Orán, la versión más fuerte que se escuchó ayer fue que el asesinato de Martínez sería un ajuste de cuentas entre grupos dedicados al narcotráfico.
Durante todo el domingo se habló -y el tema es investigado por la Policía y también por la Justicia Federal-, de que la víctima habría integrado un grupo que desarrollaba esta actividad ilícita.
En el último tiempo habrían entrado en conflicto con otra banda; entre ambas se disputarían algún territorio, y en ese contexto habrían ocurrido varias "mejicaneadas" de droga. Por este motivo una de las bandas habría jurado vengarse de la que supuestamente integra Martínez
Un hecho importante es que, extraoficialmente, el caso fue relacionado con el ataque que sufrió el sábado 29 de abril, Adrián Ricardo Gerónimo, a quien le dispararon diez tiros cuando estaba por bajarse de su auto, frente a su casa.
Cinco balas impactaron en su cuerpo y en ese estado logró llegar a hospital San Vicente de Paul, donde lo atendieron y le salvaron la vida. Hoy, Gerónimo ya está en su casa, pero en la puerta tiene custodia policial.